A destacar la sencillez con la que está escrito y lo práctico que es el libro. El abecedario de manchas y con que quitarlas me parece de lo mejor del libro. Hace un tiempo que sigo a la autora por Instagram. Acabé leyendolo entero de una sentada. Muy útil y adecuado. Libro completo sencillo y ameno. Explica las situaciones más cotidianas de manchas y su solución.
–Nuestra herramienta más preciada es la paciencia
Vivimos en un mundo de inmediatez en el que lo queremos todo ya, ahora mismo. No nos gusta esperar. Pero tanto el orden como la limpieza tienen sus ritmos, que no podemos acelerar. Lo que ha tardado mucho tiempo en desordenarse o ensuciarse no se puede cambiar por arte de magia en cuestión de minutos. Por eso, que una mancha no te salga a la primera o que te esté costando acabar de ordenar el armario no significa que lo estés haciendo mal, solo que, seguramente, necesitas más tiempo.
–Cada mancha tiene su remedio
No existe el limpiador universal que vale para todo. Es una lástima, pero no es lo mismo la grasa que la tinta, el polvo que el barro, un olor que una quemadura. Tampoco todos los materiales son iguales: no se limpia igual el cristal que el mármol, la madera que los azulejos. Antes de lanzarte a quitar una mancha, párate un momento a pensar de qué es y sobre qué está, y busca la solución adecuada en cada caso.
–No existen las soluciones únicas
Cada mancha tiene distintos métodos de eliminación y si tú tienes un truco que te funciona, ¡no dejes de usarlo! Este libro está pensado para ayudarte cuando lo que tú hagas de forma habitual no te haya funcionado, pero mis propuestas no son mejores ni peores que las tuyas, las de tu madre o las de tus amigas; solo son las mías. Quédate con lo que te sirva y pasa del resto.
La Fórmula mágica es un poco como la receta del bizcocho de la abuela: como funciona, ha ido pasando de mano en mano para hacernos la vida más fácil. Después de mucho tiempo usándola e investigando, he ido perfeccionando la receta original para adaptarla a diversos usos.
Así es como se hace:
500 ml de agua caliente
2 cucharaditas (de las de postre) rasas de jabón en escamas que contenga glicerina
70 ml de amoniaco
1 botella con pulverizador
Notas:
Si en lugar de jabón en escamas comercial vas a usar jabón casero rallado (del que se hace en los pueblos), basta con una sola cucharadita.
Si tienes alergia al amoniaco o te resulta imposible acceder a él (se trata de un producto difícil de encontrar fuera de España), puedes sustituir 100 ml de agua por 150 ml de vinagre de limpieza.
Pon los ingredientes en una botella con pulverizador y agítalo todo bien hasta que el jabón se disuelva y obtengas una textura gelatinosa. El resultado tiene que ser más denso que el agua, pero en ningún caso espeso, porque tiene que poder salir por el pulverizador sin esfuerzo.
En el mercado encontramos vinagres de dos tipos: para consumo humano y de limpieza. En el primer grupo hay muchísimos tipos: de vino (blanco y tinto), de jerez, de manzana, etc. Para las ensaladas elige el que más te guste, pero, si hablamos de limpieza, opta siempre por los vinagres de tonos más claros, como el de vino blanco o el de manzana. En cuanto al vinagre de limpieza, siempre es transparente y es muy fácil de encontrar en los supermercados.
Uses el vinagre que uses, todos son igual de eficaces y totalmente intercambiables, aunque yo prefiero usar vinagre alimenticio para limpiar la cocina, ya que todo lo que toque va a acabar involucrado en la elaboración de comidas, y reservo el de limpieza para el resto de la casa.
Los usos del vinagre son casi ilimitados; solo o en combinación con otros productos sirve para desincrustar grasa, eliminar cal, luchar contra malos olores y un largo etcétera.
La capacidad absorbente de los polvos de talco es una de esas cosas que no te crees hasta que las ves en directo. Eso sí, aquí la paciencia es más que imprescindible, ya que, en general, necesita horas o días para actuar. Ahora bien, lo hace con todo tipo de manchas de grasa, tanto recientes como antiguas, y en la práctica totalidad de los tejidos y las superficies porosas o delicadas.
En el mercado encontramos, en general, tres tipos de estropajos en función de su dureza, que tienen distintas aplicaciones:
– Estropajo azul o suave: Es el más adecuado para limpiar superficies delicadas que podrían rayarse, como plásticos, cristal e incluso ollas o cacerolas. En general, si tienes dudas sobre un material y necesitas rascar para eliminar alguna mancha, prueba primero con este tipo de estropajo.
