Durante 14 años clave en la historia de España, Manglano fue conocedor de los principales secretos del país. Se reunió con fuentes del más alto nivel y dejó anotadas todas las conversaciones y la información que pasó por sus manos: más de 200 kilos de papel que constituían su archivo personal.
El jefe de los espías es un relato imprescindible que desvela secretos políticos, económicos y sociales de los principales protagonistas de la historia reciente de España.
Ahora bien por momentos me parece un lavado de cara del rey en el 23F y muchas más cosas. Decepcionado en ese aspecto.
Nombrado director del Centro Superior de Investigación de la Defensa (CESID) tras el golpe de Estado del 23-F, se mantuvo en el cargo más de catorce años, hastajunio de 1995. Durante esos tres lustros fue el hombre mejor informado de España, con fuentes del más alto nivel tanto en el Gobierno como en elEstado. Hombre de la máxima confianza del rey Juan Carlos, fue elegido porAlberto Oliart, ministro de Defensa de la UCD, y gozó después del totalrespaldo del Gobierno de Felipe González. El entonces teniente coronel, luego teniente general, Alonso Manglano mantenía encuentros periódicos —además de llamadas y correspondencia— con los personajes más importantesde España en esos convulsos años. Los de mayor relevancia fueron sus numerosas audiencias con el rey Juan Carlos I en el palacio de la Zarzuela.
El que fuera director del CESID combinaba sus agendas con varios cuadernos de distintos tipos, que serían las vértebras de esa espina dorsal. Tenía uno dedicado en exclusiva a las citas con su jefe, el ministro deDefensa, primordialmente Narcís Serra, con el que más años compartió jerarquía. Son los cuadernos «MD» (ministro de Defensa), aunque hay otros que usaba para diferentes asuntos, casi siempre organizados de formatemática. En buena parte de ellos anotaba a boli en la tapa la fecha de apertura y cierre de cada cuaderno.
Una de las primeras certezas que se encontró el ministro fue que el espionaje español no funcionaba del todo bien. A esas alturas de 1981, con la investigación judicial del 23-F todavía en marcha, ya parece obvio que, en elmejor de los casos, el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID)no se había enterado de nada, e incluso hay sospechas de que alguno de susagentes había tenido algo que ver. Oliart constató muy pronto que los espías españoles eran poco operativos: desde que es ministro casi cada mañana leinforman de una nueva intentona, y eso le parece demasiado.
El despacho del ministro de Defensa es amplio y luminoso. Son las cuatro y media de la tarde. Al fin Oliart está a solas con la persona que mejor se adapta al perfil que busca para dirigir el espionaje español. Pero antes quiere entrevistarlo personalmente. El político es directo:
—Voy a plantearle tres cuestiones: las causas del malestar de las Fuerzas Armadas, la influencia de los panfletos y las medidas a adoptar.
Alonso Manglano tiene claro cuál es el origen remoto de ese malestar. Lo atribuye a la «herencia psicológica, ideológica y moral» del Ejército y al«intervencionismo» en política, tan propio de los siglos XIX y XX. El droit deregard, le dice al ministro, un supuesto derecho del Ejército a controlar loque sucede en el ámbito político.
Según su análisis, a partir de la Transición del franquismo a la democracia, ese deseo de control se percibe en dos preocupaciones de las Fuerzas Armadas: la legalización del Partido Comunista de España (PCE) y la unidad del país. Una parte del Ejército siente que cuando Adolfo Suárez decidió porsu cuenta y riesgo legalizar el PCE el Sábado Santo de 1977, lo hizo traicionando a los generales, a los que unos meses antes había prometido que no daría un paso sin su conocimiento.
—Aun así, lo del PCE es un alboroto más aparente que real —explica Manglano—. En cambio, lo de la unidad de España sí es importante.
En 1981 España está en pleno proceso de descentralización autonómica.
Cataluña y el País Vasco ya cuentan con sus Estatutos de Autonomía, ambosaprobados en 1979, y el resto de comunidades lo harán próximamente.
Oliart le explica que al parecer el 23-F se produjeron tres golpes paralelos.
El primero, la operación De Gaulle, que era la del general Alfonso Armada, un hombre que había gozado de la máxima confianza de don Juan Carlos y que había llegado a ser jefe de la Casa del Rey en 1976. Armada se inspiraba en la estrategia del general francés Charles de Gaulle en 1958: propiciar una situación militar extrema para que los diputados secuestrados se viesenobligados a frenar el golpe de Estado votando un Gobierno de salvación nacional presidido por un general de prestigio. En la versión española, el propio Armada.
El segundo es el «golpe duro», el protagonizado por el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y el capitán general de Valencia, Jaime Milans del Bosch.
El tercero es el «modelo portugués», con el que pueden referirse al golpe de Estado militar que en 1926 dio un grupo de jefes militares contra el Gobierno de la Primera República e instauró una dictadura que se prolongó hasta 1974.
Manglano llega a otra conclusión que va a marcar su paso por el CESID en los próximos años: «La cooperación entre servicios, especialmente en tres ámbitos: espionaje, sabotaje y contraespionaje». Hasta ese momento, el espionaje español es poco fiable, y poco reconocido fuera de España. Mucho se ha escrito sobre la excesiva influencia de la CIA en España, aunque también hay mucho mito al respecto. Manglano no solo tiene claro que hay que reforzar la presencia fuera y los vínculos con otros servicios, sino que considera que «la información exterior (en otros países) debe estar dirigida a ejercer influencia en la formulación de la política exterior». Pasado el tiempo, su dedicación en este campo será fundamentalpara la consolidación internacional de la España democrática y para el incremento notable de su influencia en Hispanoamérica, Europa, el norte de África y el mundo árabe. Algo inimaginable en 1981.
El papel del CESID consiste en estar al tanto de movimientos y estrategias paraproteger al Estado que le paga. ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar para reducir sus condenas? Aún quedan unos meses para el comienzo del juicio, el 19 de febrero de 1982, pero conviene estar preparados. El rey está amenazado.
Según confiesa don Juan Carlos a Manglano aquella tarde de mayo de 1981, el sentimiento que mejor refleja lo que el rey de España sintió en la noche del 23-F se resume en una palabra: «Soledad».
Otra de las cuestiones relevantes que preocupan en la Zarzuela a comienzos de 1981 tiene que ver con Adolfo Suárez, el presidente del Gobierno de laTransición, el hombre elegido por el rey y por Torcuato Fernández-Miranda para pilotar ese proceso histórico desde el Ejecutivo.
Durante años, el triángulo formado por ellos funcionó como un reloj.
A Emilio Alonso Manglano no le gusta cómo está organizado el Servicio que se dispone a dirigir. Es ineficaz, carece de una estructura moderna, no tiene un adecuado sustento legal y cuenta con una excesiva presencia de militares. Y una cosa más: casi no hay mujeres. Es un hecho más que comúnen la España de 1981, pero el nuevo jefe del espionaje no está dispuesto a tolerarlo: quiere mujeres, quiere jóvenes y quiere civiles. Por eso pide que le llamen director y no coronel. Un cambio en el trato que supone una auténtica revolución en el Servicio.
Tampoco le gusta que las distintas oficinas dependientes del CESID estén repartidas por el centro de Madrid, y ya desde su llegada al paseo de la Castellana 5 empieza a trabajar en la centralización en un único edificio, aunque haya que alejarlo de la principal arteria de la capital. Lo que sí legusta es el lema del Servicio: Ex notitia victoria (Saber para vencer).
Cuatro prioridades:
– Creación de un servicio de Defensa similar al existente en los paísesoccidentales, especialmente los europeos.
– Asignación de una estructura orgánica y de misiones parecidas adicho servicio.
– Creación de una estructura material y personal adecuada para aquellas misiones lo más próximas posible a países.
– Profesionalización.
En esos primeros meses al frente del CESID, Emilio Alonso Manglano también ofrece asesoramiento al ministro de Defensa para profesionalizar y modernizar las Fuerzas Armadas y para establecer una adecuada relación entre el servicio de inteligencia y el Ministerio de Defensa, del que depende.
La prensa acecha, y los servicios de inteligencia quieren estar al tanto. En esta cuestión Manglano no se va a andar con menudencias. En sus primeras notas teóricas ya había tenido en consideración la importancia de tener personas de confianza entre los informadores.
El año que Emilio Alonso Manglano toma las riendas de la inteligencia española, la banda terrorista ETA (Euskadi ta Askatasuna) mata a más de treinta personas. Durante el año anterior, 1980, el más sangriento de su trágica, ignominiosa y criminal historia, fueron más de noventa los españoles asesinados bajo el plomo del terrorismo separatista vasco. ETA es, junto al
golpismo — y estrechamente vinculado a él, pues la involución mama en parte de la debilidad de la respuesta a los etarras—, la principal amenaza de la embrionaria democracia española.
