La bioenergética es una técnica terapéutica que ayuda a la persona a volver a su cuerpo y a disfrutar lo mejor posible de la vida corporal. La idea básica es la unidad dinámica del ser humano. Todas las funciones del hombre, tanto somáticas como psíquicas, son efecto de la energía vital y cualquier incremento o disminución de esa energía afectará tanto al cuerpo como a la mente. La interacción cuerpo-mente es tal que, siendo conscientes del propio cuerpo podemos llegar a saber quién somos en realidad, es decir, podemos llegar a conocer nuestra propia mente. Liberar las tensiones y corregir problemas psicológicos a través de la actividad corporal nos da la posibilidad de una vida más plena y más feliz.
La bioenergética está basada en el trabajo de Wilhelm Reich. Fue mi maestro desde 1940 hasta 1952, y también mi psicoanalista entre 1942 y 1945. Lo conocí en 1940, en la Nueva Escuela de Investigaciones Sociales de Nueva York, donde impartía un curso sobre análisis del carácter. Me interesó mucho la descripción del contenido de dicho curso, en el que se hacía referencia a la identidad funcional del carácter de la persona, relacionado con su actitud corporal o estructura muscular. En este caso se entiende por estructura el conjunto de tensiones musculares crónicas del cuerpo. Suele denominarse «armadura» porque sirve para proteger al individuo de las experiencias emotivas dolorosas y amenazadoras. Lo defienden de los impulsos peligrosos de su propia personalidad, y también de los ataques de los demás.
Interesante para los que se interesan por sí mismos. Fascinante pensador que murió con casi cien años – ¡lo que me hace pensar bien sobre la validez de sus teorías! – en este texto decididamente introductorio (pero resumido) expone el corpus intelectual que sustenta el concepto de bioenergética.
Los primeros 2/3 del ensayo me parecieron muy intrigantes, con la debida distinción en algunas simplificaciones teóricas que, aunque probablemente ciertas, no me iluminaron mucho. Los últimos capítulos están menos centrados en lo que me interesaba: tal vez sean el non plus ultra para otros lectores.
Como sucede a menudo, toma lo que es bueno.
Alexander Lowen escribió este libro de descripción general/resumen del proceso que desarrolló llamado bioenergética. Habiendo experimentado la bioenergética, encontré el libro aclarando y validando mis experiencias. Lo que más aprecié fue saber que Lowen era, ante todo, un científico. Este no es un grandioso libro de autoayuda. En particular, su descripción de los tipos de cuerpo es extremadamente esclarecedora.
Alexander Lowen fue alumno de Wilhem Reich, quien más tarde desarrolló su propio sistema de psicoterapia combinado con ejercicios físicos, masajes y estimulación muscular llamado Bioenergética, y este libro explica las bases de este método.
Este es un libro muy importante para cualquier persona en el camino de la realización. En ese camino estamos tratando de deshacernos de todos los patrones mentales que nos impiden experimentar lo Divino, a través de la meditación y la contemplación. Muchos ignoran el cuerpo, lo cual es un error que no se debe cometer.
Este libro explica cómo las diferentes posturas, la tensión de los grupos musculares, el movimiento hablan sobre el mundo interior y el autor explica su método de integración cuerpo-mente a través de terapias de conversación y ejercicios.
Es muy importante entender cómo el cuerpo puede ser una jaula o un recipiente.
Un individuo neurótico conserva el equilibrio reteniendo su energía en las tensiones musculares y limitando su deseo sexual. El individuo sano no tiene limitación, y su energía no se encuentra aprisionada en su armadura muscular. Por lo tanto, toda su energía está a disposición del placer sexual o de cualquier otra expresión creadora. Su economía energética funciona a alto nivel —la economía de la energía a niveles bajos es característica de la mayoría de la gente, y de ahí su tendencia a la depresión, que es endémica en nuestra cultura.
Reich había llegado a la conclusión de que la salud emocional estaba relacionada con la capacidad de entregarse por entero en el acto sexual, es decir, con la potencia orgásmica, como él la llamaba. Había comprobado que ningún neurótico tenía esta capacidad.