– Estropajo verde: Es el más habitual y el primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en un estropajo. Se comercializa con esponja (que es algo más suave) o suelto (algo más duro). Es muy eficaz sobre superficies duras como encimeras, hornos, cacerolas, azulejos, etc.
– Nanas: Este tipo de estropajo es el último recurso ante la suciedad incrustada. Hay que ir con mucho cuidado con él, ya que puede rayar las superficies con cierta facilidad. Antes de lanzarte a usarlo, como siempre, pruébalo en una zona no visible.
La nevera, además de mantenerla limpia, es conseguir que al abrirla no se nos estrelle en la cara un conjunto de malos olores. A veces nos dejamos algún alimento olvidado dentro de la nevera o, peor aún, se corta el suministro eléctrico y toda la comida se echa a perder. Cuando esto pasa es habitual que el interior del electrodoméstico quede impregnado de un olor muy desagradable. Para eliminarlo, primero hay que limpiar a fondo el interior como acabamos de explicar y, a continuación, frotar toda la superficie con una bayeta de microfibra empapada en agua oxigenada.
La campana extractora es quizá el elemento de la cocina que más se ensucia, ya que a él van a parar todos los humos y la grasa en suspensión, por lo que vale la pena limpiarla a menudo para que el proceso sea más sencillo y no tan desagradable.
En primer lugar, desmontamos los filtros, los ponemos en remojo en el fregadero en una mezcla de agua con vinagre al cincuenta por ciento (mitad y mitad), con un buen puñado de bicarbonato, y los dejamos reposar entre media hora y una hora. A continuación, los limpiamos con estropajo y lavavajillas neutro hasta eliminar toda la grasa. Si es necesario, los lavamos dos veces con lavavajillas.
Si tus filtros son aptos para lavavajillas, mételos igualmente después del reposo en agua con vinagre y bicarbonato, ya que esta mezcla ayuda a aflojar la grasa. Te cuidado, porque si no son aptos, perderán todo el brillo. ¡Otra vez te toca consultar las instrucciones!
Si para cuando has llegado a este punto ya han perdido brillo, trátalos con piedra blanca.
Los grifos de la cocina y el baño son una de las zonas de la casa donde más cal se acumula. De hecho, en ocasiones, la cal acumulada puede llegar a adquirir una tonalidad verde que podríamos confundir con moho. Puedes estar tranquila, porque generalmente no lo es, ya que el moho necesita cierta «tranquilidad» para crecer y los grifos, en cambio, son algo que estamos tocando constantemente.
Para eliminar la cal de las griferías basta con envolverlas cuidadosamente con trapos empapados en vinagre y dejar que actúe durante toda una noche. A continuación, retiramos y secamos con un trapo limpio.
En general, basta con hacerlo una sola vez cada dos o tres meses. Sin embargo, si tras hacerlo la primera vez aún te quedan restos, envuelve los grifos de nuevo y deja que el vinagre actúe doce horas seguidas. Quedarán perfectos.
Si tienes muy sucio el filtro o aireador (ya sabes, esa pieza que va enroscada justo en el extremo por donde sale el agua), desenróscalo y sumérgelo toda la noche en un vaso con vinagre.
Si, por lo que sea, no puedes desenroscarlo, busca una manera de sumergirlo; por ejemplo, llenando una bolsa de plástico pequeña con vinagre y fijándola de alguna manera al cuerpo del grifo para que el filtro quede dentro del líquido. Te sorprenderá el resultado.
Gasolina
Si te has manchado al ir a repostar, cubre la mancha de gasolina con una pasta de bicarbonato y lavavajillas, deja que repose media hora y lava la prenda. Desaparecerán tanto la mancha como el olor.
Tejidos. Dependiendo del tiempo que tengas y del tipo de tejido, hay distintas soluciones.
-Como la grasa es un material denso, tarda un poco en penetrar en los tejidos, por lo que vale la pena aprovechar esto en nuestro favor. Si puedes, frota la mancha con hielo justo después de hacértela. Si no tienes hielo, puedes aplicar agua muy fría con una bayeta de microfibra o, si no tienes nada más, con una servilleta de papel (que sea blanca, porque las de color destiñen). Aunque no consigas eliminar la mancha con esto, que a veces sí lo harás, habrás evitado que se fije en el tejido. No uses agua caliente, pues conseguirías el efecto contrario.