Escribe el nombre de Daniel Pont Martín, un preso común muy popular, pues fue uno de los fundadores de la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), en la cárcel de Carabanchel en 1976. Bajo su nombre anota:«Preparar infraestructura ETA». Parece ser que este reo ha tenido algunos contactos con los polimilis, miembros de ETA-político militar. En 1981 esta facción de ETA estaba preparando el abandono definitivo de las armas, enplena tensión con ETA-militar. Mediado el año, Manglano reflexiona sobrelas «condiciones para una negociación». Alternativa KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista), germen de Herri Batasuna, tomaría el relevo de la violencia en la política.
Manglano sabe que el terrorismo de ETA será una de las grandes prioridades de su mandato. Es necesario crear una estructura moderna para hacer frente a tal amenaza, sin perder de vista cómo puede influir la más que probable llegada de la izquierda al poder.
Las confesiones del rey al nuevo jefe de los espías en su primer encuentro habían puesto sobre la mesa un problema que tarde o temprano habría que afrontar. Dimitido Adolfo Suárez, la joven democracia española debía aprender a convivir con la figura del primer expresidente democrático.
El distanciamiento entre el rey y Suárez en los últimos años es un síntoma de que hay un problema, y Emilio Alonso Manglano debe contribuir a resolverlo.
Pero hay una segunda derivada: ¿quién debe ser el sucesor de Adolfo Suárez en la UCD y quién el candidato de esta coalición a la presidencia del Gobierno en las siguientes elecciones?.
En esa conversación inicial, don Juan Carlos le da su opinión a Manglano sobre las dos personas que han sucedido interinamente a Suárez: el que ha heredado el mando en el partido, Agustín Rodríguez Sahagún, y el que ha tomado el testigo en la presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo. De Rodríguez Sahagún, el rey le dice a Manglano que «no ve más allá de sus narices». De Calvo-Sotelo opina que es «más serio y más puntual», y una cualidad muy importante: «Tiene idea del Estado». No hay duda de que prefiere al segundo, pero de sus palabras no puede deducirse un entusiasmo especial”.
La crisis por la sucesión de Suárez genera una enorme inestabilidad política. El expresidente de la UCD ha dejado el partido descabezado y no seha preocupado por propiciar una sucesión ordenada. El rey es consciente delas dificultades que la estrategia de Suárez está generando al nuevo Gobierno,y de las complicaciones que acompañan su ambición política, nuncasuficientemente colmada. Pero tiene un plan que tal vez pueda frenarlo:
—Estoy dispuesto a neutralizar a Suárez —confiesa el rey.
El jefe del Estado revela al líder del espionaje el punto débil del expresidente. Así de claro se lo había expresado al rey: «Si me hacen duque, no me meteré en política». Y así fue: el 25 de febrero de 1981 don Juan Carlos le concedió el ducado a Suárez, un gesto de reconocimiento con el que el rey, según le revela a Manglano, también buscaba evitar que Suárez siguiera metido en política.
A estas alturas de 1982, ya en el mes de abril, parece claro que Adolfo Suárez tiene decidido permanecer en política. Alguien le cuenta a Manglano que Suárez «está planteando la posibilidad de constituir un grupo aparte queiría a las elecciones de forma independiente para luego aliarse con el centro ocon el PSOE». Las sospechas son cada vez más evidentes.
La guerra ha comenzado. El partido que sirvió de instrumento para el proceso de la Transición, y que Suárez lideró durante cinco años aprovechando su tirón como primer presidente del Gobierno del proyecto reformista de don Juan Carlos, está tocado de muerte. Una alfombra roja para el PSOE de Felipe González.
Un nublado día de 1989, casi ocho años después de la dimisión de Adolfo Suárez, don Juan Carlos le hace a Manglano la que quizás constituya su mayor confesión, una confidencia que el teniente general anota en sus documentos privados: quién patrocinó la Transición española, quién fue ese gran financiador de la operación que permitiría consolidar la democracia tras cuarenta años de dictadura: Arabia Saudí, la casa de Saúd, la única dinastía sobre la faz de la tierra que da nombre a todo un país.
Manglano escucha atentamente y recoge en su agenda las revelaciones de don Juan Carlos: «El rey saudí le dio 36 millones de dólares para la Transición». Esa es la cifra que permitió al rey de España poner en marcha el proceso. Los fondos tenían origen en el oro negro. Desde 1975 y hasta su muerte en 1982, en Arabia Saudí reinó Jálid bin Abdulaziz, que heredó el trono tras el asesinato de su hermano, el rey Faisal. Modernizador y sanadorde la economía saudí desde los años 60, Faisal murió a manos de su propio sobrino, fruto de una venganza familiar.
Esos 36 millones para la Transición no fueron la única contribución de los Saúd, familia con la que don Juan Carlos mantenía y mantiene unas excelentes relaciones, y país al que España compraba grandes cantidades de petróleo. Las agendas de Manglano son testigo de importantes detalles que el jefe del Estado le revela sobre el dinero que recibió del monarca saudí: «Le concedió un crédito de 50 millones de dólares. Se retienen unos 30 en el banco, el resto se invierte. Ganancia de 18 millones de dólares. Ahora le han renovado 30 millones en las mismas condiciones». Además, el rey informa a Manglano de que este tema se lo lleva Manolo Prado y que ahora ha metido también al rey Simeón.
En las agendas de Manglano, la anotación de mayo de 1989 no es la primera referida a la financiación del cambio de régimen. Ya cinco años y medio antes, el 24 de octubre de 1983, el jefe de la inteligencia del Estado acudió a otra audiencia con Su Majestad. Aunque con muchos menos detalles, entre las notas de su agenda aparece esta: «El rey, a través de Manolo Prado, gestionó 50 millones de dólares para UCD. ¿Qué se ha hechode esto?».
Por un momento, Manglano duda de si son millones de dólares «o de pesetas», pero las explicaciones que le da don Juan Carlos confirman que la divisa era la estadounidense, pues se trata del mismo crédito de 50 millonesde dólares, aunque en esta nota inicial también se menciona a la UCD. Esta extraordinaria cantidad formaría parte de los fondos utilizados para financiarla Transición.
Las anotaciones de Manglano muestran que el rey saudí realizó al menos dos entregas al rey Juan Carlos en el contexto del cambio de régimen: por un lado 36 millones de dólares a fondo perdido «para la Transición»; por otro, un crédito a don Juan Carlos de 50 millones de dólares a interés cero, que se renovó luego en 30 millones. Posteriormente llegarían otros créditos, pues en 1995 el montante total que había que devolver ascendía a cien millones de dólares, según los testimonios que recabará el director del CESID y reflejará en agendas, cuadernos y grabaciones.
Roberto Centeno lo valora para este libro: «Se compraba el petróleo a Arabia Saudí y a los Emiratos con la intervención de Manolo Prado. ¿Se llevaba comisiones? Sí, pero mucho menos que las comisiones que te pedían los piratas que había por allí, y ante todo y sobre todo, solucionamos el problema de suministro de España, que hubiera costado ni se sabe, si paraliza la industria de España y los transportes,que era inimaginable. El rey se pudo llevar un dinero en comisiones, lo cual está mal, pero lo cierto y verdad es que sacó a España de una crisis de abastecimiento que pudo ser terrorífica».
El manifiesto de los cien. El Manifiesto es una enérgica protesta contra los medios de comunicación, a quienes atribuyen los «ataques, insultos, injurias y calumnias generalizadoso directos contra miembros» del Ejército, y una advertencia: «Las Fuerzas Armadas, para cumplir mejor su misión, no tienen que ser profesionalizadas, democratizadas o depuradas». La demanda de respeto, y el ataque a los medios, es la prueba más evidente de que entre los militares existe ese mudomalestar y una resistencia a la nueva realidad política. Pero más allá de eso, la gravedad del Manifiesto está en la cercanía, incluso la defensa, de quienes fueron los protagonistas del 23-F, todavía pendientes de ser juzgados enconsejo de guerra:
«Los insultos y ataques a nuestros compañeros los consideramos dirigidos a la colectividad con las consecuencias que ello dé lugar, pues tenemos elCódigo de Justicia Militar para corregir debidamente al que cometa algunafalta, y nuestra fama y prestigio no puede estar en boca de cualquiera».
