Bienvenidos al nuevo libro de la autora, a la cual creo conocer un poco con el paso de los años, en esta nueva entrega de investigación nos hace jugar a una especie del juego “¿quién es quién?” con diez personajes aunque no son todos los que están y lógicamente no están todos los que son como bien nos anticipa la autora. Siguiendo la esencia de la escritora son libros muy didácticos y que sirven para abrir los ojos del lector, al menos para generar debate y cada personaje tiene una introducción de un personaje o deidad clásica… vamos con el reto entonces y disfrutad de la lectura sabiendo que por las paginas desfilarán Dionisio, Kronos, Ícaro, Lucifer, Ares, el becerro de oro, Hades, Oráculos, Hermes, Zeus…
Realmente quien a mi me atrajo más fue Mohammed bin Salman (MBS)… todos quieren mas alla de ser inmortales oscurecer a la humanidad… Bienvenidos al reto. («Visión 2030»), la construcción de cero de la ciudad de Neom (cuyo nombre combina los significados de «nuevo» en griego y «futuro» en árabe) y una nueva industria turística en la zona de las ruinas nabateas de Al-Ula. Todo por nuestro bien y por su amor a la humanidad…
Como siempre la digo… buen trabajo y ampliando la colección de la biblioteca. Un placer como siempre que me firme todos sus libros.
NOMBRE COMPLETO: Elon Reeve Musk
NACIMIENTO: 28 de junio de 1971, Pretoria (Sudáfrica)
NACIONALIDAD: sudafricana, canadiense y estadounidense
ESTUDIOS: Universidad de Pensylvania (Economía y Física)
OCUPACIÓN: empresario, inversor
EMPRESAS RELACIONADAS: Zip2, X.com, PayPal, SpaceX, Tes-la, X.com, SolarCity, Neuralink, Twitter
PATRIMONIO ESTIMADO: 185.400 millones de dólares (según Forbes, diciembre de 2022)
NOMBRE COMPLETO: Jeffrey Preston Bezos
NACIMIENTO: 12 de enero de 1954, Alburquerque, Nuevo México, Estados Unidos
NACIONALIDAD: estadounidense
ESTUDIOS: Miami Palmetto High School, Escuela Primaria Computación e Ingeniería Eléctrica)
River Oaks, Universidad de Princeton (Ciencias de la Computación e Ingeniería Eléctrica)
OCUPACIÓN: empresario, CEO de Amazon
EMPRESAS RELACIONADAS: Amazon, Blue Origin, Alto Labs, The Washington Post
PATRIMONIO ESTIMADO: 171.000 millones de dólares (según Forbes, noviembre de 2022)
NOMBRE COMPLETO: William Henry Gates III
NACIMIENTO: 28 de octubre de 1955, Seatle, Washington, Estados Unidos
NACIONALIDAD: estadounidense
ESTUDIOS: Lakeside School (1968-1973), Universidad de Harvard (1973-1975)
OCUPACIÓN: empresario, copresidente de la Fundación Bil y Melinda Gates
EMPRESAS RELACIONADAS: Microsoft, Berkshire Hathaway, Cascada Investment, TerraPower
PATRIMONIO ESTIMADO: 122.000 millones de dólares (según Forbes, abril de 2022)
NOMBRE COMPLETO: Mark Elliot Zuckerberg
NACIMIENTO: 14 de mayo de 1984, White Plains, Nueva York (Estados Unidos)
NACIONALIDAD: estadounidense
ESTUDIOS: Universidad de Harvard (Ciencias de la Computación)
OCUPACIÓN: CEO de Meta
EMPRESAS RELACIONADAS: Facebook, Meta
PATRIMONIO ESTIMADO: 48.800 millones de dólares Bloomberg, 10 de enero de 2023)
NOMBRE COMPLETO: Mohammed bin Salman
NACIMIENTO: 31 de agosto de 1985, Yeda (Arabia Saudita)
NACIONALIDAD: saudita
ESTUDIOS: Universidad Rey Saüd (Derecho)
OCUPACIÓN: político, miliras, diplomático y príncipe heredero de Arabia Saudita
EMPRESAS RELACIONADAS: Aramco, Master Gas System, SABIC, Newcastle, E. C.
PATRIMONIO ESTIMADO: 350.000 millones de dólares (según Libertad Digital, diciembre de 2022)
NOMBRE COMPLETO: Laurence Douglas Fink
NACIMIENTO: 2 de noviembre de 1952, Los Angeles (Estados Unidos)
NACIONALIDAD: estadounidense
OCUPACIÓN: empresario y financiero. CEO de BlackRock
EMPRESAS RELACIONADAS: BlackRock
PATRIMONIO ESTIMADOS 1.100 millones de dólares. Capitalización de BlackRock: 10 billones de dólares (fuentes
diversas)
NOMBRE COMPLETO: Lawrence Edward Page
NACIMIENTO: 26 de marzo de 1973, East Lansing. Michigan (Estados Unidos)
NACIONALIDAD: estadounidense
ESTUDIOS: Universidad de Michigan (Ingeniería en Sistemas Computacionales) y Universidad de Stanford (Ciencias de la Computación)
OCUPACIÓN: GEO de Alphabet Inc.
EMPRESAS RELACIONADAS: Google, Alphabet Inc., Calico Labs
PATRIMONIO ESTIMADO: 111.000 millones de dólares (según Forbes, abril de 2022)
NOMBRE COMPLETO: Sergey Michaylovich Brin
NACIMIENTO: 21 de agosto de 1973, Moscú (URSS)
NACIONALIDAD: estadounidense
ESTUDIOS: Universidad de Maryland (Matemáticas y Ciencias de la Computación) y Universidad de Stanford
(Ciencias de la Computación)
OCUPACIÓN: CEO de Alphabet Inc.
EMPRESAS RELACIONADAS: Google, Alphabet Inc.
PATRIMONIO ESTIMADO: 107.000 millones de dólares (según Forbes, Abril 2022).
NOMBRE COMPLETO: Warren Edward Buffett
NACIMIENTO: 30 de agosto de 1930, Omaha, Estados Unidos
NACIONALIDAD: estadounidense
ESTUDIOS: Universidad de Columbia, Universidad de Pennsylvania, Universidad de Nebraska-Lincoln (Administración de Empresas) y Columbia Business School (Ciencias Económicas)
OCUPACIÓN: inversor, accionista y financiero. CEO de Berkshire Hathaway
EMPRESAS RELACIONADAS: Berkshire Hathaway
PATRIMONIO ESTIMADO: 118.000 millones de dólares (según Forbes, abril de 2022)
NOMBRE COMPLETO: György Swartz (Soros)
NACIMIENTO: 12 de agosto de 1930, Budapest (Hungría)
NACIONALIDAD: húngaro
ESTUDIOS: Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres
OCUPACIÓN: inversor, empresario
EMPRESAS RELACIONADAS: Quantum Fund, Soros Fund Management, Open Society Fundations
PATRIMONIO ESTIMADO: 6.700 millones de dólares (según Forbes, enero de 2023)
NOMBRE COMPLETO: Ken Rupert Murdoch
NACIMIENTO: 11 de marzo de 1931, Melbourne (Australia)
NACIONALIDAD: australiano-estadounidense
ESTUDIOS: Universidad de Oxford (MIesciÓN: empresario, inversor.