-Si la mancha es reciente, cúbrela con polvos de talco, déjalos entre 24 y 48 horas, y cepilla. Esto también sirve si no estás en casa, pero puedes echar polvos de talco al momento; cuando llegues a casa y te quites la prenda, echa más polvos y déjalos en reposo, pero mientras tanto habrán ayudado a que la mancha no penetre más. -Si la mancha no es reciente y la prenda se puede lavar, ponla una hora en remojo con agua y una cucharadita de jabón en escamas. A continuación, lávala de la forma habitual. Si no sale, repite, pero dejando la prenda toda una noche en remojo.
-Cuesta más quitar las manchas de aceite y grasa en ropa oscura. Para estos casos, te recomiendo que frotes la mancha en seco con jabón de taco (yo uso jabón Lagarto), que lo dejes actuar media hora, lo humedezcas un poco con los dedos mojados, frotes para aflojarla y metas la prenda en la lavadora. Si la prenda no se puede lavar, aclara con una bayeta de microfibra y agua.
-En última instancia, y si nada más funciona, aplica un chorro de amoniaco sobre la mancha y pon la prenda a lavar. En el mercado existen aerosoles de polvos de talco para este tipo de manchas.
-Si recurres a ellos, asegúrate de aplicarlo siguiendo las instrucciones y desde lejos, ya que, a veces, el propio aerosol puede dejar un cerco mucho más difícil de quitar que la mancha original.
La mancha de yema de huevo frito puede resistirse a salir dependiendo del tejido sobre el que se haya posado. Para eliminarla lo mejor es frotar en seco con jabón de taco (yo uso jabón Lagarto), dejar actuar media hora y aclarar muy bien con un cepillo de uñas o una bayeta de microfibra y agua.
A veces nos encontramos con prendas que, por mucho que las lavemos, desprenden olor en la zona de las axilas. Para acabar con este olor, causado por las bacterias del sudor, que acostumbran a dejar un cerco amarillento en la ropa, no basta con lavar la prenda de la forma habitual, sino que hay que atacar el origen del problema. Por suerte hay más de una solución, aunque te recomiendo que las pruebes siempre en alguna zona escondida de la prenda, sobre todo si esta es de color:
-Haz una pasta más bien líquida de vinagre y bicarbonato para que penetre bien en las fibras. Ponla sobre la zona axilar, déjala actuar media hora y lava la prenda de la forma habitual. Repite esta operación cada vez que laves la prenda, hasta que desaparezcan el olor y la mancha amarillenta de sudor.
-Si la prenda es blanca, haz la misma operación, pero con una mezcla de bicarbonato y agua oxigenada, o bien percarbonato y agua.
-Añadir un vaso de vinagre al tambor puede ayudar a prevenir estos olores.
-Si el olor es muy penetrante, rocía la mancha con amoniaco y lava la prenda enseguida.
Olor en el cubo de la basura
Para prevenir malos olores en el cubo de la basura, lo ideal es esparcir un poco de bicarbonato en el fondo y cubrirlo con un papel de cocina que, además, servirá para absorber cualquier humedad que se escape de la bolsa. Esta solución es muy eficaz para acabar con el olor a tabaco o a pañal sucio.
Si tienes un par de zapatos o zapatillas que desprenden mucho olor al quitártelos, pon una capa fina de bicarbonato en su interior, sobre la plantilla, y pulveriza un poco de vinagre. Ten en cuenta que se debe secar al momento, así que tiene que ser muy poco; de lo contrario, estropearás los zapatos. Dejamos que repose al menos una noche, aunque lo ideal es una semana; cepillamos bien el interior con un cepillo de dientes, y, por último, aspiramos.
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To highlight the simplicity with which it is written and how practical the book is. The alphabet of stains and how to remove them seems to me to be the best part of the book. I’ve been following the author on Instagram for a while. I ended up reading the whole thing in a jiffy. Very useful and suitable. Simple and enjoyable book. It explains the most daily situations of stains and their solution.
Our most precious tool is patience
We live in a world of immediacy in which we want everything now, right now. We don’t like to wait. But both order and cleanliness have their rhythms, which we cannot speed up. What has taken a long time to get messy or dirty cannot be magically changed in a matter of minutes. For this reason, the fact that a stain does not come out the first time or that you are having a hard time tidying the closet does not mean that you are doing it wrong, only that, surely, you need more time.
