La muerte, más que marcar un final, representaba sólo una alteración, aunque fundamental, de la naturaleza de la existencia. Los muertos y los vivos coexisten, cada mundo se alimenta del otro, y el siguiente reino es un espejo de éste. Los muertos seguían en contacto con los vivos y les hablaban a través de sueños y presagios.
Había que aprender a escuchar.
La nueva novela de John Connolly, que sera traducida al español en mayo del 2023 es interesante sin estar en los mejores libros del autor
Actualmente se encontraba en la fase final de dejar atrás esta condición de malhechor, al igual que pronto se retiraría seguramente de la vida misma. Se había desprendido de sus intereses comerciales, tanto legítimos como de otro tipo. Se había deshecho de almacenes y fábricas, y había pagado a los que le habían sido fieles a lo largo de los años, para que la mayoría no tuviera que volver a trabajar duro. Era un hombre que se preparaba para el final, desechando la materia vil de este mundo hasta que todo lo que quedaba era carne y recuerdos, y la muerte acabaría encargándose también de ellos. Cuando terminara de desahogarse, pensaba retirarse a su pequeña casa de campo en Amersfoort, donde viviría en soledad y anonimato, rodeado de libros y del recuerdo de los que había perdido.
Sólo le quedaba una propiedad por vender: el piso franco del Herengracht, que sólo había sido utilizado por un puñado de personas a lo largo de los años porque era el más secreto y seguro de sus puestos de avanzada. Últimamente había sido ocupado por tres hombres que habían llegado a Ámsterdam en busca de un libro. Habían dejado cadáveres a su paso, junto con un lío legal que había exigido a De Jaager un esfuerzo y unos fondos considerables para su limpieza. También había perdido a uno de los suyos, una joven llamada Eva Meertens, a la que tenía mucho cariño.
A veces se necesita un buen limpiador de paladar después de demasiados libros literarios, y otras veces ese limpiador de paladar se presenta en forma de misterio con una fuerte dosis de tortura de Europa del Este. Quiero decir, mucha tortura. Los guardias de Abu Ghraib se sonrojan. Mucho de esto ocurre fuera de la pantalla, pero prepárate de todos modos.
Este es un thriller / misterio sólido y metódico que está igualmente bien escrito y bien investigado. Connolly se pliega en un poco de historia que rodea las diversas guerras yugoslavas y las violentas consecuencias que aún enfrentan los personajes. Le da a la escritura y al escenario una profundidad que la mayoría de los thrillers no poseen, pero aquellos que buscan a Harlan Coben podrían tener problemas con las interrupciones.
Me encantan las primeras cincuenta páginas y las meditaciones sobre la muerte, que dan a los asesinatos posteriores un peso emocional.
La mitad de la sección del libro se vuelve repetitiva, siguiendo el patrón de: conversación secreta, identificación del objetivo, asesinato de dicho objetivo. Se sentía como una marcha brutal de ejecuciones hacia el clímax, cada cuerpo frío proporcionaba rendimientos decrecientes.
John Connolly regresa con su decimonoveno thriller de Charlie Parker, este en gran parte sin Charlie Parker, ya que el enfoque cambia a los sicarios básicos de la serie, Louis y Angel, que buscan venganza contra los criminales de guerra serbios.
Después de desviarnos hacia los primeros años de la búsqueda de Charlie Parker de un asesino en serie en el sucio sur, los sin nombre nos devuelve al presente, retomando poco después de Antigua Sangre. Si bien este libro teóricamente podría funcionar lo suficientemente bien como independiente, sospecho que los nuevos lectores, que recién ahora están entrando en una serie con dos dígitos, no encontrarán algunos de los ritmos de personajes de Connolly tan encantadores como por mucho tiempo, fanáticos del tiempo y lo más probable es que se confundan sobre la necesidad de breves desvíos narrativos de uno o dos capítulos para contar la historia de fondo de los acontecimientos actuales de Fulcis y Parker a través de los ojos del dueño del bar de The Great Lost Bear, Dave Evans.
Sin embargo, estaba más que feliz de volver a estos personajes, aunque solo sea momentáneamente. Por un lado, me alegro de estar de vuelta en el presente con estos personajes. Por otro lado, me encontré extrañando a Parker, quien solo hace algunos pequeños cameos aquí, y estoy más que listo para la oportunidad de volver a conectarme con él por más tiempo en una futura novela.