EMPRESAS RELACIONADAS: News Corporation, Fox Corpora-tion
PATRIMONIO ESTIMADO: 17.900 millones de dólares (según Forbes, julio de 2022)
No basta con ser el hombre más rico del mundo, con una fortuna que en 2022 llegó a estar valorada en más de 350.000 millones de dólares (veremos al final del capítulo que en los últimos meses ha pasado a la segunda posición en el ranking de los más ricos, con una fortuna que supera los 185.000 millones de dólares)1; hay que ser el hombre más poderoso del universo conquistando planetas y, aún más, transformando el espacio. Entre otros, ese es el objetivo de Elon Musk, que pretende adueñarse del sistema solar, de la galaxia entera y, de paso, de quienes viven en ella.
Elon Reeve Musk nació en Pretoria (Sudáfrica) el 28 de julio de 1971. Es el mayor de tres hermanos. Su madre era una reconocida modelo que trabajó como nutricionista, y su padre, Errol, un reputado ingeniero electromecánico. Cuando Elon tenía solo ocho años, sus padres se separaron, lo que le creó numerosas inseguridades.
Con el dinero conseguido con la venta de PayPal a eBay, en 2002 Musk creó SpaceX (Space Exploration Technologies), cuyo objetivo último es «abaratar» el precio de los viajes al espacio. Un empeño en el que, como veremos en el siguiente capítulo, rivaliza con otro de los grandes dioses de nuestra era, Jeff Bezos, creador del proyecto espacial Blue Origin. Al parecer, con lo que hay en la Tierra no tienen bastante… ¿O quizá es que desean mandarnos a los pobres mortales al espacio exterior para no tener que ver, aunque sea de refilón, nuestras preocupaciones, siempre tan mundanas, cuando se acerca el pago de la hipoteca y el momento de ir al supermercado a hacer la compra? Será cosa de acostumbrarse a vivir con un euro al día y alimentar a los hijos con naranjas y salchichas. Y si no, pues a vivir en Marte que, gracias a hombres como Musk, terminará siendo un planeta de lo más acogedor y lleno de oportunidades. Eso es lo que nos vende; otra cosa es que lo consiga.
El campo de la inteligencia artificial fue el siguiente objeto de deseo del sudafricano. De hecho, sin temor a exagerar, Musk ha revolucionado y transformado las bases de este ámbito de investigación —polémico de por sí—, creando una controvertida compañía, llamada Neuralink, cuyo propósito es incrustar microchips en los cerebros de las personas y conseguir que robots realicen cirugías cerebrales7. Es lo que se define como Inteligencia Artificial Amigable (FAI, por sus siglas en inglés), «amigable» porque el propio Musk debe de considerarse un «gran amigo» de la ciencia y de los humanos, aunque a estos, gracias a los planes del magnate, les quede poco para seguir siéndolo. De hecho, el propio Musk ha confesado que su mayor miedo es que la inteligencia artificial ponga fin a la raza humana… En 2021, en una presentación de la compañía, mostró a un mono jugando a un videojuego, el Pong, a cambio de un plátano como recompensa si ganaba la partida. Fue entonces cuando anunció ante el mundo entero —en éxtasis de vanagloria— lo que a él le parecía muy inspirador y el inicio de un futuro superior, aunque a mí me resultó un exceso dionisiaco más.
A raíz del culebrón creado con la compra de Twitter por parte de Elon Musk hemos comprobado que ni mucho menos estamos ante un hombre como los demás. Tras un sinfín de negociaciones, el pasado mes de abril de 2022 Musk anunció la compra de la plataforma por 44.000 millones de dólares en la que, según se dijo, sería una de las mayores —y más sonadas— adquisiciones empresariales del año20. Sin embargo, poco después, el sudafricano dio marcha atrás, lo que llevó a la empresa a demandarle por incumplimiento de contrato. Ante la inminencia del juicio (octubre de 2022), Musk intentó negociar una rebaja del precio de la operación, pero Twitter no aceptó y, finalmente, el magnate se dio por vencido y anunció que cerraba la compra en los términos originales. Por su parte, Twitter, para guardarse las espaldas, optó por no retirar la demanda hasta que la adquisición se hiciese efectiva, lo que finalmente ocurrió la última semana de octubre de 2022. La mala coyuntura económica y las reticencias de algunos bancos a prestarle dinero parecían estar detrás de las dudas de Elon Musk para hacerse con la plataforma.
A Jeff Bezos sus pasiones no le han abandonado nunca, pues desde el año 2000 lidera el proyecto Blue Origin de desarrollo de cohetes para comercializar viajes espaciales a un «precio asequible»: 46,7 millones de euros. No deja de causar asombro que, en julio de 2021, cuando la mayoría de los ciudadanos del mundo estaba atemorizada por la Covid-19 —entonces en su variante Delta, una de las «más preocupantes» por su alto grado de transmisión, según nos contaba el «Gran Hermano» encarnado en la OMS—, Jeffrey y su hermano pasaran de la histeria colectiva terrestre y se largaran a darse una vuelta por el Cosmos. Es cierto que no fueron demasiado lejos, pero hicieron realidad su sueño al completar con éxito el primer vuelo suborbital sin piloto y con tripulación enteramente civil (les acompañaron otros dos «turistas»).
Los territorios elegidos por Bezos para construir el futuro se encuentran entre el espacio exterior y la eternidad: Marte, la Luna, la juventud eterna, la inmortalidad… Y puesto que se adentra en el terreno de la ciencia ficción, hagámoslo también nosotros. ¿Acaso él sabe algo que se nos haya escapado a los demás?