–Each stain has its remedy
There is no universal cleaner that works for everything. It’s a shame, but grease is not the same as ink, dust is not the same as mud, a smell is not the same as a burn. Not all materials are the same either: glass is not cleaned in the same way as marble, wood is not cleaned the same as tiles. Before launching to remove a stain, stop for a moment to think about what it is and what it is on, and look for the appropriate solution in each case.
–There are no unique solutions
Each stain has different removal methods and if you have a trick that works for you, don’t stop using it! This book is designed to help you when what you do on a regular basis has not worked for you, but my proposals are not better or worse than yours, your mother’s or your friends’; they’re just mine. Keep what works for you and skip the rest.
The Magic Formula is a bit like Grandma’s cake recipe: as it works, it has been passed from hand to hand to make our lives easier. After a long time using it and researching, I have been perfecting the original recipe to adapt it to various uses.
This is how you do it:
500 ml of hot water
2 teaspoons (dessert) level flake soap containing glycerin
70ml ammonia
1 spray bottle
Grades:
If instead of commercial flake soap you are going to use grated homemade soap (the one made in the villages), a single teaspoon is enough.
If you are allergic to ammonia or it is impossible for you to access it (it is a difficult product to find outside of Spain), you can substitute 100 ml of water for 150 ml of cleaning vinegar.
Put the ingredients in a spray bottle and shake well until the soap dissolves and you get a jelly-like texture. The result has to be denser than the water, but in no case thick, because it has to be able to come out of the sprayer without effort.
There are two types of vinegar on the market: for human consumption and for cleaning. In the first group there are many types: wine (white and red), sherry, apple, etc. For salads, choose the one you like the most, but, when it comes to cleanliness, always opt for lighter-toned vinegars, such as white wine or apple. As for the cleaning vinegar, it is always transparent and it is very easy to find in supermarkets.
Whatever vinegar you use, they are all equally effective and totally interchangeable, although I prefer to use food vinegar to clean the kitchen, since everything I touch is going to end up involved in the preparation of meals, and I reserve the cleaning one for the rest of the house
The uses of vinegar are almost limitless; Alone or in combination with other products it serves to descale grease, remove limescale, fight against bad odors and much more.
The absorbent capacity of talcum powder is one of those things that you don’t believe until you see it live. Of course, here patience is more than essential, since, in general, it takes hours or days to act. However, it does so with all kinds of grease stains, both recent and old, and on practically all fabrics and porous or delicate surfaces.
In general, we find three types of scouring pads on the market depending on their hardness, which have different applications:
– Blue or soft scourer: It is the most suitable for cleaning delicate surfaces that could be scratched, such as plastics, glass and even pots or pans. In general, if you have doubts about a material and need to scratch to remove a stain, try this type of scouring pad first.
– Green scourer: It is the most common and the first that comes to mind when we think of a scourer. It is marketed with sponge (which is somewhat softer) or loose (somewhat harder). It is very effective on hard surfaces such as countertops, ovens, pans, tiles, etc.
– Nanas (metal scourer): This type of scouring pad is the last resort against embedded dirt. You have to be very careful with it, as it can scratch surfaces quite easily. Before launching to use it, as always, try it in an inconspicuous area.
The fridge, in addition to keeping it clean, is to ensure that when you open it, a set of bad smells does not crash in your face. Sometimes we leave some forgotten food inside the fridge or, worse still, the electricity supply goes out and all the food is spoiled. When this happens, it is common for the interior of the appliance to be impregnated with a very unpleasant odor. To remove it, you must first thoroughly clean the interior as we have just explained, and then rub the entire surface with a microfiber cloth soaked in hydrogen peroxide.
The extractor hood is perhaps the element of the kitchen that gets dirty the most, since all the fumes and suspended fat end up there, so it is worth cleaning it often so that the process is easier and not so unpleasant.
First of all, we disassemble the filters, soak them in the sink in a mixture of water with fifty percent vinegar (half and half), with a good handful of baking soda, and let them rest for between half an hour and an hour. Next, we clean them with a scourer and a neutral dishwasher until all the fat is removed. If necessary, we wash them twice with a dishwasher.
If your filters are dishwasher safe, also put them in water with vinegar and baking soda after resting, as this mixture helps loosen grease. Be careful, because if they are not suitable, they will lose all their shine. It’s your turn to check the instructions again!
If by the time you have reached this point they have already lost their shine, treat them with white stone.