La neurosis no solo obstaculizaba la entrega, sino que, al frenar la energía con las tensiones musculares crónicas, impedía que se pudiese liberar en el acto sexual. También había observado que los pacientes que adquirían capacidad para conseguir la satisfacción orgásmica plena en el acto sexual se liberaban, y seguían liberados de cualquier comportamiento o actitud neurótica. El orgasmo pleno, según Reich, descargaba todo exceso de energía del organismo, por lo que no le quedaba al individuo energía para sustentar o continuar los síntomas de la conducta neurótica
Es importante saber que Reich definía el orgasmo como algo distinto a la eyaculación o al clímax. El primero representaba una reacción involuntaria del cuerpo total, manifestada en movimientos rítmicos y convulsivos. El mismo tipo de movimiento puede producirse cuando la respiración es completamente libre, y el individuo se abandona a su cuerpo.
La imposición de las manos representaba una ramificación importante de la práctica analítica tradicional. En los análisis freudianos estaba estrictamente prohibido todo contacto físico entre analista y paciente. El primero se sentaba detrás del segundo sin que este lo viese y venía a hacer las veces de una pantalla sobre la cual el paciente proyectaba sus pensamientos. No estaba completamente inactivo, porque sus profundas reacciones a las ideas expresadas por el paciente y sus interpretaciones verbales constituían una influencia importante sobre el proceso mental. Reich hizo del analista una fuerza más directa en el procedimiento terapéutico.
La vida es en sí misma un proceso de crecimiento, que comienza con el del cuerpo y sus órganos, sigue avanzando con el desarrollo de aptitudes motoras, con la adquisición de conocimientos y la ampliación de relaciones, y termina en la experiencia máxima, que llamamos sabiduría. Estos aspectos del crecimiento se sobreponen unos a otros, porque la vida y el desarrollo se producen en un medio natural, cultural y social. Y aunque el proceso del crecimiento es continuo, nunca es igual. Existen periodos de allanamiento horizontal, durante los cuales se asimilan las experiencias y el organismose prepara para una nueva subida. Cada una de estas subidas lleva a una elevación o cima nueva y crea lo que llamamos una experiencia cumbre. Y cada una de estas experiencias cumbre, a su vez tiene que integrarse en el seno de la personalidad para que se produzca un nuevo crecimiento y el individuo termine adquiriendo un estado de sabiduría.
La bioenergética es la aventura del descubrimiento de sí mismo. Se diferencia de otras terapias análogas en el campo del yo en que trata de entender la personalidad humana en función del cuerpo, mientras que la mayor parte de las investigaciones anteriores se concentraban en la mente.
Teniendo en cuenta que el setenta por ciento del cuerpo está compuesto de agua, una parte distribuida, pero en gran cantidad líquida, pueden describirse las sensaciones, sentimientos y emociones como corrientes u olas de este cuerpo líquido. Las sensaciones, sentimientos y emociones son las percepciones de movimientos internos en el cuerpo relativamente fluido. Los nervios sirven de intermediarios en estas percepciones y coordinan las reacciones, pero los impulsos y movimientos interiores son intrínsecos yesenciales en la carga energética del organismo, en sus ritmos y pulsaciones naturales. Estos movimientos internos representan la movilidad del cuerpo, que es distinta a los movimientos voluntarios sujetos a control consciente. Se observan más claramente en los muy jóvenes. En el cuerpo de un niño puede verse el juego constante del movimiento como las olas de un lago, solo que estos movimientos están producidos por fuerzas interiores. Al envejecer el individuo, su movilidad corporal tiende a disminuir. Los movimientos se hacen más estructurados y rígidos, hasta que cesan totalmente con la muerte.
En todos nuestros movimientos voluntarios existe un factor involuntario, que representa la movilidad esencial del organismo.
La vida emocional del individuo depende de la movilidad de su cuerpo; se encarga de esta función la propagación o flujo del deseo a través de él. Las anomalías o trastornos de esta expansión constituyen obstáculos o bloqueos, los cuales se manifiestan en las áreas en las que se reduce la movilidad corporal. Estas áreas pueden palparse fácilmente, o explorarse con los dedos, para observar las contracturas de la musculatura. Las expresiones «bloqueo», «insensibilidad o zona muerta» y «tensión muscular crónica» sirven para explicar el mismo fenómeno. Generalmente, se puede tener la sensación de que hay un bloqueo al ver un área insensible, y al sentir o palpar la contracción muscular que lo soporta.