Durante la segunda semana de septiembre de 2022 asistí como conferenciante invitada al Ufology Congress, celebrado en Barcelona, en el que conocí a Christopher Mellon. A muchos les sonará su apellido, ya que pertenece a una de las familias aristocráticas estadounidenses que dieron forma al mundo de hoy. Su tatarabuelo, Thomas Mellon, creó el Mellon Bank de Pittsburgh y su bisabuelo, William Larimer Mellon, cofundó Gulf Oil. Chris se formó en los elitistas Colby College y la Universidad de Yale, donde se licenció en Relaciones Internacionales. A partir de entonces ha desarrollado toda su carrera en el campo de la Inteligencia, es decir, de los servicios secretos. Entre otros cargos fue subsecretario de Defensa para Inteligencia durante las Administraciones de Bill Clinton y George W. Bush; también fue el director de Personal del Comité Selecto de Inteligencia del Senado de Estados Unidos y trabajó en Operaciones de Seguridad e Información. Y ahora viene lo bueno…
Mellon es la persona que, en diciembre de 2017, filtró a The New York Times los vídeos filmados por el Pentágono de incidentes ocurridos entre pilotos del Ejército estadounidense y astronaves identificadas como no terrestres.
En el ámbito de la falta de libertad y de democracia, Amazon también ha puesto su granito de arena al proporcionar a las fuerzas del orden público herramientas de vigilancia de reconocimiento facial. Rekognition es el nombre de esta tecnología, «potente y peligrosa» en palabras de la Unión Americana de Libertades Civiles, que ya se usa en algunos lugares de Estados Unidos para la «identificación de sospechosos». El sistema, desarrollado desde 2019, «puede utilizarse fácilmente para violar las libertades y los derechos civiles», ya que gracias a él es posible «identificar, rastrear y analizar personas en tiempo real y reconocer hasta cien individuos en una sola imagen gracias a la Inteligencia Artificial.
Pese a que desde el momento de su creación Microsoft ha sido objeto de numerosas críticas por sus prácticas monopolistas e incluso entró en los tribunales de justicia —su modelo de negocio consiste en comprar compañías pequeñas para abarcar más ámbitos de negocio1 y aniquilar a la competencia—, a Gates lo que le quita el sueño es el planeta en el que vivimos. Los 8.000 millones de personas que habitamos en él le «preocupamos» sobre todas las cosas, principalmente porque, según él, somos demasiados. Y demasiado pobres. No es posible llegar a otra conclusión cuando observamos el rumbo que tomó su vida desde que decidió abandonar el día a día de la empresa que fundó para centrarse en la «planificación familiar», circunloquio para no desvelar lo que hace realmente: acabar con nuestras vidas. Tenía claro que había llegado el momento de darle un nuevo enfoque a su inmenso poder e influencia.
En 1989, una ejecutiva de Microsoft de veintiocho años llamada Melinda French llamó la atención de Bill, que entonces tenía treinta y siete años.
Así que Bill Gates predijo el coronavirus y en plena pandemia anunció que fuésemos optimistas porque su Fundación conseguiría la vacuna para todos. De este modo se convertía en el «salvador» de la humanidad, en un nuevo mesías al que adorar, seguir y obedecer. La vacuna de la Covid-19 se convirtió en el objeto más buscado, el más deseado, y todos la compraríamos —nuestros Gobiernos—. Pero lo que pocos sabían —la maquinaria propagandística se había afanado para ocultarlo— es que se trataba de una composición experimental con altos riesgos para la salud. A fin de cuentas, Gates ya había demostrado sus dotes para el marketing al vender un sistema operativo sin que existiera… Ahora se trataba de generar la misma demanda en casi 8.000 millones de personas aterrorizadas por un virus.
Y bien que lo hizo. La Fundación Bill y Melinda Gates, a través de sus ramales GAVI (Alianza para la Vacunación) y CEPI (Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias), y en colaboración con los Gobiernos occidentales, invirtió millones de dólares para acelerar el desarrollo del mejunje contra la Covid-19, hasta el punto de que la Fundación financió la mayoría de las vacunas inoculadas a la población desde 2020. O sea, que el filántropo Gates financió para después recuperar con creces su inversión. Él es uno de los principales accionistas de Pfizer, que, como todas las farmacéuticas implicadas, multiplicó sus beneficios con la falsa pandemia.
La compañía se ha visto envuelta en la polémica del «Pfizergate», tras haberse descubierto que «nunca probó la validez de las vacunas Covid». Coincidiendo con el lanzamiento de la quinta dosis de la vacuna, en octubre de 2022 una de las directoras ejecutivas de la empresa, Jannine Small, reconoció ante una comisión del Parlamento Europeo —en realidad, se había convocado al CEO de Pfizer, Albert Bourla, pero no asistió— que la vacuna contra la Covid-19 «no se testó antes de ser comercializada.
Quizá por esa mente infantil y soberbia, el último desafío de Bill Gates consiste en un proyecto tan delirante como «tapar el Sol» para mitigar el impacto del calentamiento global en nuestro planeta. Esto se realizaría a través de un complejo programa de geoingeniería, denominado SCoPEx, desarrollado por científicos de la Universidad de Harvard, que incluye el uso de unos globos aerostáticos que lanzarían a la atmósfera toneladas de polvo de carbonato de calcio capaces de desviar parte de la luz solar fuera de la Tierra. El propósito del millonario era hacer (en el mes de junio de 2022) el primer vuelo de prueba desde el Centro Espacial Esrange, en Kiruna, al norte de Suecia, pero el país nórdico se ha negado a ceder su territorio para un experimento que despierta más sospechas que certezas. Sin duda un duro revés para alguien poco acostumbrado a recibir un no por respuesta. El caso es que Gates no contaba con que bajo el cielo de su experimento vivieran varias comunidades indígenas que se han negado a que sobre sus cabezas se liberen sustancias desconocidas que podrían dañar tanto su entorno como su salud, y que han mostrado una total desconfianza.
Hace apenas un año, Zuckerberg aseguraba que su mundo paralelo movería «centenares de miles de millones de dólares» en la próxima década10. A fin de cuentas, el dinero siempre fue y será una de las herramientas predilectas de Lucifer para atraer a impíos, corruptos, despistados, atolondrados y necios. Hace tiempo que nos demostró que lo ama más que a las personas. Si fuese al revés, la plataforma Facebook ya no existiría, y el metaverso, aún menos. Ya es más que evidente que su gran creación introdujo la Discordia en el mundo. De hecho, Facebook es parte responsable de que el 42 % de los jóvenes de dieciocho a veinticuatro años de la generación Z (los nacidos en los últimos años noventa y principios de los 2000) tenga algún tipo de trastorno mental diagnosticado.
Facebook, mientras censura y oculta innumerables publicaciones, dispone de un programa que protege a millones de usuarios VIP que publican material de acoso e incitación a la violencia. El programa se llama «verificación cruzada» o XCheck. Zuckerberg nos mintió porque aseguró que todos los usuarios tienen la misma libertad que las élites de la política, la cultura y el periodismo para hablar y decir lo que quieran, y que sus estándares se aplican a todo el mundo por igual. Pero no es cierto: privilegia a unos y sanciona a otros.