Separar lo verdadero de lo falso es labor del CESID, pero no resulta tarea fácil. El CESID va comprobando la validez de estas informaciones: Blas Piñar desmiente la recogida de 100.000 firmas y en Reuters no tienen constancia de ese supuesto documento firmado por 500 oficiales y suboficiales. Conviene no dar nada por bueno, pero hay una certeza: sean ciertos o no los rumores, la realidad es que el Manifiesto ha calado hondo en los cuarteles. Un paso más y el Gobierno habrá perdido el control de los militares.
Ya con Felipe González en la Moncloa, uno de los informantes de Emilio Alonso Manglano en asuntos internacionales es el diplomático José Joaquín Puig de la Bellacasa, cercano a don Juan Carlos desde que era príncipe. Hace muchos años que Manglano lo conoce.
En un encuentro mantenido el 7 de junio de 1983, cuando Felipe aún no lleva seis meses en el Gobierno, Puig de la Bellacasa desvela a Manglano los pensamientos del sucesor socialista de Pérez-Llorca en Asuntos Exteriores, elministro Fernando Morán:
—No podemos entrar en la OTAN porque hay un compromiso electoral del PSOE y porque representará una ruptura con las bases del partido.
Manglano es plenamente consciente y por eso cuando aceptó el cargo de director del CESID escribió aquello de «la información exterior debe estar dirigida a ejercer influencia en la formulación de la política exterior». La pregunta adecuada en 1983 es si el presidente del Gobierno socialista está dispuesto adar la batalla contra su ministro y contra su partido para cerrar el proceso iniciado por el Ejecutivo de la UCD. Para Manglano no hay duda: España debe entrar en la OTAN.
El 26 de julio de 1983 Manglano recibe una llamada de don Juan Carlos, que le señala el camino a seguir con el reino alauí. «Me dice —anota eldirector del CESID— que le diga a Hassan:
a. Cooperación en todos los campos. Incluso en Defensa.
b. Coordenadas de su viaje a España.
c. El tema de la pesca. Globalizar.»
Don Juan Carlos trabaja a fondo para que las relaciones bilaterales sean estrechas y fructíferas, y lo sean «en todos los campos».
La política exterior española crece en todas las direcciones. El norte de África es fundamental en todos los órdenes: la reclamación marroquí de Ceuta y Melilla, el terrorismo etarra, la pesca, la descolonización del Sáhara. Emilio Alonso Manglano empieza a adquirir presencia en las relaciones exteriores españolas, siempre desde su posición de jefe de los espías.
En algún momento de marzo de 1984 y en algún lugar de Francia, un confidente de Interior mantiene una conversación con un miembro de ETA. La charla es larga, pero hay algo de lo que le desvela el etarra que obliga alinformante a ponerse en contacto inmediato con el CESID. Es cuestión devida o muerte. La información llega a manos del director del Centro en undocumento fechado el 8 de marzo. Es un folio escrito a máquina por una solacara. En el encabezamiento, dos sellos en color rosa: «secreto» y «urgente». Es una nota confidencial que a nadie le gusta leer, tampoco a Emilio Alonso Manglano.
El trabajo de Emilio Alonso Manglano para internacionalizar el espionajeempieza a dar sus frutos a partir de marzo de 1985. Además de las relaciones con la CIA, que le permiten tener información de primera mano de lasintenciones e intereses de la primera potencia del mundo — con el permiso de la Unión Soviética—, el espionaje español extiende sus redes por el resto deEuropa, América, el norte de África y Oriente Próximo. Es una labor silenciosa, pero de enorme trascendencia para la seguridad del Estado y para el crecimiento internacional de la imagen y la influencia de España. Información es poder. Sin embargo, hay un reto que Manglano aún no escapaz de conseguir: ser admitido en el Club de Berna, la élite del espionaje europeo, la institución que reúne de modo informal a los directores de inteligencia; intercambio de información sin toma de decisiones.
El príncipe Felipe antepone la instrucción militar a la civil.
La disputa sobre su educación se la ha ganado el padre al Gobierno. Ese mismo mes de septiembre comienza una formación que lo llevará a los tres ejércitos, Tierra, Armada y Aire, por ese orden: la Academia General Militar deZaragoza —donde jura bandera el 11 de octubre—, la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) y la Academia General del Aire de San Javier(Murcia). El ciclo completo lo mantendrá ocupado tres años.
Con Felipe en la Escuela de Oficiales, el 29 de mayo de 1986 Manglano almuerza con Sabino Fernández Campo, que le informa de que el rey ha ofrecido a José Joaquín Puig de la Bellacasa la jefatura de la Casa que va a dejar Nicolás de Cotoner: «No sé bien para qué, pero si viene, yo me marcho», dice el secretario general de la Zarzuela al jefe del CESID.
Acaba de nacer el germen de un futuro problema en la Casa del Rey.
En julio de 1988 el príncipe recibirá los despachos de teniente de Infantería, alférez de navío y teniente de Aviación. Se graduará como piloto de helicópteros del Escuadrón de las Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire y recibirá las Alas de Piloto de Helicópteros del Ejército de Tierra y de laArmada. En octubre arrancará su formación universitaria matriculado en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. Pero para llegar a ese punto España aún tiene que superar algunos escenarios, con Manglano como el hombre mejor informado.
En marzo de 1986 España está integrada en la CEE y en la OTAN, y el Gobierno afronta la siguiente parada: elecciones generales. El jefe de los espías es el primer interesado en que prosperen las relaciones internacionalesde la nación. Él contribuye a que así sea, y al mismo tiempo se beneficia a la hora de extender las redes del espionaje a través de los nuevos socios.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad llevan el peso principal de la lucha antiterrorista, pero no es una tarea ajena al CESID.
Es 1986. El saudí se ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo, unos 40.000 millones de dólares de fortuna estimada a base deintermediar entre los fabricantes de armas occidentales y los compradores deOriente Próximo, una zona plagada de conflictos armados. Así, el amigo Khashoggi puede ser considerado un comerciante o un traficante, si bien escierto que nunca será condenado por este delito.
En enero de ese año, el jefe del CESID está investigando el cobro de comisiones ilegales en Defex, la empresa pública española de ventainternacional de armamento. El presidente del Instituto Nacional de Industria(INI, que dará lugar a la SEPI), Luis Carlos Croissier, economista y políticosocialista que está a punto de convertirse en ministro de Industria, acusa a un directivo de «cobrar comisiones y estar en relación con Manolo Prado», comisionista y administrador de las cuentas personales del rey Juan Carlos. Croissier «quiere prescindir de Defex para el comercio exterior». Manglanoanota tres apellidos: «Calvillo, Sotomayor, Kassoghi [sic]».
El 4 de septiembre de 1987 reaparece el mismo directivo, que «está sentenciado, todo el mundo está en contra». El día 30 Manglano se reúne conun grupo de empresarios del sector armamentístico. El punto 7 de la cita versa sobre contratos del Ministerio de Defensa con Irak y Arabia Saudí. Se intuye que se trata de venta de armas fabricadas en España. Hay algún tipo de problema, pues el saudí Khashoggi «no está dispuesto a hacerse cargo». Una última anotación dice: «proteger la operación».
Tendrán que transcurrir treinta años para que en 2017 el Gobierno de Mariano Rajoy disuelva Defex, inmersa en una causa judicial por el pago de comisiones en venta de armas a Arabia Saudí entre los años 1991 y 2016. Las notas de Manglano desvelan que las comisiones venían de atrás.
En 1989 Felipe González está cansado. Tras dos intensas legislaturas al frentedel Gobierno, tiene serias dudas sobre su futuro político. Las eleccionesgenerales deben convocarse antes del verano de 1990, pero 1989 es un añoespecialmente intenso. Al presidente le asaltan las dudas:
¿debe presentarse aunas terceras elecciones?…
Si ese es un año difícil en el palacio de la Moncloa —el caso Guerra supone un cambio de ciclo—, no lo es menos en el de la Zarzuela. El jefe de la inteligencia española va a tener la oportunidad de definir cuál es su papelen relación con el rey, más allá del buen entendimiento personal y profesionalentre ambos. La confianza del rey en el director del CESID es alta: trasagradecerle el regalo, el monarca le pregunta «si le gustó el discurso de Pascua», pronunciado dos días antes frente a la cúpula militar, como estradición todos los 6 de enero. Al rey le interesa la opinión de Manglano. También le cuenta que el presidente del Gobierno le ha dicho que destituirá a Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Exteriores desde 1985, y le confiesa que «está de acuerdo». Sin embargo, esa sustitución aún tardará en llegar.
En marzo de 1993 Emilio Alonso Manglano toma una decisión novedosa. Cuando está a punto de cumplir doce años en la dirección del CESID, concede una entrevista en directo a un medio de comunicación. El hombre que conduce los servicios de inteligencia desde un discreto segundo plano apesar —o tal vez como consecuencia— de la ingente información que maneja, está dispuesto a responder a las preguntas de un periodista, tal vezporque la labor muda del CESID necesita un impulso en la opinión pública, ytal vez porque es hora de hacer balance de tantos años de servicio público.