Al ser el cuerpo un sistema energético, es natural que esté en interacción con su entorno de forma energética. Además de la energía derivada de la combustión de los alimentos, el individuo se estimula o carga en virtud del contacto con fuerzas positivas.
La relación de los pies con el rango y la categoría social se aprecia claramente en la antigua costumbre china de vendar los pies de las niñas para que no les creciesen y se les quedasen relativamente inútiles. Esta práctica obedecía a dos motivos. Los pies pequeños eran sinónimo de mayor categoría social: todas las mujeres nobles de China tenían pies diminutos, lo cual indicaba que no estaban obligadas a trabajar ni caminar demasiado, sino que eran transportadas en palanquín. Las campesinas, que no podían permitirse este lujo, tenían los pies grandes, anchos y planos. El otro motivo para deformar los pies de las mujeres era tenerlas sujetas en casa y privarlas de independencia. Pero como esta práctica se limitaba a determinada clase social, debe considerarse como una manifestación de las ideas culturales de los chinos. La materia que estudia cómo se manifiestan las actitudes culturales en la expresión del cuerpo se llama cinética. En bioenergética estudiamos el efecto de la cultura en el cuerpo en sí mismo.
La capa del ego, que contiene las defensas psíquicas y es la más externa de la personalidad; a continuación expongo las defensas típicas:
1. Negación
2. Proyección
3. Reproche
4. Desconfianza
5. Racionalizaciones e intelectualizaciones
La capa muscular, en la que se encuentran las tensiones musculares crónicas que apoyan y justifican las defensas del ego, y al mismo tiempo protegen al individuo contra la capa interior de sentimientos reprimidos que no se atreve a expresar.
La capa emocional de sentimiento, en la que se incluyen las emociones reprimidas de ira, pánico o terror, desesperación, tristeza y dolor.
El centro o corazón, del cual emana el sentimiento de amar y ser amado.
El enfoque terapéutico no puede limitarse a la primera capa, por importante que sea. Aunque podemos ayudar al individuo a adquirir conciencia de sus tendencias a negar, proyectar, reprochar o racionalizar, este conocimiento consciente casi nunca afecta a las tensiones musculares o libera los sentimientos reprimidos. Este es el punto débil del enfoque exclusivamente verbal, que necesariamente se limita a la primera capa. Si no están afectadas las tensiones musculares, el conocimiento consciente puede fácilmente degenerar en un tipo distinto de racionalización, con una forma análoga, pero alterada, de negativa y proyección.
La vida se orienta en primer lugar hacia la búsqueda del placer y la huida del dolor. Es una orientación biológica, porque, corporalmente, el placer estimula la vida y el bienestar de nuestro cuerpo. Como sabemos, el dolor es una amenaza a la integridad del organismo, ola reacción a esa amenaza. Nos abrimos y buscamos espontáneamente el placer, y nos cerramos y nos retiramos de cualquier situación dolorosa. Y cuando una situación contiene una promesa de placer junto con una amenaza de dolor, experimentamos ansiedad.
Este concepto de ansiedad no contradice las ideas que he expuesto anteriormente. La perspectiva del placer provoca en el organismo un impulso hacia el exterior para llegar a la fuente de ese placer, pero el peligro del dolor fuerza al organismo a ahogar este impulso, creando así un estado de ansiedad.
La palabra «esquizoide» deriva de «esquizofrenia» y se refiere al individuo en cuya personalidad hay tendencias hacia esta enfermedad. Estas tendencias consisten en dividir o escindir el funcionamiento unitario de la personalidad, disociando, por ejemplo, el pensamiento del sentimiento, o inclinándose en este sentido—lo que piensa el individuo parece tener poca relación con lo que siente o con la manera en que se comporta—, y en interiorizarse, interrumpiendo o perdiendo contacto con el mundo o la realidad exterior. El esquizoide no es esquizofrénico, y quizás nunca llegue a serlo, pero estas tendencias están presentes en su personalidad, casi siempre bien compensadas.
La palabra «esquizoide» se aplica a una persona que tiene disminuido el sentido del yo, cuyo ego es débil y cuyo contacto con su cuerpo y sus sentimientos se ve considerablemente reducido.