Zuckerberg miente porque dijo que Instagram es un lugar más amable y friendly si se compara con otras aplicaciones, mientras que sus empleados han demostrado que es la plataforma más perjudicial, sobre todo para los adolescentes. Su creador nunca hizo nada por avisar o advertir de los riesgos; por el contrario, «la empresa lleva años trabajando para atraer preadolescentes. ¿Por qué nos preocupamos por los preadolescentes? Son una audiencia valiosa, pero sin explotar», se lee en un documento interno filtrado de 2020.
Zuckerberg miente cuando dice que buscará soluciones. Los investigadores descubrieron que uno de cada ocho usuarios realiza un uso compulsivo de las redes sociales que afecta a su sueño, a su trabajo, a la crianza de los hijos o a sus relaciones personales, y los usuarios perciben que, en concreto, en Facebook las cosas son aún peores.
Zuckerberg miente porque, tal y como demuestran los documentos internos de la red social, sus empleados vienen alertando desde hace años sobre su uso en los países en desarrollo, donde la plataforma está en expansión. Los traficantes de personas en Oriente Medio utilizan Facebook para conducir a las mujeres a situaciones laborales abusivas…
La pérdida del valor de Meta ha sido espectacular, los principales inversores están abandonando su universo y las pérdidas trimestrales se cuentan por miles de millones de dólares. Ahora toca reducir costes y, entre otras soluciones, Zuckerberg apunta a reducir la «huella inmobiliaria, haciendo que varias personas compartan un mismo despacho o una mesa de trabajo. Es de locos. Ya ni siquiera tendremos un espacio físico en el que trabajar porque ¡hay que combatir la huella inmobiliaria! No veo que los grandes inversores tengan en cuenta este precepto, pues sus últimas adquisiciones en el sector inmobiliario están siendo descomunales: compraron cadenas hoteleras a precio saldo después de frenar la economía mundial por una gripe.
Está claro que Zuckerberg se ha equivocado en su estrategia y que su multimillonaria inversión en la construcción del metaverso no ha tenido los resultados esperados. Y es que la realidad es terca y los humanos no estamos para jugar a ser lo que no somos cuando nos acecha una crisis económica tras otra.
Mohammed bin Salmán es consciente de que, en la era de la posglobalización, un país que aspire a ser un actor geopolítico relevante no puede poner todos los huevos en la misma cesta. No hay más que darse una vuelta por los titulares de la prensa económica para ver cuáles son sus intenciones: «El fondo de riqueza soberana está invirtiendo cantidades de capital sin precedentes para diversificar la economía del reino»; «El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita recauda un préstamo de 17.000 millones de dólares de bancos internacionales»; «Arabia Saudita mueve 80 billones de dólares en acciones desde Aramco a Wealth Fund. Una transferencia que forma parte de un plan para aumentar los activos bajo administración del Fondo de Inversión Pública a más de un trillón de dólares para 2025 y ayudar a diversificar la economía dependiente del petróleo del reino».
Pero, además, MBS sabe que no hay poderoso que se gane el favor del pueblo —cuya devoción necesita para perpetuarse en el poder— sin un eficaz programa de «pan y circo». Es la estrategia de todas las tiranías desde que el mundo es mundo. Al mismo tiempo que le hace la guerra a rivales, opositores…
En el otoño de 2022 se dio a conocer otro de los proyectos estrella de MBS. Se trata de «The Line», una ciudad futurista —tendrá menos de 200 metros (¡sí, metros!) de ancho y 170 kilómetros de largo— que se está construyendo en una de las zonas más áridas del planeta, en el noroeste de Arabia Saudita, entre los montes de Tabuk y el mar Rojo. Un tren de alta velocidad unirá los límites de la metrópolis en veinte minutos, mientras que el diseño de la ciudad —del que se encarga NEOM, empresa propiedad de Bin Salmán—, con sus muros de vidrio de 500 metros, proporcionará un clima ideal durante todo el año. En su interior podrán vivir hasta nueve millones y medio de personas. No habrá ni carreteras, ni calles, ni automóviles y, según el anuncio oficial de Prensa Saudita (SPA), «funcionará con energía cien por cien renovable y priorizará la salud y el bienestar de las personas sobre el transporte y las infraestructuras». El objetivo es que la ciudad esté operativa en 2030 y los impulsores del proyecto —es decir, MBS— han lanzado el anuncio por todo el mundo para atraer fondos con los que construir esta nueva urbe tan futurista como distópica.
Tan solo un dato más: The Line estará cubierta por millones de espejos solo visibles desde el exterior y en su interior podremos encontrar desde un estadio de fútbol hasta un puerto deportivo en el mar Rojo, pasando, por supuesto, por un aeropuerto de conexión con el resto del país. Y todo eso, repito, en uno de los desiertos más áridos del planeta… ¿Alguien da más? Es una exhibición de poder absoluto.
Desde 1932, el Estado saudita ha sido una monarquía absoluta —es una de las cuatro que quedan en el mundo— y una teocracia basada en los principios de la ley islámica. Hablamos del único país musulmán en el que jamás se han celebrado elecciones presidenciales, no existen los partidos políticos, la homosexualidad está castigada con pena de muerte, los opositores al régimen son perseguidos, difamados y detenidos, y las mujeres siguen siendo consideradas ciudadanas de segunda. En los últimos años se han relajado bastante las medidas discriminatorias contra las mujeres, que, por ejemplo, ya no tienen que adherirse a un código estricto de vestimenta que implique ir completamente cubiertas. Aun así sigue vigente un sistema de tutela que implica que dependen del permiso y la voluntad de los hombres —en general, padres o maridos— para casarse y otras decisiones importantes. Eso sí, desde que MBS se encarga de todos los asuntos clave del reino se ha producido un gran avance: las mujeres ya pueden conducir e incluso asistir a los campos de fútbol, apartadas de los hombres, claro, pero al menos pueden ver a Messi o a Benzema en directo. Un gran consuelo.
A Laurence Douglas Fink, más conocido como Larry Fink, casi nadie lo conoce. No aparece demasiado en los medios de comunicación y, por lo general, y a diferencia de otros dioses, como Bill Gates o Elon Musk, no hace declaraciones altisonantes que provoquen la menor polémica. Le gusta estar en la sombra. Pero ¿quién es? Aparte de uno de los hombres de negocios más reconocidos de Wall Street y de contar con una fortuna neta de 1.100 millones de dólares, muchos le consideran un «revolucionario» al haber hecho «populares» cientos de productos de inversión gracias a BlackRock, la compañía que fundó en 1988 junto a su amigo Robert Kapito y que a día de hoy posee el 88 % de las acciones de las quinientas mayores empresas del mundo, gestionando activos de tanto valor que solo Estados Unidos y China podrían competir con ella.