A pesar de que la entrevista ha sido amable, el director del CESID ha ofrecido cuantiosa información sobre la forma de proceder del servicio que dirige desde 1981. Es muy probable que al oyente medio le haya sorprendido el grado de profesionalización del espionaje español y el riesgo que asumen en su día a día muchos de los agentes, así como el alcance de sus misiones. En 1993 el área de influencia del CESID alcanza a gran parte del mundo, y el responsable de que así se sea es Emilio Alonso Manglano, el padre de la inteligencia moderna en España. Sin embargo, el responsable de un servicio vale más por lo que calla que por lo que cuenta.
Mario Conde es un masón independiente. La conexión masónica ha sido particularmente de ayuda einfluencia para él en Francia, donde estamos examinando sus conexiones. Una de las más prominentes es Jean-Louis Petriat, presidente de Garantie Mutuelle des Fonctionnaires (GMF), firma de seguros para empleados estatales, y de FNAC, la mayor cadena de discos y material fotográfico de Francia. Petriat es el fundador y presidente de la Sociedad de Amigos Franco-Española, de la que Conde ha sido un prominente adepto. Esta sociedad es, de hecho, un fórum de negocios controlado por los masones y que influencia una gran proporción de operaciones financieras y comerciales entre los dos países.
Las relaciones de Conde con los círculos políticos y financieros argentinos han sido instrumentadas con la ayuda de Jacques Hachuel. La involucración de este último con Monzer al Kassar, y su proximidad o involucración en operaciones de lavado de dinero y de armamento, sugieren que Conde podría compartir algunos contactos e involucraciones en estas áreas, además de las más obvias conexiones con el Gobierno y las altas finanzas. Conde tomó el control de Banca Shaw en Argentina durante el año 1991.
El cuarto y último informe Crillón se centra en los activos ocultos en Suiza, Mónaco y otras jurisdicciones, al tiempo que amplía datos sobre las «operaciones ilegales de armamento» de Armscor, en las que se usaba a Banesto «antes de que Conde se convirtiera en presidente del banco».
Con este informe, altamente especulativo, como germen en la sombra, el 28 de diciembre de 1993 el Banco de España interviene Banesto por un agujero patrimonial de más de 600.000 millones de pesetas.
Previamente el PSOE ha vuelto a ganar las elecciones generales. Es la cuarta victoria consecutiva, pero la arrolladora mayoría absoluta de 1982 parece ya una quimera.
Mario Conde ha caído. El nuevo Gobierno le ha ganado el pulso, o eso cree. Pero el banquero no se da por vencido y está dispuesto a levantarse con un objetivo claro: venganza.
Luis María Anson quien dará un paso al frente y alentará la teoría de la conspiración alrededor de la AEPI en una entrevista concedida al semanario Tiempo el 23 de febrero de 1998, meses después de su salida del diario de Prensa Española. Junto a una gran foto del periodista en actitud desafiante, con gesto altivo, mentón elevado y traje beis, se leerá un contundente titular. «Anson: La confesión». El contenido de la entrevista —realizada por Santiago Belloch, hermano del exministro Juan Alberto Belloch— era una
«confesión» que muchos esperaban:
«Había que terminar con Felipe González, esa era la cuestión. Al subir el listón de la crítica se llegó a tal extremo que en muchos momentos se rozó laestabilidad del propio Estado. Eso es verdad. Tenía razón González cuandodenunció ese peligro…, pero era la única forma de sacarlo de ahí».
En 1995, los dos grandes baches que tiene el Gobierno en el camino son los GAL y las distintas tramas de corrupción económica. Pese a la extraordinaria relevancia del terrorismo de Estado, un asunto de la máxima gravedad, quizás electoralmente tenga más influencia la corrupción. Como el exministro Asunción le aseguró a Manglano, hay ciudadanos que entienden y hasta comparten que si ETA asesina a españoles, el Estado está legitimado para matar a los terroristas: el «he disparado yo» con el que Margaret Thatcher zanjó en el Parlamento británico la muerte de tres terroristas del IRA abatidos por un comando de élite del SAS (Special Air Service) en Gibraltar en 1988.
Si todo el mundo ha cometido un gran error en su vida, el de Emilio Alonso Manglano fue nombrar al coronel Perote. Al frente de la Agrupación de Operaciones y Misiones Especiales (AOME) del CESID, Juan Alberto Perote fue de facto el número dos del Centro. De él dependió el gabinete de escuchas. Allí se vulneró la ley y allí surgió el principio del fin de Manglano en el CESID. Él, que desde su llegada al Centro apostó por incorporar aciviles, confió ciegamente en Perote por su condición de militar.
Cuando fue expulsado del CESID, en 1991, tras una serie de rivalidades internas, el hasta entonces jefe del gabinete de escuchas decidió llevarse documentación. Lo hizo, según dijo a su entorno, para poder defenderse y evitar ser el chivo expiatorio de una actividad ilícita llevada a cabo en el CESID: escuchas ilegales. Desde el Centro la perspectiva es otra: Perote fue el responsable de esas grabaciones ilegales —o de no haberlas destruido después de escucharlas— y, no conforme con eso, decidió sustraer una información clasificada.
Fuera de Banesto desde 1993 y acosado por varios procedimientos judiciales,el triunfador destronado se va a convertir en el principal quebradero decabeza del felipismo. Sus embates van a suponer todo un desafío para el director del CESID por dos motivos: como líder de la inteligencia, la inestabilidad del Gobierno es un problema que se enmarca dentro de suscompetencias. Además, el banquero apuntará más alto, a la cabeza delEstado. Para completar la ecuación, el garganta profunda de Mario Conde esel coronel Juan Alberto Perote.
El 30 de marzo de 1995 es una fecha crucial: la oferta-amenaza-chantaje de Conde se concreta en forma de mensaje a Felipe González. El exbanquero hace sus peticiones. A Manglano se lo cuenta Narcís Serra en una reunión que mantienen a la una y media de la tarde. El director del CESID anota las exigencias de Conde: «Que se hable con el Banco de España, con los fiscales,con Belloch. Que el Gobierno cree otro juzgado, que García Castellón [eljuez] deje el tema Banesto».
El 20 de febrero Manglano se entrevista con el rey en Zarzuela, a las cinco de la tarde. El monarca le da una buena noticia respecto a Mario Conde:
—Me dijo que no creía tener más munición para chantajear.
El rey también le relata que «hay que cortar la relación entre Almansa [en ese momento jefe de la Casa del Rey] y Manolo Prado». Por otro lado, además de ponerlo al tanto sobre la marcha del CESID con Miranda y Del Olmo al frente, el jefe del Estado le confiesa una conversación con un José María Aznar que ya se ve en la Moncloa sin apenas temor a que se repita lode las elecciones de 1993:
—Aznar asegura que me consultará los temas de Defensa. «No doy un paso sin lo que me diga Su Majestad», me ha llegado a decir.
A finales de febrero de 1996 ninguna de las operaciones orquestadas para derribar a Felipe González ha logrado su objetivo. Es más, el presidente del Gobierno vuelve a concurrir a las elecciones generales convocadas para el próximo 3 de marzo. Más de 32 millones de españoles están llamados a las urnas.
Emilio Alonso Manglano fue el director de la inteligencia durante el felipismo. Es cierto que no lo nombró González, sino Calvo-Sotelo, pero desde la llegada del PSOE a la Moncloa la figura de Manglano fue cada vezmás poderosa. Sin embargo, su relación con Felipe González no es ni de lejos tan cercana como la que mantiene con el rey, con el vicepresidente Narcís Serra o con los distintos ministros de Defensa.
El 17 julio de 1997 el general Manglano se ve con el expresidente Felipe González. A pesar de que este ya está alejado del primer plano de la política y ya se ha convertido en un jarrón chino, el asedio de los tribunales sigue abierto en varios frentes. El primer tema que abordan son los GAL.
El siguiente asunto que tratan va creciendo en importancia mediática: Sogecable. El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño, que ha enviado a la cárcel al general Rodríguez Galindo, ha admitido a trámite una denuncia por apropiación indebida del dinero de los decodificadores de Canal+, las fianzas del canal que había traído a los españoles el pago por visión de buen cine, toros, fútbol y porno, que tiene una extraordinaria audiencia incluso codificado. El magistrado ha imputado a la cúpula del Grupo Prisa: Jesús Polanco y Juan Luis Cebrián, y a todo el consejo de administración. Los acusa de haber usado las fianzas de los abonados para las necesidades de financiación de la empresa en vez de mantener los fondos inmovilizados. Es decir: el principal grupo de comunicación del felipismo está seriamenteamenazado. Es casus belli.