Kitchen and bathroom taps are one of the areas of the house where more limescale accumulates. In fact, on occasions, the accumulated lime can acquire a green hue that we could confuse with mold. You can be calm, because generally it is not, since the mold needs a certain “calm” to grow and the faucets, on the other hand, are something that we are constantly touching.
To remove limescale from faucets, simply wrap them carefully in rags soaked in vinegar and leave them to work overnight. Then we remove and dry with a clean cloth.
In general, it is enough to do it once every two or three months. However, if after doing it the first time you still have leftovers, wrap the taps again and let the vinegar act for twelve hours in a row. They will be perfect.
If your filter or aerator is very dirty (you know, that piece that is screwed right at the end where the water comes out), unscrew it and soak it overnight in a glass of vinegar.
If, for whatever reason, you can’t unscrew it, find a way to submerge it; for example, by filling a small plastic bag with vinegar and somehow affixing it to the body of the faucet so that the filter is inside the liquid. You will be surprised by the result.
Gasoline
If you got stained when you went to refuel, cover the gasoline stain with a paste of baking soda and dishwashing liquid, let it sit for half an hour and wash the garment. Both the stain and the odor will disappear.
Fabrics. Depending on the time you have and the type of fabric, there are different solutions.
-As fat is a dense material, it takes a while to penetrate the tissues, so it is worth taking advantage of this in our favor. If you can, rub the stain with ice right after you do it. If you don’t have ice, you can apply very cold water with a microfiber cloth or, if you don’t have anything else, with a paper napkin (make it white, because colored ones fade). Even if you can’t remove the stain with this, which sometimes you will, you will have prevented it from settling on the fabric. Do not use hot water, because you would get the opposite effect.
-If the stain is recent, cover it with talcum powder, leave it between 24 and 48 hours, and brush. This also works if you are not at home, but you can put talcum powder on the spot; when you get home and take off the garment, add more powder and leave it to rest, but in the meantime they will have helped the stain not to penetrate any further. -If the stain is not recent and the garment can be washed, soak it for an hour with water and a teaspoon of flaky soap. Then wash it in the usual way. If it doesn’t come out, repeat, but leaving the garment to soak overnight.
-It costs more to remove oil and grease stains on dark clothes. For these cases, I recommend that you rub the stain dry with taco soap (I use Lagarto soap), let it act for half an hour, moisten it a little with wet fingers, rub to loosen it and put the garment in the washing machine. If the garment cannot be washed, rinse with a microfiber cloth and water.
-Last instance, and if nothing else works, apply a jet of ammonia on the stain and put the garment to wash. There are talcum powder sprays on the market for this type of stain.
-If you use them, make sure you apply it according to the instructions and from a distance, since, sometimes, the spray itself can leave a ring that is much more difficult to remove than the original stain.
The fried egg yolk stain may resist coming out depending on the fabric on which it has landed. To remove it, it is best to rub dry with taco soap (I use Lagarto soap), leave it to act for half an hour and rinse very well with a nail brush or a microfiber cloth and water.
Sometimes we find garments that, no matter how much we wash them, give off an odor in the armpit area. To get rid of this smell, caused by bacteria in sweat, which tend to leave a yellowish mark on clothes, it is not enough to wash the garment in the usual way, but rather to attack the source of the problem. Luckily there is more than one solution, although I recommend that you always try them on a hidden area of the garment, especially if it is colored:
-Make a rather liquid paste of vinegar and bicarbonate so that it penetrates well into the fibers. Put it on the armpit area, let it act for half an hour and wash the garment in the usual way. Repeat this operation every time you wash the garment, until the smell and the yellowish sweat stain disappear.
-If the garment is white, do the same operation, but with a mixture of baking soda and hydrogen peroxide, or percarbonate and water.
-Adding a glass of vinegar to the drum can help prevent these odors.
-If the smell is very pungent, spray the stain with ammonia and wash the garment right away.
Smell in the garbage can
To prevent bad odors in the garbage can, the ideal is to spread a little baking soda on the bottom and cover it with kitchen paper, which will also serve to absorb any moisture that escapes from the bag. This solution is very effective in eliminating the smell of tobacco or dirty diapers.
If you have a pair of shoes or sneakers that give off a lot of odor when you take them off, put a thin layer of baking soda inside them, on the insole, and spray a little vinegar. Keep in mind that it must be dried immediately, so it has to be very little; otherwise you will ruin the shoes. We let it rest for at least one night, although the ideal is a week; we brush the interior well with a toothbrush, and, finally, we vacuum.
David, earth planet , knopfler and a humble man 