A diferencia de la mayoría de los dueños del planeta de los que aquí estamos hablando, Larry Fink (y su gigantesco ente financiero) ni construye ni fabrica nada. No se dedica ni a la tecnología, ni a la energía, ni a la comunicación, ni a las armas, ni a los viajes espaciales… Aunque, en realidad, se dedica a todo un poco. O, mejor dicho, mucho. Ese es el elemento más perverso de la historia: el poder de BlackRock proviene, sencillamente, de la ingeniería financiera, una actividad «intangible» que a comienzos del siglo XXI se convirtió en la más rentable y poderosa del planeta.
En la última década, BlackRock ha continuado con su expansión a gran escala, hasta el punto de ser a día de hoy la empresa que más dinero gestiona del planeta. Han pasado catorce años desde que, en su particular guerra entre titanes, unos pocos decidieron estallar la burbuja inmobiliaria que previamente habían creado, y en todos y cada uno de ellos la revista Fortune ha nombrado a Fink como uno de los «mejores líderes del mundo». Además, es miembro del Foro Económico Mundial y miembro del Consejo de Administración de la Universidad de Nueva York y del Consejo Asesor de la Escuela de economía y Gestión de la Universidad de Tsinghua de Pekín. Actualmente se calcula que la compañía estadounidense maneja unos activos equivalentes a 10,5 trillones de dólares, lo que la sitúa por encima de la economía de Alemania. Aún más: si BlackRock fuera un país, sería la cuarta economía del planeta tras Estados Unidos, China y Japón.
Desde el año 2015, Larry Fink escribe en la página web de BlackRock unas cartas públicas dirigidas a los inversores y a los CEO del mundo. En la edición de 2018 ya hablaba de la necesidad de que las empresas tuvieran propósitos corporativos y que desarrollaran estrategias a largo plazo «sin perder de vista su fin social». Insistió en la misma idea los dos años siguientes, sobre todo en la carta de 2020, donde hizo hincapié en cómo el cambio climático redefinirá el capitalismo tal y como lo conocemos. Sin embargo, en noviembre de 2022 Fink dio un giro radical a su estrategia al reclamar más rentabilidad y menos «activismo verde». ¿A qué se debe este cambio de opinión? Sencillamente, a que la «agenda verde» es una ruina para todos, incluso para el mayor fondo de inversión del planeta, que creía que podría volver a robarnos para que sus accionistas se enriquezcan aún más —nunca tendrán suficiente—.
El pasado mes de diciembre, BlackRock fue acusada de «hipocresía» en sus criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). La crítica, realizada por Bluebell, una empresa dedicada a la lucha contra el cambio climático —esa que Fink había defendido hasta hace poco—, dio la vuelta al mundo y obligó a BlackRock a hacer público un comunicado explicando su posición: «En los últimos dieciocho meses, Bluebell ha realizado una serie de campañas para promover su agenda climática y de gobernanza. BlackRock no apoyó estas campañas porque no consideramos que proporcionen el mayor interés económico para nuestros clientes».
El becerro de oro ha hablado. La «agenda verde» solo es válida cuando atenta contra las propiedades de los pequeños y medianos empresarios, pero no lo es cuando pone en peligro las riquezas de los multimillonarios.
Libros de la autora comentados en el blog:
https://weedjee.wordpress.com/2014/01/28/perdidos-cristina-martin-jimenez/
https://weedjee.wordpress.com/2016/04/24/los-amos-del-mundo-al-acecho-cristina-martin-jimenez/
https://weedjee.wordpress.com/2017/05/16/los-amos-del-mundo-estan-al-acecho-cristina-martin-jimenez/
Welcome to the new book by the author, whom I think I’ve gotten to know a bit over the years. In this new investigative installment, she makes us play a kind of game “who’s who?” with ten characters although they are not all that are there and logically not all that are as the author anticipates. Following the essence of our writer, they are very didactic books that serve to open the reader’s eyes, at least to generate debate and each character has an introduction of a character or classic deity… let’s go with the challenge then and enjoy reading knowing that Dionysus, Kronos, Icarus, Lucifer, Ares, the golden calf, Hades, Oracles, Hermes, Zeus will parade through the pages…
Really, the one who attracted me the most was Mohammed bin Salman (MBS)… everyone wants to go dark beyond being immortal to humanity… Welcome to the challenge. («Vision 2030»), the construction from scratch of the city of Neom (whose name combines the meanings of «new» in Greek and «future» in Arabic) and a new tourist industry in the area of the Nabataean ruins of Al- Ula. All for our good and for his love of humanity…
As I always say… good job and expanding the library collection by Cristina. Thanks to Cristina in order to signed all books to me.
FULL NAME: Elon Reeve Musk
BIRTH: June 28, 1971, Pretoria, South Africa
NATIONALITY: South African, Canadian and American
EDUCATION: University of Pennsylvania (Economics and Physics) OCCUPATION : Entrepreneur, Investor RELATED COMPANIES: Zip2, X.com, PayPal, SpaceX, Tes-la, X.com, SolarCity, Neuralink, Twitter ESTIMATED EQUITY: $185.4 billion (according to Forbes, December 2022)
FULL NAME: Jeffrey Preston Bezos
BIRTH: January 12, 1954, Albuquerque, New Mexico, United States
NATIONALITY: American
EDUCATION: Miami Palmetto High School, River Oaks Elementary Computer Science and Electrical Engineering, Princeton University (Computer Science and Electrical Engineering)
OCCUPATION: businessman, CEO of Amazon
RELATED COMPANIES: Amazon, Blue Origin, Alto Labs, The Washington Post
ESTIMATED EQUITY: $171 billion (according to Forbes, November 2022)
FULL NAME: William Henry Gates III
BIRTH: October 28, 1955, Seattle, Washington, United States
U.S. citizenship
EDUCATION: Lakeside School (1968-1973), Harvard University (1973-1975)
OCCUPATION: Businessman, Co-Chairman of the Bill & Melinda Gates Foundation
RELATED COMPANIES: Microsoft, Berkshire Hathaway, Cascada Investment, TerraPower
ESTIMATED EQUITY: $122 billion (according to Forbes, April 2022)
FULL NAME: Mark Elliott Zuckerberg
BIRTH: May 14, 1984, White Plains, New York (United States)
U.S. citizenship
EDUCATION: Harvard University (Computer Science)
OCCUPATION: CEO of Meta
RELATED COMPANIES: Facebook, Meta
ESTIMATED EQUITY: $48.8 billion (Bloomberg, January 10, 2023)
FULL NAME: Mohammed bin Salman
BIRTH: August 31, 1985, Jeddah (Saudi Arabia)
NATIONALITY: Saudi
EDUCATION: King Saud University (Law)
OCCUPATION: politician, mira, diplomat, and crown prince of Saudi Arabia
RELATED COMPANIES: Aramco, Master Gas System, SABIC, Newcastle, E.C.