En la charla con Manglano, González le hace un anuncio: «Puede haber una querella que lo haga saltar». Efectivamente, un año después Polanco se querellará contra Gómez de Liaño, que terminará apartado de la judicatura por prevaricación.
Seis meses más tarde, el 1 de diciembre, comienza el juicio por el caso Banesto. Mario Conde ha enviado un mensaje a Felipe González para reclamar su apoyo. Andrés Cassinello ha hablado con Adolfo Suárez para que este charlara con Conde, que iba a por todas, según narra Manolo Prado:
—Pepe Navarro ha llegado a un acuerdo con Mario Conde para, al iniciar la vista oral del juicio, hacer un juicio paralelo en su programa, en La Sonrisa del Pelícano. Se lo he contado al rey y le he pedido que no diga nada hasta que pasen unos días. Además, Conde le ha dicho a Carlos Herrera que tiene preparadas dos bombas para antes del juicio. Una es sobre Adolfo Suárez. De la otra, solo sé que es sorprendente.
El exbanquero, que sigue frenético, también ha contado que dispone de información fehaciente sobre un crédito de 1500 millones de pesetas del Banco Santander al Partido Popular que Emilio «Botín ha perdonado».
Manglano le expone a su otro jefe el plan de actuación que tiene preparado para el año siguiente, 1998. Ya fuera de la estructura del Estado, le cuenta su situación económica. El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, le ha contratado como asesor. Por último, conversan sobre Bárbara Rey:
—La tesis de Felipe sobre la Pariente es que Aznar negocia, sin pactar, con Mario Conde con la excusa del rey. Es una trampa. Es momento de hablar directamente, y a fondo, con el expresidente del Gobierno.
El comienzo del siglo XXI es amargo para Emilio Alonso Manglano.
Arrastra una condena, junto a Perote, por las escuchas al rey y a otras personalidades del ámbito político, económico y periodístico entre 1981 y 1991. A finales de 1999 Manglano ya había enviado una carta al jefe de la Casa del Rey que resume cómo vivía ese calvario. Lo que más le molestaba al general era que se dudara de su lealtad al rey Juan Carlos, quien, conviene recordarlo, había
sido grabado mediante el sistema de barridos.
El general Félix Sanz Roldán:
—Mi adiós consiste en deciros, en ordenaros, que no lo olvidéis.
El jefe del Servicio incide en la enormidad de la figura de Manglano para la inteligencia española, «porque este Centro es él, él lo creó, su huella está en todas partes, su voz rota de viejo soldado de Infantería irrumpe de forma casi cotidiana en nuestras vidas y nos manifiesta aún hoy que hemos errado o nos reconoce sin halago —matiza— que hemos tenido algún éxito en elcumplimiento de nuestra misión».
Con la perspectiva que ofrece el transcurso de cuarenta años, en 2021 se puede concluir que el balance de sulabor fue un éxito, aunque eso no significa que fuera un camino fácil y carente de claroscuros. Lo que le sucedió a Manglano después de la llamada del Gobierno es historia de España; lo que le sucedió antes explica por qué el Gobierno se fijó en un hombre que jamás imaginó que se convertiría en la persona con más información del Estado. Información es poder, y en la España de Manglano solo el rey y el presidente del Gobierno tenían una influencia mayor que la suya. Emilio Alonso Manglano jamás imaginó que se convertiría en la tercera persona con mayor influencia del Estado.
Libros de los autores comentados en el blog:
https://weedjee.wordpress.com/2015/09/28/socialistas-de-el/
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During 14 essential years in the history of Spain, Manglano was connoisseur of the main secrets of the country. He met with top-level sources and recorded all the conversations and information that passed through his hands: more than 200 kilos of paper that constituted his personal archive.
The Chief of Spies is an essential story that reveals political, economic and social secrets of the main protagonists of the recent history of Spain.
Now at times it seems like a face lift for the king in 23F and many more things. Disappointed in that regard.
Appointed director of the Superior Center for Defense Research (CESID) after the coup d’état of 23-F, he remained in office for more than fourteen years, until June 1995. During those three decades he was the best informed man in Spain, with sources of the highest level both in the Government and in the State. A man of the highest confidence of King Juan Carlos, he was chosen by Alberto Oliart, Defense Minister of the UCD, and afterwards enjoyed the full support of the Government of Felipe González. The then Lieutenant Colonel, then Lieutenant General, Alonso Manglano held periodic meetings — in addition to calls and correspondence — with the most important figures in Spain in those troubled years. The most relevant were his numerous audiences with King Juan Carlos I in the Zarzuela palace.
The one who was director of the CESID combined his agendas with several notebooks of different types, which would be the vertebrae of that spine. He had one dedicated exclusively to appointments with his boss, the Defense Minister, primarily Narcís Serra, with whom he shared hierarchy for more years. They are the «MD» (Defense Minister) notebooks, although there are others that he used for different matters, almost always organized in a thematic format. In many of them he wrote down in pen on the cover the opening and closing date of each notebook.
One of the first certainties the minister found was that Spanish espionage was not working quite well. At that point in 1981, with the judicial investigation of 23-F still underway, it already seems obvious that, in the best of cases, the Higher Defense Information Center (CESID) had not learned anything, and there is even suspicions that one of his agents had had something to do with it. Oliart found very early that the Spanish spies were not very operative: since he is minister almost every morning they inform him of a new attempt, and that seems too much to him.
The Defense Minister’s office is spacious and bright. It’s half past four in the afternoon. At last Oliart is alone with the person who best suits the profile he is looking for to direct Spanish espionage. But he before he wants to interview him personally. The politician is direct:
—I am going to ask you three questions: the causes of the discomfort of the Armed Forces, the influence of the pamphlets and the measures to be adopted.
Alonso Manglano is clear about the remote origin of this malaise. He attributes it to the «psychological, ideological and moral heritage» of the Army and to the «interventionism» in politics, so typical of the 19th and 20th centuries. The droit deregard, he tells the minister, a supposed right of the Army to control what happens in the political sphere.
According to his analysis, from the transition from Francoism to democracy, this desire for control is perceived in two concerns of the Armed Forces: the legalization of the Communist Party of Spain (PCE) and the unity of the country. A part of the Army feels that when Adolfo Suárez decided on his own account and risk to legalize the PCE on Holy Saturday in 1977, he did so by betraying the generals, whom a few months before he had promised that he would not take a step without his knowledge. .
«Even so, the PCE thing is a more apparent than real uproar,» Manglano explains. On the other hand, the unity of Spain is important.
In 1981 Spain is in the process of regional decentralization.
Catalonia and the Basque Country already have their Statutes of Autonomy, both approved in 1979, and the rest of the communities will do so soon.
Oliart explains that apparently on 23-F there were three parallel blows.
The first, the De Gaulle operation, which was that of General Alfonso Armada, a man who had enjoyed the maximum confidence of Don Juan Carlos and who had become head of the Casa del Rey in 1976. Armada was inspired by strategy of the French General Charles de Gaulle in 1958: to promote an extreme military situation so that the kidnapped deputies were forced to stop the coup by voting a Government of national salvation presided over by a prestigious general. In the Spanish version, the Navy itself.
The second is the «hard blow», the one carried out by the Lieutenant Colonel of the Civil Guard Antonio Tejero and the Captain General of Valencia, Jaime Milans del Bosch.
The third is the «Portuguese model», with which they can refer to the military coup d’état that in 1926 a group of military leaders gave against the Government of the First Republic and established a dictatorship that lasted until 1974.
Manglano reaches another conclusion that will mark his time at CESID in the coming years: «Cooperation between services, especially in three areas: espionage, sabotage and counterintelligence.» Until then, Spanish espionage is unreliable, and little recognized outside of Spain. Much has been written about the excessive influence of the CIA in Spain, although there is also a lot of myth about it. Manglano is not only clear that it is necessary to strengthen the presence abroad and the links with other services, but he also considers that «foreign information (in other countries) should be aimed at influencing the formulation of foreign policy.» Over time, his dedication in this field will be fundamental for the international consolidation of democratic Spain and for the notable increase of its influence in Latin America, Europe, North Africa and the Arab world. Something unimaginable in 1981.
CESID’s role is to keep abreast of movements and strategies to protect the state that pays it. How far will they be willing to go to reduce their sentences? There are still a few months to go before the trial, on February 19, 1982, but it is advisable to be prepared. The king is threatened.
As Don Juan Carlos confesses to Manglano that afternoon in May 1981, the feeling that best reflects what the King of Spain felt on the night of 23-F is summed up in one word: «Soledad.»