Al igual que en «los hombres de la guadaña», «los sin nombre» se centra firmemente en Louis y Angel, dos personajes que amo mucho. La habilidad de Connolly para los diálogos crepitantes e inteligentes permanece intacta con esta extraña pareja. No creo que me canse nunca del acoso de Angel a los funcionarios del FBI por las llaves de los baños secretos que sabe que han escondido en todo el país, o del humor irónico y seco de Louis, como cuando se enfrenta a la noticia de la reticencia de una familia a enterrar a su ser querido cuya cabeza ha desaparecido tras un asesinato con bomba: «Es curioso lo sentimental que puede ser la gente».
Donde el libro finalmente se quedó corto para mí fue en sus villanos. No pude encontrar muchas formas de conectarme con los hermanos Vuksan y rápidamente me desinteresé de los muchos desvíos que toma la historia para contar lo poco que están haciendo mientras se sientan escondidos esperando pasaportes falsos para devolverlos a Serbia. Si bien inician algunos acuerdos secretos y mueven a algunos jugadores con efectos mortales, los encontré bastante aburridos, particularmente en comparación con algunos de los asesinos pasados de Connolly. Los Vuksans hacen un chapoteo sangriento en la apertura del libro, y la descripción de Connolly del asesinato de una familia es profundamente inquietante, pero luego hacen poco más por el resto del libro. Cada vez que la historia cambiaba de enfoque hacia ellos, todo se detenía. Más interesante fue Zorya, una chica posiblemente sobrenatural y sádica despiadada, que acompaña a los Vuksan en su búsqueda de huir del país. Aunque juega el papel secundario de los criminales de guerra, es maravillosamente enigmática y ofrece algunos de los momentos más escalofriantes del libro.
Si bien Connolly es uno de los mejores de la ficción criminal, particularmente cuando se trata de thrillers sobrenaturales, el libro fue casi un fracaso para mí. Sigue siendo bueno, pero no puede competir con esos libros de Charlie Parker de primer nivel.
Cuidado al hacerse un pasaporte de manera ilegal más alla de Ciudad del Cabo en Sudáfrica y al leer el libro no os olvidéis de degustar este paseo por Viena, Amsterdam, Praga, Serbia … todo ello degustando un buen café. Sucesivas relecturas me han dado otra perspectiva sobre el libro.
Libros del autor comentados en el blog:
Saga Charlie Parker
https://weedjee.wordpress.com/2014/06/10/la-ira-de-los-angeles-john-connolly-the-wrath-of-angels/
https://weedjee.wordpress.com/2015/05/23/el-invierno-del-lobo-the-wolf-in-winter-john-connolly/
https://weedjee.wordpress.com/2017/01/29/la-cancion-de-las-sombras-john-connolly/
Otros libros del autor comentados en el blog:
https://weedjee.wordpress.com/2013/05/06/un-gran-regalo-a-special-gift-by-john-connolly/
https://weedjee.wordpress.com/2013/04/24/malvados-john-connolly/
https://weedjee.wordpress.com/2013/11/12/nocturnos-nocturnes-by-john-connolly/
https://weedjee.wordpress.com/2017/10/13/musica-nocturna-john-connolly-night-music-by-john-connolly/
Trilogía Crónicas de los Invasores de Jennifer Ridyard & John Connolly:
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Death, rather than marking an end, represented only an alteration, although fundamental, of the nature of existence. The dead and the living coexist, each world feeds on the other, and the next kingdom is a mirror of this one. The dead kept in contact with the living and spoke to them through dreams and omens. You had to learn to listen.
John Connolly’s new book, which I don’t know when it will be translated into Spanish, is interesting without being in the author’s best books.
He was currently in the final phase of leaving this evildoer condition behind, just as he would soon be safely withdrawing from life itself. She had disengaged herself from his business interests, both legitimate and otherwise. He had gotten rid of warehouses and factories, and had paid those who had been loyal to him over the years, so that most would not have to work hard again. He was a man preparing for the end, discarding the vile matter of this world until all that was left was flesh and memories, and death would eventually take care of them as well. When he finished venting, he planned to retire to his little country house in Amersfoort, where he would live in solitude and anonymity, surrounded by books and the memory of those he had lost.
He had only one property left to sell: the Herengracht safe house, which had only been used by a handful of people over the years because it was the most secret and secure of their outposts. He lately he had been occupied by three men who had come to Amsterdam in search of a book. They had left bodies in their wake, along with a legal mess that had required De Jaager considerable effort and funds to clean it up. He had also lost one of his own, a young woman named Eva Meertens, whom he was very fond of.