ESTIMATED EQUITY: 350,000 million dollars (according to Libertad Digital, December 2022)
FULL NAME: Laurence Douglas Fink
BIRTH: November 2, 1952, Los Angeles (United States)
U.S. citizenship
OCCUPATION: businessman and financier. CEO of BlackRock
RELATED COMPANIES: BlackRock
ESTIMATED EQUITY 1,100 million dollars. BlackRock capitalization: $10 trillion (sources
various)
FULL NAME: Lawrence Edward Page
BIRTH: March 26, 1973, East Lansing. Michigan (United States)
U.S. citizenship
EDUCATION: University of Michigan (Computer Systems Engineering) and Stanford University (Computer Science)
OCCUPATION: GEO of Alphabet Inc.
RELATED COMPANIES: Google, Alphabet Inc., Calico Labs
ESTIMATED EQUITY: $111 billion (according to Forbes, April 2022)
FULL NAME: Sergey Michaylovich Brin
BIRTH: August 21, 1973, Moscow (USSR)
U.S. citizenship
EDUCATION: University of Maryland (Mathematics and Computer Science) and Stanford University
(Computer’s science)
OCCUPATION: CEO of Alphabet Inc.
RELATED COMPANIES: Google, Alphabet Inc.
ESTIMATED HERITAGE: 107,000 million dollars (according to Forbes, April 2022).
FULL NAME: Warren Edward Buffett
BIRTH: August 30, 1930, Omaha, United States
U.S. citizenship
EDUCATION: Columbia University, University of Pennsylvania, University of Nebraska-Lincoln (Business Administration) and Columbia Business School (Economics)
OCCUPATION: investor, shareholder and financier. CEO of Berkshire Hathaway
RELATED COMPANIES: Berkshire Hathaway
ESTIMATED EQUITY: $118 billion (according to Forbes, April 2022)
FULL NAME: György Swartz (Soros)
BIRTH: August 12, 1930, Budapest (Hungary)
NATIONALITY: Hungarian
EDUCATION: London School of Economics and Political Science
OCCUPATION: investor, entrepreneur
RELATED COMPANIES: Quantum Fund, Soros Fund Management, Open Society Foundations
ESTIMATED WORTH: $6.7 billion (according to Forbes, January 2023)
FULL NAME: Ken Rupert Murdoch
BIRTH: March 11, 1931, Melbourne (Australia)
NATIONALITY: Australian-American
EDUCATION: Oxford University (MISSION: Entrepreneur, Investor.
RELATED COMPANIES: News Corporation, Fox Corporation
ESTIMATED WORTH: $17.9 billion (according to Forbes, July 2022)
It is not enough to be the richest man in the world, with a fortune that in 2022 was valued at more than 350,000 million dollars (we will see at the end of the chapter that in recent months he has moved to second position in the ranking of richer, with a fortune that exceeds 185,000 million dollars)1; you have to be the most powerful man in the universe conquering planets and, even more, transforming space. Among others, that is the objective of Elon Musk, who intends to take over the solar system, the entire galaxy and, incidentally, those who live in it.
Elon Reeve Musk was born in Pretoria (South Africa) on July 28, 1971. He is the eldest of three brothers. His mother was a well-known model who worked as a nutritionist, and his father, Errol, a renowned electromechanical engineer. When Elon was only eight years old, his parents separated, which created numerous insecurities for him.
With the money obtained from the sale of PayPal to eBay, in 2002 Musk created SpaceX (Space Exploration Technologies), whose ultimate goal is to «cheap» the price of space travel. An effort in which, as we will see in the next chapter, he competes with another of the great gods of our era, Jeff Bezos, creator of the Blue Origin space project. Apparently, with what is on Earth they do not have enough… Or perhaps it is that they want to send us poor mortals to outer space so as not to have to see, even in a glancing glance, our concerns, always so mundane, when the sun approaches? mortgage payment and the time to go to the supermarket to do the shopping? It will be something to get used to living with one euro a day and feeding the children with oranges and sausages. And if not, then to live on Mars which, thanks to men like Musk, will end up being a most welcoming planet full of opportunities. That’s what sells us; another thing is to get it.
The field of artificial intelligence was the next object of desire for the South African. In fact, without fear of exaggeration, Musk has revolutionized and transformed the foundations of this field of research —controversial in itself—, creating a controversial company, called Neuralink, whose purpose is to embed microchips in people’s brains and make robots perform brain surgery. It is what is defined as Friendly Artificial Intelligence (FAI), «friendly» because Musk himself must be considered a «great friend» of science and humans, although to them, thanks to plans of the tycoon, they have little left to continue being so. In fact, Musk himself has confessed that his biggest fear is that artificial intelligence will put an end to the human race… In 2021, in a company presentation, he showed a monkey playing a video game, Pong, in exchange for a banana as a reward if he won the game. It was then that he announced to the entire world —in an ecstasy of vainglory— what seemed very inspiring to him and the beginning of a superior future, although to me it was another Dionysian excess.
As a result of the soap opera created with the purchase of Twitter by Elon Musk, we have verified that we are far from facing a man like the others. After endless negotiations, last April 2022 Musk announced the purchase of the platform for 44,000 million dollars in what, according to what was said, would be one of the biggest —and most talked about— business acquisitions of the year20. However, shortly after, the South African backed down, prompting the company to sue him for breach of contract. Given the imminence of the trial (October 2022), Musk tried to negotiate a reduction in the price of the operation, but Twitter did not accept and, finally, the tycoon gave up and announced that he was closing the purchase on the original terms. For its part, Twitter, to guard its back, chose not to withdraw the lawsuit until the acquisition became effective, which finally happened the last week of October 2022. The bad economic situation and the reluctance of some banks to lend it money they seemed to be behind Elon Musk’s doubts to take over the platform.
Jeff Bezos has never abandoned his passions, since since 2000 he has led the Blue Origin rocket development project to market space travel at an «affordable price»: 46.7 million euros. It never ceases to amaze that, in July 2021, when the majority of the world’s citizens were frightened by Covid-19 —then in its Delta variant, one of the «most worrisome» due to its high degree of transmission, according to us recounted the «Big Brother» embodied in the WHO -, Jeffrey and his brother will pass from terrestrial collective hysteria and will go for a walk around the Cosmos. It is true that they did not go very far, but they made their dream come true by successfully completing the first suborbital flight without a pilot and with an entirely civilian crew (two other «tourists» accompanied them).