Another of the relevant issues that concerned the Zarzuela at the beginning of 1981 has to do with Adolfo Suárez, the president of the Government of the Transition, the man chosen by the king and by Torcuato Fernández-Miranda to pilot that historical process from the Executive.
For years, the triangle formed by them worked like a clock.
Emilio Alonso Manglano does not like how the Service he is about to direct is organized. It is ineffective, lacks a modern structure, does not have adequate legal support, and has an excessive military presence. And one more thing: there are hardly any women. It is a common occurrence in the Spain of 1981, but the new spy chief is not willing to tolerate it: he wants women, he wants young people and he wants civilians. That is why he asks to be called a director and not a colonel. A change in the treatment that supposes a true revolution in the Service.
He also does not like the fact that the different CESID offices are distributed throughout the center of Madrid, and as soon as he arrives at Paseo de la Castellana 5, he begins to work on centralizing a single building, although it has to be moved away from the main artery of the city. capital. What he does like is the motto of the Service: Ex notitia victoria (Know to win).
Four priorities:
– Creation of a Defense service similar to the one existing in western countries, especially in Europe.
– Assignment of an organic structure and similar missions to this service.
– Creation of an adequate material and personnel structure for those missions as close as possible to countries.
– Professionalization.
In those first months at the head of CESID, Emilio Alonso Manglano also offered advice to the Minister of Defense to professionalize and modernize the Armed Forces and to establish an adequate relationship between the intelligence service and the Ministry of Defense, on which it depends.
The press lurks, and the intelligence services want to be aware. In this matter, Manglano is not going to be trifling. In his first theoretical notes he had already taken into consideration the importance of having trusted people among the informants.
The year that Emilio Alonso Manglano took the reins of Spanish intelligence, the terrorist group ETA (Euskadi ta Askatasuna) killed more than thirty people. During the previous year, 1980, the bloodiest of its tragic, ignominious and criminal history, more than ninety Spaniards were assassinated under the lead of Basque separatist terrorism. ETA is, together with
coup – and closely linked to it, since the involution sucks in part of the weakness of the response to the ETA members – the main threat to the embryonic Spanish democracy.
Write the name of Daniel Pont Martín, a very popular common prisoner, as he was one of the founders of the Coordinator of Prisoners in Struggle (COPEL), in the Carabanchel prison in 1976. Under his name he writes: «Prepare ETA infrastructure.» It seems that this inmate has had some contacts with the polymilis, members of ETA-military politician. In 1981 this faction of ETA was preparing the definitive abandonment of arms, in full tension with ETA-military. Midway through the year, Manglano reflects on the «conditions for a negotiation.» Alternative KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista), germ of Herri Batasuna, would take over from violence in politics.
Manglano knows that ETA’s terrorism will be one of the great priorities of his mandate. It is necessary to create a modern structure to face such a threat, without losing sight of how the more than probable arrival of the left to power can influence.
The king’s confessions to the new chief of spies at their first meeting had brought up a problem that sooner or later would have to be faced. After Adolfo Suárez resigned, the young Spanish democracy had to learn to live with the figure of the first former democratic president.
The distance between the king and Suárez in recent years is a sign that there is a problem, and Emilio Alonso Manglano must help solve it.
But there is a second derivative: who should be the successor of Adolfo Suárez in the UCD and who should be the candidate of this coalition for the presidency of the Government in the following elections?
In that initial conversation, Don Juan Carlos gives Manglano his opinion about the two people who have temporarily succeeded Suárez: the one who has inherited the command in the party, Agustín Rodríguez Sahagún, and the one who has taken the witness in the presidency of the Government, Leopoldo Calvo-Sotelo. Regarding Rodríguez Sahagún, the king tells Manglano that he «does not see beyond his nose.» De Calvo-Sotelo believes that he is «more serious and more punctual», and a very important quality: «He has an idea of the State.» There is no doubt that he prefers the second, but from his words you cannot deduce any special enthusiasm ”.
The crisis over the Suárez succession generates enormous political instability. The former president of the UCD has left the party headless and has not bothered to promote an orderly succession. The king is aware of the difficulties that Suárez’s strategy is generating for the new government, and of the complications that accompany his political ambition, which is never sufficiently fulfilled. But he has a plan that maybe can stop him:
«I am ready to neutralize Suarez,» the king confesses.
The head of state reveals to the spy leader the weak point of the former president. So clearly he had expressed it to the king: «If they make me a duke, I will not get involved in politics.» And so it was: on February 25, 1981, Don Juan Carlos granted the dukedom to Suárez, a gesture of recognition with which the king, as revealed to Manglano, also sought to prevent Suárez from continuing to engage in politics.
At this point in 1982, already in April, it seems clear that Adolfo Suárez has decided to remain in politics. Someone tells Manglano that Suárez «is raising the possibility of forming a separate group that would go to the elections independently and then ally himself with the center or with the PSOE.» Suspicions are increasingly evident.
The war has begun. The party that served as an instrument for the Transition process, and that Suárez led for five years, taking advantage of the pull of him as the first president of the Government of the reformist project of Don Juan Carlos, is touched to death. A red carpet for Felipe González’s PSOE.
On a cloudy day in 1989, almost eight years after the resignation of Adolfo Suárez, Don Juan Carlos makes Manglano what perhaps constitutes his greatest confession, a confidence that the lieutenant general notes in his private documents: who sponsored the Spanish Transition, who was that great financier of the operation that would allow the consolidation of democracy after forty years of dictatorship: Saudi Arabia, the house of Saúd, the only dynasty on the face of the earth that gives its name to an entire country.
Manglano listens carefully and includes in his agenda the revelations of Don Juan Carlos: «The Saudi king gave him 36 million dollars for the Transition.» That is the figure that allowed the King of Spain to start the process. The funds originated in black gold. From 1975 until his death in 1982, Jálid bin Abdulaziz reigned in Saudi Arabia, who inherited the throne after the assassination of his brother, King Faisal. Modernizer and healer of the Saudi economy since the 1960s, Faisal died at the hands of his own nephew, the result of a family revenge.
Those 36 million for the Transition were not the only contribution from the Saúd, a family with which Don Juan Carlos maintained and maintains excellent relations, and a country from which Spain bought large quantities of oil. Manglano’s agendas bear witness to important details that the head of state reveals to him about the money he received from the Saudi monarch: “He granted him a loan of 50 million dollars. About 30 are retained in the bank, the rest is invested. Profit of $ 18 million. Now they have renewed 30 million under the same conditions. In addition, the king informs Manglano that this issue is taken by Manolo Prado and that now he has also brought King Simeon.
In Manglano’s agendas, the May 1989 entry is not the first referring to the financing of regime change. Five and a half years earlier, on October 24, 1983, the head of State intelligence attended another audience with his Majesty. Although with much less detail, among the notes on his agenda appears this: «The king, through Manolo Prado, managed 50 million dollars for UCD. What has become of this?
For a moment, Manglano doubts whether they are millions of dollars «or pesetas», but the explanations given by Don Juan Carlos confirm that the currency was the American one, since it is the same credit of 50 million dollars, although in this note initial mention is also made of the UCD. This extraordinary amount would be part of the funds used to finance the Transition.
Manglano’s annotations show that the Saudi king made at least two deliveries to King Juan Carlos in the context of the regime change: on the one hand, $ 36 million non-refundable «for the Transition»; on the other, a loan to Don Juan Carlos of $ 50 million at zero interest, which was later renewed for $ 30 million. Later, other credits would arrive, since in 1995 the total amount that had to be repaid amounted to one hundred million dollars, according to the testimonies that the CESID director will collect and will reflect on agendas, notebooks and recordings.
Roberto Centeno values it for this book: «Oil was bought from Saudi Arabia and the Emirates with the intervention of Manolo Prado. Did you take commissions? Yes, but much less than the commissions that the pirates that were there were asking you, and first and foremost, we solved the supply problem in Spain, which would have cost no one knows, if it paralyzes the Spanish industry and transport, that was unimaginable. The king was able to take money in commissions, which is wrong, but the truth is that he pulled Spain out of a supply crisis that could be terrifying.
The manifesto of the hundred. The Manifesto is an energetic protest against the media, to whom they attribute the «generalized or direct attacks, insults, insults and slander against members» of the Army, and a warning: «The Armed Forces, to better fulfill their mission, do not have to be professionalized, democratized or refined ”. The demand for respect, and the attack on the media, is the most evident proof that among the military there is this muddiness and a resistance to the new political reality. But beyond that, the gravity of the Manifesto is in the proximity, including the defense, of those who were the protagonists of 23-F, still pending trial in a war council:
«We consider the insults and attacks on our comrades directed at the community with the consequences that this gives rise to, since we have the Code of Military Justice to duly correct those who commit a fault, and our fame and prestige cannot be on the lips of just anyone».