La ansiedad de caer suele ir asociada con el vértigo; la mayor parte de la gente lo experimenta cuando se coloca al borde de un precipicio. Aunque los pies estén en tierra firme y no haya peligro, se sienten mareados y les parece que pierden el equilibrio. La ansiedad de caerse parece ser una experiencia exclusivamente humana, porque todos los cuadrúpedos pisan con seguridad en las mismas circunstancias. Hay quien experimenta esta ansiedad con tal intensidad que simplemente, al circular en coche por un puente, tienen una reacción similar; este caso es claramente patológico.
Otras personas no parecen sentir este tipo de ansiedad.
Durante los últimos diez años ha habido un interés creciente por lo que se ha llamado expansión de la conciencia. El núcleo de esta expansión forma parte del nuevo enfoque humanístico de la psicología, derivado de la educación de la sensibilidad, el movimiento de encuentro, la terapia gestalt,la bioenergética y otras modalidades para ampliar la conciencia de sí mismo y de los demás. Como la bioenergética contribuyó a este desarrollo y pertenece al enfoque humanístico, es importante comprender el papel que desempeña la conciencia en esta terapia y cómo se expansiona con ella.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que esta idea no es nueva en la cultura humana, porque esta es el resultado del esfuerzo continuado del hombre por ampliar su conciencia. Cada paso dado para desarrollar la cultura tanto en el campo de la religión como en el de las artes, las ciencias naturales o la política ha representado una expansión de la conciencia. Lo novedoso es la concentración consciente en la necesidad de expandirla.
Cuando nuestras emociones se integran con nuestros pensamientos, puede hablarse de un principio. El orden de su desarrollo es el siguiente:
1. Sensación
2. Sentimiento
3. Emoción
4. Principio
Con respecto a los principios, el ego y el cuerpo, el pensamiento y el sentimiento se integran en una unidad consciente.
Uno de los principios que acepta gustosamente mucha gente es el de la franqueza.
Posiblemente el mayor problema al que se enfrenta nuestra sociedad sea la falta de principios morales en una gran cantidad de sus miembros. Pero a mí me parece que una moral impuesta no puede funcionar. Podría hacer que se comportasen como es debido unas cuantas personas si contaba con el apoyo de la mayoría, pero jamás sería capaz de mantener en el camino correcto a la mayor parte de los ciudadanos. No creo que haya dado resultado nunca una moralidad impuesta. Los códigos morales de la antigüedad no fueron impuestos, a pesar de tantas pruebas que en apariencia dicen lo contrario. Moisés entregó los Diez Mandamientos a su pueblo, pero si no hubiesen estado de acuerdo con las convicciones que él tenía sobre lo que está bien y lo que está mal, pronto los habrían desechado y olvidado.
Los principios morales no son absolutos, aunque algunos se acerquen. Se desarrollan para ayudar a la gente a sentirse bien y proceder de manera eficaz en una situación cultural determinada, y quedan despojados de todo valor cuando ya no realizan esa función. La sinceridad puede parecer un principio moral natural, pero hay circunstancias en las que decir la verdad es un acto de debilidad o cobardía. No puede decirse la verdad a un enemigo, cuando esto sea traicionar a un amigo. Hay aquí un principio más profundo de lealtad.
Sin embargo, cualquiera que sea la situación cultural, la gente necesita principios morales para orientar y regir su conducta. Sin ellos, la sociedad se desintegraría en el caos, y la gente terminaría desquiciada. Cuando son las personas las que desarrollan sus propios principios, estoy seguro de que resultarán eficaces en cualquier contexto cultural, porque la naturaleza humana es la misma.
El principio íntimo de la bioenergética es la dualidad y unidad simultánea de la personalidad humana. El hombre es un pensador creativo y un animal que siente; y es hombre o mujer. Es una mente racional y un cuerpo no racional; sencillamente, un organismo vivo. Tiene que vivir en todos los ámbitos a la vez, lo cual no es tarea fácil. Para ser un individuo integrado, tiene que estar identificado con su cuerpo y con su palabra. Decimos que un hombre vale tanto como su palabra. Con respeto nos referimos a él, diciendo que es un hombre de palabra. Para lograr esta integración, el individuo tiene que empezar por ser su cuerpo: tú eres tu cuerpo. Pero eso no es todo. Es preciso acabar siendo la palabra: tú eres tu palabra. Ahora bien, la palabra debe proceder del corazón.