The territories chosen by Bezos to build the future are found between outer space and eternity: Mars, the Moon, eternal youth, immortality… And since he enters the realm of science fiction, let’s do it too. Does he know something that the rest of us have missed?
During the second week of September 2022, I attended the Ufology Congress, held in Barcelona, as an invited speaker, where I met Christopher Mellon. His last name will sound familiar to many, since he belongs to one of the aristocratic American families that shaped the world today. His great-great-grandfather, Thomas Mellon, created the Mellon Bank of Pittsburgh and his great-grandfather, William Larimer Mellon, co-founded Gulf Oil. Chris trained at the elite Colby College and Yale University, where he earned a degree in International Relations. Since then he has developed his entire career in the field of Intelligence, that is, of the secret services. Among other positions, he was Assistant Secretary of Defense for Intelligence during the Bill Clinton and George W. Bush Administrations; he was also the Director of Staff for the US Senate Select Committee on Intelligence and worked in Security and Information Operations. Now comes the best part…
Mellon is the person who, in December 2017, leaked to The New York Times the videos filmed by the Pentagon of incidents that occurred between US Army pilots and spacecraft identified as non-terrestrial.
In the realm of lack of freedom and democracy, Amazon has also done its bit by providing law enforcement with facial recognition surveillance tools. Rekognition is the name of this technology, «powerful and dangerous» in the words of the American Civil Liberties Union, which is already used in some places in the United States for the «identification of suspects.» The system, developed since 2019, «can be easily used to violate civil liberties and rights», since thanks to it it is possible to «identify, track and analyze people in real time and recognize up to one hundred individuals in a single image thanks to the Artificial intelligence.
Despite the fact that from the moment of its creation Microsoft has been the object of numerous criticisms for its monopolistic practices and has even entered the courts of justice —its business model consists of buying small companies to cover more business areas1 and annihilating the competition— , what Gates loses sleep over is the planet we live on. The 8,000 million people who inhabit it «worry» him above all things, mainly because, according to him, we are too many. And too poor. It is not possible to reach any other conclusion when we observe the direction his life has taken since he decided to leave the day-to-day business he founded to focus on «family planning», a circumlocution so as not to reveal what he really does: end our lives . He was clear that the time had come to give a new focus to his immense power and influence.
In 1989, a twenty-eight-year-old Microsoft executive named Melinda French caught the eye of Bill, then thirty-seven.
So Bill Gates predicted the coronavirus and in the middle of the pandemic he announced that we should be optimistic because his Foundation would get the vaccine for everyone. In this way he became the «savior» of humanity, a new messiah to adore, follow and obey. The Covid-19 vaccine became the most sought after object, the most desired, and we would all buy it—our governments. But what few knew – the propaganda machine had worked hard to hide it – is that it was an experimental composition with high health risks. After all, Gates had already demonstrated his marketing skills by selling an operating system without it even existing… Now it was about generating the same demand in almost 8,000 million people terrified by a virus.
And well he did. The Bill & Melinda Gates Foundation, through its branches GAVI (Vaccination Alliance) and CEPI (Coalition for Epidemic Preparedness Innovations), and in collaboration with Western governments, invested millions of dollars to accelerate the development of the concoction against Covid-19, to the point that the Foundation financed most of the vaccines inoculated to the population since 2020. In other words, the philanthropist Gates financed and later more than recovered his investment. He is one of the main shareholders of Pfizer, which, like all the pharmaceutical companies involved, multiplied its profits with the false pandemic.
The company has been involved in the «Pfizergate» controversy, after it was discovered that it «never tested the validity of the Covid vaccines.» Coinciding with the launch of the fifth dose of the vaccine, in October 2022 one of the company’s executive directors, Jannine Small, acknowledged before a commission of the European Parliament —in fact, the CEO of Pfizer, Albert Bourla, had been summoned, but did not attend – that the vaccine against Covid-19 “was not tested before being marketed.
Perhaps because of that childish and arrogant mind, Bill Gates’ latest challenge consists of a project as crazy as «covering the Sun» to mitigate the impact of global warming on our planet. This would be done through a complex geoengineering program called SCoPEx, developed by scientists from Harvard University, which includes the use of hot air balloons that would release tons of calcium carbonate dust into the atmosphere capable of diverting part of the sunlight away from Earth. The millionaire’s purpose was to make (in June 2022) the first test flight from the Esrange Space Center, in Kiruna, in northern Sweden, but the Nordic country has refused to cede its territory for an experiment that awakens More suspicions than certainties. Undoubtedly a hard setback for someone unaccustomed to taking no for an answer. The fact is that Gates did not count on several indigenous communities living under the sky of his experiment who have refused to let unknown substances be released over their heads that could harm both their environment and their health, and who have shown complete mistrust.
Just a year ago, Zuckerberg claimed that his parallel world would move «hundreds of billions of dollars» in the next decade10. After all, money has always been and will be one of Lucifer’s favorite tools to attract the impious, corrupt, clueless, reckless and foolish. He has long shown us that he loves him more than people. If it were the other way around, the Facebook platform would no longer exist, and the metaverse even less so. It is already more than evident that his great creation introduced Discord into the world. In fact, Facebook is partly responsible for the fact that 42% of 18-24 year olds in Generation Z (those born in the late 1990s and early 2000s) have some type of diagnosed mental disorder.
Facebook, while censoring and hiding countless posts, has a program that protects millions of VIP users who post harassing and inciting material. The program is called «cross check» or XCheck. Zuckerberg lied to us because he assured that all users have the same freedom as the elites of politics, culture and journalism to speak and say what they want, and that his standards apply to everyone equally. But it is not true: it privileges some and sanctions others.
Zuckerberg lies because he said that Instagram is a kinder and more friendly place compared to other applications, while his employees have shown that it is the most harmful platform, especially for adolescents. The creator of it never did anything to advise or warn of the risks; on the contrary, “the company has been working to attract tweens for years. Why do we care about tweens? They are a valuable but untapped audience,» read a leaked internal document from 2020.
Zuckerberg is lying when he says that he will look for solutions. The researchers discovered that one in eight users makes compulsive use of social networks that affects their sleep, work, parenting or personal relationships, and users perceive that, specifically, on Facebook the things are even worse.
Zuckerberg is lying because, as the internal documents of the social network show, his employees have been warning for years about its use in developing countries, where the platform is expanding. Human traffickers in the Middle East use Facebook to drive women into abusive work situations…
Meta’s loss in value has been spectacular, major investors are abandoning its universe, and quarterly losses are in the billions of dollars. Now it’s time to reduce costs and, among other solutions, Zuckerberg aims to reduce the “real estate footprint, making several people share the same office or a work table. It’s crazy. We won’t even have a physical space in which to work anymore because we have to combat the real estate footprint! I do not see that large investors take this precept into account, since their latest acquisitions in the real estate sector are being huge: they bought hotel chains at a bargain price after slowing down the world economy due to the flu.