Separating the true from the false is the work of CESID, but it is not an easy task. The CESID is checking the validity of this information: Blas Piñar denies the collection of 100,000 signatures and Reuters has no record of this supposed document signed by 500 officers and non-commissioned officers. It is convenient not to take anything for good, but there is a certainty: whether the rumors are true or not, the reality is that the Manifesto has penetrated deep into the barracks. One more step and the government will have lost control of the military.
Already with Felipe González in Moncloa, one of Emilio Alonso Manglano’s informants on international affairs is the diplomat José Joaquín Puig de la Bellacasa, close to Don Juan Carlos since he was a prince. Manglano has known him for many years.
In a meeting held on June 7, 1983, when Felipe had not yet been in government for six months, Puig de la Bellacasa revealed to Manglano the thoughts of Pérez-Llorca’s socialist successor in Foreign Affairs, Minister Fernando Morán:
—We cannot enter NATO because there is an electoral compromise of the PSOE and because it will represent a break with the party bases.
Manglano is fully aware and that is why when he accepted the position of director of CESID he wrote that of «foreign information must be aimed at influencing the formulation of foreign policy.» The appropriate question in 1983 is whether the President of the Socialist Government is willing to fight against his minister and against his party to close the process initiated by the Executive of the UCD. For Manglano there is no doubt: Spain must join NATO.
On July 26, 1983, Manglano received a call from Don Juan Carlos, who pointed out the way forward with the Alawite kingdom. «He tells me – notes the director of CESID – to tell Hassan:
to. Cooperation in all fields. Even in Defense.
b. Coordinates of your trip to Spain.
c. The theme of fishing. Globalize. »
Don Juan Carlos works hard so that bilateral relations are close and fruitful, and are so «in all fields.»
Spanish foreign policy is growing in all directions. North Africa is fundamental in all areas: the Moroccan claim to Ceuta and Melilla, ETA terrorism, fishing, the decolonization of the Sahara. Emilio Alonso Manglano began to gain a presence in Spanish foreign relations, always from his position as head of the spies.
At some point in March 1984 and somewhere in France, an interior confidant has a conversation with a member of ETA. The talk is long, but there is something about what the ETA member reveals that forces the informant to contact CESID immediately. It is a matter of life or death. The information reaches the hands of the director of the Center in a document dated March 8. It is a single-sided typewritten sheet. At the top, two stamps in pink: «secret» and «urgent». It is a confidential note that nobody likes to read, not even Emilio Alonso Manglano.
Emilio Alonso Manglano’s work to internationalize espionage began to bear fruit in March 1985. In addition to his relations with the CIA, which allow him to have first-hand information on the intentions and interests of the world’s leading power – with the permission of the Soviet Union—, Spanish espionage extends its networks throughout the rest of Europe, America, North Africa and the Middle East. It is a silent task, but of enormous importance for the security of the State and for the international growth of the image and influence of Spain. Information is power. However, there is a challenge that Manglano has not yet managed to achieve: to be admitted to the Club of Bern, the elite of European espionage, the institution that informally brings together intelligence directors; information exchange without decision making.
Prince Felipe puts military instruction before civil.
The dispute over his education has been won by the father from the government. That same month of September, a formation begins that will take him to the three armies, Land, Navy and Air, in that order: the General Military Academy of Zaragoza -where he swears the flag on October 11-, the Naval Military School of Marín (Pontevedra) and the General Air Academy of San Javier (Murcia). The full cycle will keep you busy for three years.
With Felipe at the Officers’ School, on May 29, 1986, Manglano had lunch with Sabino Fernández Campo, who informed him that the king had offered José Joaquín Puig de la Bellacasa the head of the House that Nicolás de Cotoner was going to leave: «I’m not sure why, but if he comes, I’ll leave,» says the general secretary of the Zarzuela to the head of CESID.
The germ of a future problem has just been born in the House of the King.
In July 1988 the prince will receive the dispatches of Lieutenant of Infantry, Second Lieutenant of the Ship and Lieutenant of Aviation. He will graduate as a helicopter pilot from the Air Force Air Force Squadron and will receive the Army and Navy Helicopter Pilot Wings. In October he will start his university education enrolled in the Faculty of Law of the Autonomous University of Madrid. But to get to that point Spain still has to overcome some scenarios, with Manglano as the best informed man.
In March 1986, Spain is integrated into the EEC and NATO, and the Government faces the next stop: general elections. The chief of spies is the first interested in the prosperity of the international relations of the nation. He contributes to this, and at the same time benefits by extending spy networks through new partners.
The Security Forces and Bodies carry the main burden of the fight against terrorism, but it is not a task outside the CESID.
It is 1986. The Saudi has become one of the richest men in the world, an estimated $ 40 billion fortune based on mediating between Western arms manufacturers and buyers in the Middle East, an area plagued by armed conflict. Thus, the friend Khashoggi can be considered a merchant or a trafficker, although it is certain that he will never be convicted of this crime.
In January of that year, the head of CESID is investigating the collection of illegal commissions at Defex, the Spanish public company for the international sale of weapons. The president of the National Institute of Industry (INI, which will give rise to the SEPI), Luis Carlos Croissier, an economist and socialist politician who is about to become Minister of Industry, accuses a manager of “collecting commissions and being in relationship with Manolo Prado », commission agent and administrator of the personal accounts of King Juan Carlos. Croissier «wants to do without Defex for foreign trade.» Manglano notes three surnames: «Calvillo, Sotomayor, Kassoghi [sic]».
On September 4, 1987, the same manager reappeared, who «is sentenced, everyone is against.» On the 30th, Manglano meets with a group of businessmen from the arms sector. Point 7 of the quotation deals with contracts of the Ministry of Defense with Iraq and Saudi Arabia. It is understood that it is about the sale of weapons manufactured in Spain. There is some kind of problem, as the Saudi Khashoggi «is not willing to take over.» One last entry reads: «protect operation.»
It will take thirty years for the Government of Mariano Rajoy to dissolve Defex in 2017, immersed in a legal case for the payment of commissions on the sale of arms to Saudi Arabia between 1991 and 2016. Manglano’s notes reveal that the commissions came from behind.
In 1989 Felipe González is tired. After two intense legislatures at the head of the Government, he has serious doubts about his political future. General elections must be called before the summer of 1990, but 1989 is a particularly busy year. The president is assailed by doubts:
Should he run for a third election? …
If this is a difficult year in the Moncloa palace —the Guerra case implies a change in the cycle—, it is no less so in the Zarzuela palace. The head of the Spanish intelligence will have the opportunity to define what is the role in his relationship with the king, beyond the good personal and professional understanding between the two. The king’s confidence in the director of CESID is high: after thanking him for the gift, the monarch asks him «if he liked the Easter speech», delivered two days before in front of the military leadership, as an extradition every 6 January. The king is interested in Manglano’s opinion. He also tells her that the Prime Minister has told him that he will dismiss Francisco Fernández Ordóñez, Foreign Minister since 1985, and confesses that he «agrees.» However, that replacement will still be a long time coming.
In March 1993 Emilio Alonso Manglano makes a novel decision. When he is about to turn twelve in the direction of CESID, he grants a live interview to a media outlet. The man who leads the intelligence services from a discreet background despite —or perhaps as a consequence— of the enormous information he handles, is willing to answer a journalist’s questions, perhaps because the silent work of the CESID needs a boost in public opinion, and perhaps because it is time to take stock of so many years of public service.
Although the interview was friendly, the director of CESID has offered extensive information on the way of proceeding of the service that he has directed since 1981. It is very likely that the average listener has been surprised by the degree of professionalization of Spanish espionage and the risk assumed in their day to day by many of the agents, as well as the scope of their missions. In 1993, CESID’s area of influence reached a large part of the world, and the person responsible for making this happen is Emilio Alonso Manglano, the father of modern intelligence in Spain. However, the person in charge of a service is worth more for what he is silent than for what he tells.
Mario Conde is an independent Freemason. The Masonic connection has been particularly helpful and influential to him in France, where we are examining his connections. One of the most prominent is Jean-Louis Petriat, president of Garantie Mutuelle des Fonctionnaires (GMF), an insurance firm for state employees, and of FNAC, the largest chain of records and photographic material in France. Petriat is the founder and president of the Franco-Spanish Society of Friends, of which Conde has been a prominent supporter. This society is, in fact, a business forum controlled by the Masons and that influences a large proportion of financial and commercial operations between the two countries.