Libros del autor comentados en el blog:
Bioenergetics is a therapeutic technique that helps the person to return to his body and enjoy the best possible body life. The basic idea is the dynamic unity of the human being. All the functions of man, both somatic and psychic, are the effect of vital energy and any increase or decrease in that energy will affect both the body and the mind. The body-mind interaction is such that, by being aware of our own body, we can come to know who we really are, that is, we can come to know our own mind. Releasing tensions and correcting psychological problems through bodily activity gives us the possibility of a fuller and happier life.
Bioenergetics is based on the work of Wilhelm Reich. He was my teacher from 1940 to 1952, and also my psychoanalyst from 1942 to 1945. I met him in 1940 at the New School for Social Research in New York, where he was teaching a course on character analysis. I was very interested in the description of the content of said course, in which reference was made to the functional identity of the person’s character, related to his body attitude or muscular structure. In this case, structure is understood as the set of chronic muscular tensions in the body. It is often called «armor» because it serves to protect the individual from painful and threatening emotional experiences. They defend him from the dangerous impulses of his own personality, and also from the attacks of others.
Interesting for those who are interested in themselves. Fascinating thinker who died at nearly a hundred years old-which makes me think highly of the validity of his theories! – in this decidedly introductory (but summarized) text, he exposes the intellectual corpus that supports the concept of bioenergetics.
I found the first 2/3 of the essay very intriguing, with due distinction being made on some theoretical simplifications that, while probably true, did not illuminate much. The last chapters are less focused on what interested me: perhaps they are the non plus ultra for other readers.
As often happens, take what is good.
Alexander Lowen wrote this overview/summary book of the process he developed call bioenergetics. Having experienced bioenergetics, I found the book clarifying and validating of my experiences. What I appreciated most of all is learning that Lowen was indeed a scientist first and foremost. This is no grandiose self-help book. In particular, his description of body types is extremely enlightening.
Alexander Lowen was a pupil of Wilhem Reich, who later developed his own system of psychotherapy combined with physical exercises, massage and muscle stimulation called Bioenergetics, and this book is explaining the basis of this method.
This is a very important book for anyone on that path we are trying to get rid of all the mind-patterns that keep us from experiencing the Divine, trough meditation and contemplation. Many ignore the body, which is a mistake that shouldn’t be made.
This book explains how different postures, muscle group tightness, movement speaks about the inner world and the author explains his method of body-mind integration trough talk therapy and exercises.
It is very important to understand how the body can be a cage or a vessel.
A neurotic individual maintains balance by retaining his energy in muscular tensions and limiting his sexual desire. The healthy individual has no limitation, and his energy is not imprisoned in his muscular armor. Therefore, all of his energy is available for sexual pleasure or any other creative expression. His energy economy functions at a high level—energy economy at low levels is characteristic of most people, hence his tendency toward depression, which is endemic in our culture.
Reich had come to the conclusion that emotional health was related to the ability to give oneself completely in the sexual act, that is, to orgasmic potency, as he called it. He had verified that no neurotic had this capacity.
The neurosis not only hindered delivery, but also, by slowing down the energy with chronic muscular tensions, prevented it from being released in the sexual act. He had also observed that patients who gained the ability to achieve full orgasmic satisfaction in intercourse became free, and remained free, of any neurotic behavior or attitude. Full orgasm, according to Reich, discharged all excess energy from the organism, so that the individual had no energy left to sustain or continue the symptoms of neurotic behavior.
It is important to know that Reich defined orgasm as something other than ejaculation or climax. The first represented an involuntary reaction of the total body, manifested in rhythmic and convulsive movements. The same type of movement can occur when the breath is completely free, and the individual abandons himself to his body.
The laying on of hands represented an important offshoot of traditional analytic practice. In Freudian analyzes all physical contact between analyst and patient was strictly prohibited. The former sat behind the latter without the latter seeing him and acted as a screen on which the patient projected his thoughts. He was not completely inactive, because his profound reactions to the ideas expressed by the patient and his verbal interpretations constituted an important influence on the mental process. Reich made the analyst a more direct force in the therapeutic procedure.