Sometimes you need a good palate cleanser after too many literary books, and sometimes that palate cleanser comes in the form of a mystery with a heavy dose of Eastern-European torture. I mean, a lot of torture. The guards at Abu Ghraib are blushing. Much of it happens off-screen, but be prepared nonetheless.
This is a solid, methodical thriller/mystery that is equally well-written and well-researched. Connolly folds in quite a bit of history surrounding the various Yugoslav Wars and the violent fallout that the characters still contend with. It gives the writing and setting a depth that most thrillers don’t posses, but those looking for Harlan Coben might struggle with the interruptions.
I love the first fifty pages and the meditations on death, which give the subsequent killings an emotional heft.
The middle of the section of the book turns repetitive, following the pattern of: secretive conversation, identification of target, killing of said target. It felt like a brutal march of executions towards the climax, each cold body providing diminishing returns.
John Connolly returns with his nineteenth Charlie Parker thriller, this one largely sans Charlie Parker as the focus shifts to series staple hitmen, Louis and Angel, who are seeking revenge against Serbian war criminals.
After detouring back into the early years of Charlie Parker’s hunt for a serial killer in The Dirty South, The Nameless Ones returns us to the present-day, picking up shortly after A Book of Bones. While The Nameless Ones could theoretically function well-enough as a standalone, I suspect new readers, who are only just now entering into a series well into the double-digits, won’t find some of Connolly’s character beats quite as charming as long-time fans and will most likely be confused about the necessity of brief one- or two-chapter narrative detours to recount backstory for the Fulcis and Parker’s current goings-on through the eyes of The Great Lost Bear bar-owner Dave Evans.
I was more than happy to return to these characters, though, if only momentarily. One the hand, I’m glad to be back in the present-day with these characters. On the other hand, I found myself missing Parker, who only puts in a few small cameos here, and I’m more than ready for the chance to reconnect with him for longer in a future novel.
Like The Reapers, The Nameless Ones is firmly centered around Louis and Angel, two characters that I love a great deal. Connolly’s knack for crackling, whip-smart dialogue remains firmly intact with this odd couple pairing. I don’t think I’ll ever tire of Angel’s harassment of FBI officials for keys to the secret bathrooms he knows they have hidden around the country, or Louis’s wry and dry humor, such as when he’s confronted with news of a family’s reticence to bury their loved one whose head has gone missing following an assassination by bomb: «Funny how sentimental people can be.»
Where The Nameless Ones ultimately fell short for me was in its villains. I couldn’t find many ways to connect with the Vuksan brothers and quickly grew disinterested in the many detours the story takes to recount the very little they’re up to as they sit in hiding waiting for fake passports to return them to Serbia. While they initiate some backroom deals and move around a few players to deadly effects, I found them quite boring, particularly in comparison to some of Connolly’s past killers. The Vuksans make a bloody splash in the book’s opening, and Connolly’s depiction of a family’s murder is deeply unsettling, but then do little else for the book’s remainder. Every time the story shifted focus toward them, everything ground to a halt. More interesting was Zorya, a possibly supernatural girl and merciless sadist, who accompanies the Vuksan’s as they seek to flee the country. Although she plays second fiddle to the war criminals, she’s wonderfully enigmatic and provides some of the book’s more chilling moments.
While Connolly is one of crime fiction’s best, particularly when it comes to supernatural thrillers, The Nameless Ones was a near-miss for me. It’s still good, but it just can’t compete with those top-tier Charlie Parker books…
Be careful when making a passport illegally beyond Cape Town in South Africa and when reading the book do not forget to taste this walk through Vienna, Amsterdam, Prague (Praha), Serbia… all while tasting a good coffee cup. Successive re-readings have given me another perspective on the book.
Books from the author commented in the blog:
Charlie Parker Books.
https://weedjee.wordpress.com/2014/06/10/la-ira-de-los-angeles-john-connolly-the-wrath-of-angels/
https://weedjee.wordpress.com/2015/05/23/el-invierno-del-lobo-the-wolf-in-winter-john-connolly/
https://weedjee.wordpress.com/2017/01/29/la-cancion-de-las-sombras-john-connolly/
Many other books by John Connolly commented in the blog:
https://weedjee.wordpress.com/2013/05/06/un-gran-regalo-a-special-gift-by-john-connolly/
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Chronicle of the Invaders Trilogy by Jennifer Ridyard & John Connolly:
Many other books.
David, earth planet , knopfler and a humble man 