Conde’s relationships with Argentine political and financial circles have been orchestrated with the help of Jacques Hachuel. The latter’s involvement with Monzer al Kassar, and his proximity or involvement in money laundering and arms operations, suggest that Conde could share some contacts and involvement in these areas, in addition to the more obvious connections with the Government and high finance. Conde took control of Banca Shaw in Argentina during 1991.
The fourth and final Crillón report focuses on hidden assets in Switzerland, Monaco and other jurisdictions, while expanding data on Armscor’s «illegal arms operations», in which Banesto was used «before Conde became in president of the bank ».
With this highly speculative report, as a germ in the shadows, on December 28, 1993, the Bank of Spain intervened Banesto through a patrimonial hole of more than 600,000 million pesetas.
Previously, the PSOE has won the general elections again. It is the fourth consecutive victory, but the overwhelming majority of 1982 seems already a chimera.
Mario Conde has fallen. The new government has won his pulse, or so he believes. But the banker does not give up and he is willing to rise up with a clear goal: revenge.
Luis María Anson, who will step forward and encourage the conspiracy theory around ECCE in an interview with the weekly Tiempo on February 23, 1998, months after his departure from the Prensa Española newspaper. Along with a large photo of the journalist in a defiant attitude, with a haughty gesture, a raised chin and a beige suit, a strong headline will be read. «Anson: The Confession». The content of the interview – conducted by Santiago Belloch, brother of former minister Juan Alberto Belloch – was a
«Confession» many expected:
«It was necessary to finish with Felipe González, that was the question. Raising the bar for criticism reached such an extreme that in many moments the stability of the State itself was touched. That’s true. González was right when he denounced this danger … but it was the only way to get him out of there ».
In 1995, the two big bumps that the Government has in the way are the GAL and the different economic corruption schemes. Despite the extraordinary relevance of State terrorism, a matter of the utmost gravity, corruption may have more electoral influence. As former Minister Asunción assured Manglano, there are citizens who understand and even share that if ETA assassinates Spaniards, the State is entitled to kill terrorists: the «I have shot» with which Margaret Thatcher settled the attack in the British Parliament. death of three IRA terrorists killed by an elite SAS (Special Air Service) command in Gibraltar in 1988.
If everyone has made a big mistake in their life, Emilio Alonso Manglano’s was naming Colonel Perote. At the head of the Group of Operations and Special Missions (AOME) of CESID, Juan Alberto Perote was de facto number two of the Center. The wiretapping cabinet depended on him. There the law was violated and there the beginning of the end of Manglano arose in the CESID. He, who since his arrival at the Center opted to incorporate aciviles, blindly trusted Perote because of his military status.
When he was expelled from CESID in 1991, after a series of internal rivalries, the hitherto head of the wiretapping cabinet decided to take away documentation. He did it, according to him he told those around him, in order to defend himself and avoid being the scapegoat for an illegal activity carried out at CESID: illegal wiretapping. From the Center, the perspective is different: Perote was responsible for those illegal recordings —or for not having destroyed them after listening to them— and, not satisfied with that, he decided to steal classified information.
Outside of Banesto since 1993 and harassed by various legal proceedings, the dethroned winner is going to become the main headache of felipismo. His attacks will pose a challenge for the director of CESID for two reasons: as the intelligence leader, the instability of the Government is a problem that falls within his powers. Furthermore, the banker will aim higher, at the head of the state. To complete the equation, Mario Conde’s deep throat is Colonel Juan Alberto Perote.
March 30, 1995 is a crucial date: Conde’s offer-threat-blackmail takes shape in the form of a message to Felipe González. The ex-banker makes the requests of him. Narcís Serra tells Manglano this in a meeting held at one thirty in the afternoon. The director of CESID notes Conde’s demands: «That you speak with the Bank of Spain, with the prosecutors, with Belloch. That the Government create another court, that García Castellón [the judge] leave the Banesto issue ”.
On February 20, Manglano meets with the king in Zarzuela, at five in the afternoon. The monarch gives him good news regarding Mario Conde:
– He told me that he didn’t think he had more ammunition to blackmail.
The king also tells him that «it is necessary to cut the relationship between Almansa [at that time head of the House of the King] and Manolo Prado.» On the other hand, in addition to informing you about the CESID’s march with Miranda and Del Olmo at the helm, the head of state confesses a conversation with a José María Aznar who is already seen in Moncloa with little fear of a repeat of the aforementioned the 1993 elections:
—Aznar assures that he will consult me on defense matters. «I don’t take a step without what the Majesty tells me about him,» he has even told me.
At the end of February 1996, none of the operations orchestrated to bring down Felipe González had achieved their objective. What’s more, the Prime Minister returns to attend the general elections called for next March 3. More than 32 million Spaniards are called to the polls.
Emilio Alonso Manglano was the intelligence director during the felipismo. It is true that he did not name him González, but Calvo-Sotelo, but since the arrival of the PSOE in Moncloa, the figure of Manglano was increasingly powerful. However, his relationship with Felipe González is not nearly as close as the one he maintains with the king, with Vice President Narcís Serra or with the various defense ministers.
On July 17, 1997, General Manglano meets former President Felipe González. Despite the fact that it is already far from the foreground of politics and has already become a Chinese vase, the siege of the courts is still open on several fronts. The first issue they address is the LAGs.
The next issue they discuss is growing in media importance: Sogecable. The judge of the National Court Javier Gómez de Liaño, who has sent General Rodríguez Galindo to prison, has admitted to processing a complaint for misappropriation of the money from the Canal + decoders, the guarantees of the channel that had brought the Spaniards the pay-per-view of good cinema, bullfighting, football and porn, which has an extraordinary audience even coded. The magistrate has accused the leadership of Grupo Prisa: Jesús Polanco and Juan Luis Cebrián, and the entire board of directors. He accuses them of having used the bonds of the subscribers for the financing needs of the company instead of keeping the funds immobilized. That is to say: the main group of communication of the felipismo is seriously threatened. It is casus belli.
In the conversation with Manglano, González makes an announcement: «There may be a lawsuit that will make him jump.» Indeed, a year later Polanco will sue Gómez de Liaño, who will end up being separated from the judiciary for prevarication.
Six months later, on December 1, the trial for the Banesto case begins. Mario Conde has sent a message to Felipe González to claim his support. Andrés Cassinello has spoken with Adolfo Suárez so that he would talk to Conde, who was going for everything, according to Manolo Prado:
—Pepe Navarro has reached an agreement with Mario Conde for, at the beginning of the oral hearing of the trial, to make a parallel trial in his program, in La Sonrisa del Pelícano. I have told the king and asked him not to say anything for a few days. In addition, Conde has told Carlos Herrera that he has two bombs prepared for before the trial. One is about Adolfo Suárez. Of the other, I only know that it is surprising.
The former banker, who is still frantic, has also said that he has reliable information on a credit of 1500 million pesetas from Banco Santander to the Popular Party that Emilio «Botín has forgiven.»
Manglano explains to his other boss the action plan that he has prepared for the following year, 1998. Outside of the State structure, he tells her about his economic situation. The president of Banco Santander, Emilio Botín, has hired him as an advisor. Finally, they talk about Bárbara Rey:
—The thesis of Felipe on the Relative is that Aznar negotiates, without agreeing, with Mario Conde with the excuse of the king. It is a trap. It is time to speak directly, and in depth, with the former president of the Government.
The beginning of the 21st century is bitter for Emilio Alonso Manglano.
He drags a conviction, along with Perote, for listening to the king and other personalities in the political, economic and journalistic fields between 1981 and 1991. At the end of 1999 Manglano had already sent a letter to the head of the Casa del Rey that summarizes how that man lived. calvary. What bothered the general the most was that he doubted his loyalty to King Juan Carlos, who, it should be remembered, had
been recorded using the scanning system.
General Félix Sanz Roldán:
«My goodbye consists in telling you, in ordering you, not to forget it».
The head of the Service emphasizes the enormity of Manglano’s figure for Spanish intelligence, “because this Center is him, he created it, his footprint is everywhere, his broken voice as an old infantry soldier breaks into almost daily our lives and he tells us even today that we have erred or he acknowledges us without praise – he qualifies – that we have had some success in the fulfillment of our mission ».
With the perspective offered by the course of forty years, in 2021 it can be concluded that the balance of his work was a success, although that does not mean that it was an easy path and lacking in chiaroscuro. What happened to Manglano after the government’s call is the history of Spain; what happened to him before explains why the government noticed a man who never imagined that he would become the person with the most information in the state. Information is power, and in Manglano’s Spain only the king and the Prime Minister had an influence greater than his. Emilio Alonso Manglano never imagined that he would become the third most influential person in the State.
Books from the authors commented in the blog:
David, earth planet , knopfler and a humble man 