It is clear that Zuckerberg has made a mistake in his strategy and that his multi-million dollar investment in the construction of the metaverse has not had the expected results. And it is that reality is stubborn and humans are not here to play at being what we are not when one economic crisis after another stalks us.
Mohammed bin Salmán is aware that, in the post-globalization era, a country that aspires to be a relevant geopolitical player cannot put all its eggs in one basket. One only has to look around the headlines of the economic press to see what his intentions are: «The sovereign wealth fund is investing unprecedented amounts of capital to diversify the kingdom’s economy»; «Saudi Arabia Public Investment Fund Raises $17 Billion Loan From International Banks»; «Saudi Arabia Moves $80 Billion In Stock From Aramco To Wealth Fund. A transfer that is part of a plan to increase the assets under management of the Public Investment Fund to more than a trillion dollars by 2025 and help diversify the kingdom’s oil-dependent economy.
But, in addition, MBS knows that no powerful person can win the favor of the people —whose devotion they need to perpetuate themselves in power— without an effective “bread and circuses” program. It is the strategy of all tyrannies since the world began. At the same time that he wages war on rivals, opponents…
In the fall of 2022, another of MBS’s flagship projects was unveiled. It is about «The Line», a futuristic city – it will be less than 200 meters (yes, meters!) wide and 170 kilometers long – which is being built in one of the most arid areas of the planet, in the northwest of Saudi Arabia, between the Tabuk Mountains and the Red Sea. A high-speed train will unite the limits of the metropolis in twenty minutes, while the design of the city – which is in charge of NEOM, a company owned by Bin Salmán -, with its 500-meter glass walls, will provide an ideal climate during all year. Up to nine and a half million people can live inside. There will be no roads, streets, or cars and, according to the official announcement by the Saudi Press (SPA), «it will work with one hundred percent renewable energy and will prioritize the health and well-being of people over transport and infrastructure.» The goal is for the city to be operational in 2030 and the promoters of the project —that is, MBS— have launched the announcement all over the world to attract funds with which to build this new city that is as futuristic as it is dystopian.
Just one more piece of information: The Line will be covered by millions of mirrors only visible from the outside and inside we can find everything from a football stadium to a marina on the Red Sea, passing, of course, through a connection airport with the rest of the country. And all of this, I repeat, in one of the driest deserts on the planet… Does anyone give more? It is a display of absolute power.
Since 1932, the Saudi state has been an absolute monarchy—it is one of the world’s four remaining—and a theocracy based on the principles of Islamic law. We are talking about the only Muslim country in which presidential elections have never been held, political parties do not exist, homosexuality is punishable by death, opponents of the regime are persecuted, defamed and detained, and women continue to be considered second-class citizens. Discriminatory measures against women have been relaxed considerably in recent years, who, for example, no longer have to adhere to a strict dress code that implies being fully covered. Even so, a guardianship system remains in force, which implies that they depend on the permission and will of men – generally fathers or husbands – for marriage and other important decisions. Of course, since MBS is in charge of all the key issues of the kingdom there has been a great advance: women can now drive and even attend soccer fields, separated from men, of course, but at least they can see Messi or Benzema live. A great consolation.
Almost nobody knows Laurence Douglas Fink, better known as Larry Fink. He does not appear much in the media and, in general, and unlike other gods, such as Bill Gates or Elon Musk, he does not make high-sounding statements that cause the slightest controversy. He likes to be in the shade. But who is he? Apart from being one of the most recognized businessmen on Wall Street and having a net worth of $1.1 billion, he is considered by many to be a «revolutionary» having made hundreds of investment products «popular» thanks to BlackRock, the company which he founded in 1988 together with his friend Robert Kapito and which today owns 88% of the shares of the five hundred largest companies in the world, managing assets of such value that only the United States and China could compete with it.
Unlike most of the owners of the planet we’re talking about here, Larry Fink (and his giant financier) doesn’t build or manufacture anything. He is not dedicated to technology, or energy, or communication, or weapons, or space travel… Although, in reality, he is dedicated to a bit of everything. Or rather, a lot. That is the most perverse element of the story: BlackRock’s power comes, quite simply, from financial engineering, an «intangible» activity that at the beginning of the 21st century became the most profitable and powerful on the planet.
In the last decade, BlackRock has continued to expand on a large scale, to the point of being today the company that manages the most money on the planet. Fourteen years have passed since, in their particular war between titans, a few decided to burst the housing bubble they had previously created, and in each and every one of them Fortune magazine has named Fink as one of the «greatest leaders in the world.» ». In addition, he is a member of the World Economic Forum and a member of the Board of Trustees of New York University and the Advisory Board of the School of Economics and Management of Peking Tsinghua University. It is currently estimated that the US company manages assets equivalent to 10.5 trillion dollars, which places it above the German economy. Even more: if BlackRock were a country, it would be the fourth largest economy on the planet after the United States, China and Japan.
Since 2015, Larry Fink has been writing public letters to investors and CEOs around the world on the BlackRock website. In the 2018 edition, he already spoke of the need for companies to have corporate purposes and to develop long-term strategies «without losing sight of their social purpose.» He insisted on the same idea for the next two years, most notably in the 2020 letter, where he stressed how climate change will redefine capitalism as we know it. However, in November 2022, Fink made a radical turn in his strategy by calling for more profitability and less «green activism.» Why this change of opinion? Quite simply, because the «green agenda» is a ruin for everyone, even for the biggest investment fund on the planet, which he thought could rob us again so that its shareholders can get even richer—they will never have enough.
Last December, BlackRock was accused of «hypocrisy» in its environmental, social and governance (ESG) criteria. The criticism, made by Bluebell, a company dedicated to the fight against climate change —the one that Fink had defended until recently—, went around the world and forced BlackRock to publish a statement explaining its position: «In the last few Eighteen months, Bluebell has run a series of campaigns to advance its climate and governance agenda. BlackRock did not support these campaigns because we do not believe they provide the best economic interest for our clients.»
The golden calf has spoken. The «green agenda» is only valid when it threatens the properties of small and medium-sized businesses, but it is not valid when it endangers the wealth of billionaires.
Books from the author commented in the blog:
https://weedjee.wordpress.com/2014/01/28/perdidos-cristina-martin-jimenez/
https://weedjee.wordpress.com/2016/04/24/los-amos-del-mundo-al-acecho-cristina-martin-jimenez/
https://weedjee.wordpress.com/2017/05/16/los-amos-del-mundo-estan-al-acecho-cristina-martin-jimenez/
David, earth planet , knopfler and a humble man 