Life is itself a growth process, beginning with the growth of the body and its organs, moving forward with the development of motor skills, with the acquisition of knowledge and the expansion of relationships, and ends in the ultimate experience, which we call wisdom. These aspects of growth overlap one another, because life and development occur in a natural, cultural, and social environment. And although the process of growth is continuous, it is never the same. There are periods of horizontal flattening, during which experiences are assimilated and the organization prepares for a new rise. Each of these climbs leads to a new elevation or peak and creates what we call a summit experience. And each of these peak experiences, in turn, has to be integrated into the core of the personality so that new growth occurs and the individual ends up acquiring a state of wisdom.
Bioenergetics is the adventure of discovering oneself. It differs from other analogous therapies in the field of the self in that it tries to understand the human personality in terms of the body, while most of the previous research focused on the mind.
Taking into account that seventy percent of the body is composed of water, a distributed part, but in a large liquid quantity, the sensations, feelings and emotions can be described as currents or waves of this liquid body. Sensations, feelings and emotions are the perceptions of internal movements in the relatively fluid body. The nerves serve as intermediaries in these perceptions and coordinate the reactions, but the internal impulses and movements are intrinsic and essential in the energy charge of the organism, in its natural rhythms and pulsations. These internal movements represent the mobility of the body, which is different from voluntary movements subject to conscious control. They are most clearly seen in the very young. In a child’s body you can see the constant play of movement like the waves of a lake, only these movements are produced by inner forces. As the individual ages, his bodily mobility tends to decrease. The movements become more structured and rigid, until they cease completely with death.
In all our voluntary movements there is an involuntary factor, which represents the essential mobility of the organism.
The emotional life of the individual depends on the mobility of his body; this function is taken care of by the propagation or flow of desire through it. Anomalies or disorders of this expansion constitute obstacles or blockages, which are manifested in the areas in which body mobility is reduced. These areas can be easily palpated, or explored with the fingers, to observe muscle contractures. The terms «blocking,» «numbness or dead zone,» and «chronic muscle tension» serve to explain the same phenomenon. Generally, you can get the feeling that there is a blockage by seeing a numb area, and by feeling or palpating the muscle contraction that supports it.
Being the body an energy system, it is natural that it is in interaction with its environment in an energetic way. In addition to the energy derived from the combustion of food, the individual is stimulated or charged by virtue of contact with positive forces.
The relationship of feet to rank and social status is clearly seen in the ancient Chinese custom of binding girls’ feet so that they would not grow and would be relatively useless. This practice was due to two reasons. Small feet were synonymous with higher social status: all the noblewomen of China had tiny feet, indicating that they were not forced to work or walk too much, but were transported by palanquin. Peasant women, who could not afford this luxury, had large, wide and flat feet. The other reason for deforming women’s feet was to keep them restrained at home and deprive them of their independence. But since this practice was limited to a certain social class, it must be considered as a manifestation of the cultural ideas of the Chinese. The subject that studies how cultural attitudes are manifested in the expression of the body is called kinetics. In bioenergetics we study the effect of culture on the body itself.
The layer of the ego, which contains the psychic defenses and is the outermost layer of the personality; Here are the typical defenses:
1. Denial
2. Projection
3. Reproach
4. Mistrust
5. Rationalizations and intellectualizations
The muscular layer, in which are the chronic muscular tensions that support and justify the defenses of the ego, and at the same time protect the individual against the inner layer of repressed feelings that he does not dare to express.
The emotional layer of feeling, which includes the repressed emotions of anger, panic or terror, despair, sadness, and grief.
The center or heart, from which emanates the feeling of loving and being loved.
The therapeutic approach cannot be limited to the first layer, as important as it is. Although we can help the individual become aware of his tendencies to deny, project, blame, or rationalize, this conscious awareness almost never affects muscular tensions or releases repressed feelings. This is the weak point of the purely verbal approach, which is necessarily limited to the first layer. If muscular tensions are not affected, conscious awareness can easily degenerate into a different type of rationalization, with an analogous but altered form of denial and projection.
Life is oriented in the first place towards the search for pleasure and the flight from pain. It is a biological orientation, because, bodily, pleasure stimulates the life and well-being of our body. As we know, pain is a threat to the integrity of the organism, or a reaction to that threat. We open up and spontaneously seek pleasure, and we close down and withdraw from any painful situation. And when a situation contains a promise of pleasure coupled with a threat of pain, we experience anxiety.
This concept of anxiety does not contradict the ideas that I have exposed previously. The prospect of pleasure provokes in the organism an outward impulse to reach the source of that pleasure, but the danger of pain forces the organism to stifle this impulse, thus creating a state of anxiety.
The word «schizoid» derives from «schizophrenia» and refers to the individual in whose personality there are tendencies towards this disease. These tendencies consist of dividing or splitting the unitary functioning of the personality, dissociating, for example, thinking from feeling, or leaning in this direction—what the individual thinks seems to have little relation to what he feels or to the way in which he feels. behaves—, and internalizing, interrupting or losing contact with the world or external reality. The schizoid is not schizophrenic, and may never become so, but these tendencies are present in his personality, almost always well compensated.
The word «schizoid» is applied to a person who has a diminished sense of self, whose ego is weak, and whose contact with his body and feelings is greatly reduced.
The anxiety of falling is often associated with vertigo; most people experience it when standing on the edge of a cliff. Although the feet are on solid ground and there is no danger, they feel dizzy and seem to lose their balance. The anxiety of falling appears to be a uniquely human experience, because all quadrupeds tread safely under the same circumstances. There are those who experience this anxiety with such intensity that simply, when driving over a bridge, they have a similar reaction; this case is clearly pathological.
Other people don’t seem to feel this kind of anxiety.
During the last ten years there has been a growing interest in what has been called expansion of consciousness. The core of this expansion is part of the new humanistic approach to psychology, derived from sensitivity education, the encounter movement, gestalt therapy, bioenergetics and other modalities to expand awareness of self and others. Since bioenergetics contributed to this development and belongs to the humanistic approach, it is important to understand the role that consciousness plays in this therapy and how it expands with it.
However, we must keep in mind that this idea is not new in human culture, because this is the result of man’s continued effort to expand his consciousness. Every step taken to develop culture, whether in the field of religion, the arts, the natural sciences or politics, has represented an expansion of consciousness. What is new is the conscious concentration on the need to expand it.
When our emotions are integrated with our thoughts, we can speak of a beginning. The order of its development is as follows:
1. Sensation
2. Sentiment
3. Emotion
4. Principle
With regard to principles, the ego and the body, thought and feeling are integrated into a conscious unity.
One of the principles that many people willingly accept is that of frankness.
Possibly the biggest problem facing our society is the lack of moral principles in a large number of its members. But it seems to me that an imposed morality cannot work. He could make a few people behave properly if he had the support of the majority, but he would never be able to keep most of the citizens on the right path. I don’t think an imposed morality has ever worked. The moral codes of antiquity were not imposed, despite so much evidence that seems to say otherwise. Moses gave the Ten Commandments to his people, but had they not agreed with his convictions about right and wrong, they would soon have been cast aside and forgotten.
Moral principles are not absolute, although some come close. They are developed to help people feel good and function effectively in a given cultural situation, and are stripped of all value when they no longer perform that function. Sincerity may seem like a natural moral principle, but there are circumstances where telling the truth is an act of weakness or cowardice. The truth cannot be told to an enemy, when this is to betray a friend. There is a deeper principle of loyalty here.
However, whatever the cultural situation, people need moral principles to guide and govern their behavior. Without them, society would disintegrate into chaos, and people would end up insane. When people develop their own principles, I am sure that they will be effective in any cultural context, because human nature is the same.
The intimate principle of bioenergetics is the simultaneous duality and unity of the human personality. Man is a creative thinker and a feeling animal; and he is male or female. He is a rational mind and a non-rational body; simply a living organism. He has to live in all areas at once, which is no easy task. To be an integrated individual, he has to be identified with his body and with his word. We say that a man is worth as much as his word. With respect we refer to him, saying that he is a man of his word. To achieve this integration, the individual has to start by being his body: you are your body. But that is not all. It is necessary to end up being the word: you are your word. Now the word must come from the heart.
Books from the author commented in the blog:
David, earth planet , knopfler and a humble man 
Muy interesante, gracias David por compartir.
Elvira, gracias siempre por tus comentarios, intento buscar lecturas interesantes como diferentes aunque no siempre se consigue. Feliz descanso
Gracias David.
Feliz descanso.