Avaricia — Juan Eslava Galán / Greed by Juan Eslava Galan (spanish book edition)

Este es otro magnífico libro del escritor jienense, sobre los pecados capitales de nuestra querida España. La avaricia está presente en nuestra sociedad.

Contra lo que puedas pensar, no es la lujuria, hijo mío, sino la avaricia: el afán desordenado de acumular riquezas —declaró—. Ahí sucumbimos todos los naturales de esta bendita tierra de María Santísima, las diecisiete autonomías embuchadas en la misma tripa, desde el demagogo de Marinaleda, con su pañuelo-bufanda palestino y su dentadura equina, hasta el constructor analfabeto que apalea millones, pasando por los que predicamos contra ese pecado y luego no nos aplicamos el sermón.

Nada tan alarmista como el dinero, especialmente cuando lo has depositado a cambio de un papel. La justicia intervino la caja. Es el caso de Baldomera Larra, conocida en el Madrid de la época. Doña Baldomera había huido a Francia con documentación falsa y veintidós millones de reales (un fortunón para la época): los ahorros que le habían confiado unos cinco mil impositores. Atando cabos, la justicia llegó a la conclusión de que el milagroso negocio de doña Baldomera consistía simplemente en pagar las rentas de los antiguos impositores con el dinero que ingresaban los que en número creciente se iban incorporando. Todo fue bien mientras el volumen de ingresos superó al de los pagos, pero cuando el número de los nuevos impositores decreció, la caja se declaró en suspensión de pagos.
La clásica estafa piramidal.

Más ingeniosa y productiva que la estafa piramidal de doña Baldomera fue la estafa celestial gracias a la cual la Iglesia acumuló el mayor patrimonio de España juntando en una sola talega los dos emparentados conceptos de codicia y avaricia.
En el siglo XIX, la Iglesia española era la mayor propietaria de suelo tanto urbano como rústico (casi un tercio del territorio nacional cultivable).
Este inmenso patrimonio acumulado a lo largo de siglos procedía de donaciones pías y, por lo tanto, era inalienable (no se podía vender). Por eso se llamó «manos muertas», porque era una riqueza estancada que apenas producía nada.
¿Cómo amasó la Iglesia su inmensa fortuna?
Mediante la invención de una máquina de hacer dinero llamada purgatorio, la mayor estafa de todos los tiempos, sí, pero también el mejor negocio y el más saneado que se ha conocido en la historia de la Humanidad.
¿En qué consistía el purgatorio? Era un lugar intermedio, una especie de infierno provisional, en el que todas las almas pasaban una cuarentena hasta que purgaban sus pecados.

El marqués de Salamanca concibió un proyecto grandioso para Madrid. En 1863 adquirió dos kilómetros cuadrados de solares en lo que hoy es el barrio de Salamanca y proyectó la construcción de doscientas manzanas de edificios modernos entre las actuales calles de Serrano y Claudio Coello.
El coste de tan ingente obra resultó excesivo incluso para las finanzas de Salamanca. Primero vendió sus valores en bolsa y sus obligaciones en ferrocarriles, luego su magnífica pinacoteca y sus residencias en el extranjero, finalmente tuvo que desprenderse incluso de su palacio en la Castellana.
Arruinado y abandonado por sus amigos de los tiempos de prosperidad, cuando ofrecía banquetes de más de cien comensales y todos se disputaban su amistad, falleció en su residencia de Vista Alegre, su última posesión, el 21 de enero de 1883. En el bolsillo le encontraron un billete de cien pesetas, pero adeudaba seis millones de reales.

«El campesino pobre no puede contar con ninguna institución que le ayude o lo proteja, ya que los bancos agrícolas y demás establecimientos de crédito territorial le son completamente desconocidos […], y aunque en Madrid, para cubrir la cara aparente, existe un pomposo Banco Hipotecario que goza de los mayores privilegios, no está al alcance de nuestros modestos labradores, los cuales, para sus asuntos, para cubrir las necesidades cotidianas, no tienen más remedio que caer en manos de los usureros. Por ejemplo, en la época de la siembra les prestan un hectolitro de trigo candeal con la condición de que les devuelvan tres, cuatro y hasta seis cuando recojan la cosecha, que, debido a tan enormes cargas, deja de ser para ellos una fuente de alegría y de prosperidad para convertirse en el principio de su ruina. Huelga decir que cuando el usurero no es el propio cacique, lo será un esbirro suyo y, pase lo que pase, llevará siempre las de ganar ante la Administración y los tribunales».
Los intereses, que entonces parecían razonables, oscilaban entre un 12 por ciento mensual y un real diario por un duro. En algunas ocasiones se pagaba por un préstamo el 80 por ciento anual.
La avaricia/codicia se alimentaba de la sangre de los infelices.
La sociedad lo encontraba natural.

Alfonso XIII, ¡Soy un rey en paro!
Estaba en paro, ciertamente, pero como dijimos más arriba tenía depositados en bancos extranjeros la guita equivalente a 16 millones de euros.
En los diez años que le restaban de vida, ya sin las interferencias del cargo, libre como los pájaros (incluso sin la presencia incordiante de una esposa enfadona), el monarca español administró sus finanzas con juicioso desahogo y solo gastó en su persona unos tres millones de euros al año. No es una cifra excesiva cuando uno tiene que moverse con dignidad real por los hoteles y casinos más exclusivos. No es este lugar para especificar sus gastos pero diremos, por vía de ejemplo, que reservó una suite del hotel Meurice para recibir adecuadamente a sus citas galantes y que adquirió un automóvil Bugatti para su constante peregrinar de París a Roma, de Roma a la Riviera, de Montecarlo a Cannes. Sumemos a ello que el deporte cinegético es caro. Aguijado por su instinto de cazador, Alfonso XIII frecuentó los más exclusivos cotos de caza europeos, asiáticos y africanos en los escasos periodos vacacionales que le permitían los burdeles de París y los casinos de la Riviera
Aunque en ningún momento sucumbió a la tentación de dejarles algo a los herederos, lo cierto es que a Alfonso XIII le faltó vida para liquidar su patrimonio. A su muerte, prematura, a los cincuenta y seis años, aún le restaba un pico de 2700 millones de pesetas de los que 1250 millones (más de 7,8 millones de euros) correspondieron a su más directo heredero, don Juan, conde de Barcelona.

Decía el sabio proverbio: «Cuando un pobre come jamón, o está malo el jamón o está malo el pobre».
Ninguna etapa de nuestra historia reciente manifestó con tanta crudeza la avaricia/codicia como la guerra civil. En la revolución social que siguió al golpe militar, los pobres asaltaron las despensas de los ricos, les requisaron los jamones (y todo lo demás que encontraron) y, por fin, comieron jamón.
No hubo jamón curado para todos, claro, pero confiscaron los cerdos del campo y adelantaron la fecha de la matanza (recordemos que todo empezó en julio) en lugar de aguardar a hacerlo por San Antón (entre noviembre y diciembre) como era tradicional. El resultado fue que esas matanzas se malograron y los desencantados matanceros tuvieron que tirar al arroyo los jamones, los lomos, los chorizos, las morcillas y las ilusiones.

Las finanzas de Franco, Sánchez Soler estima su patrimonio inmobiliario en unos mil quinientos millones de pesetas de 1975, al que habría que añadir los regalos recibidos a lo largo de las dos mil audiencias que concedió, y las joyas acumuladas por la esposa del Caudillo, doña Carmen Polo de Franco, la Señora por antonomasia, también conocida como la Collares por su afición a las perlas sin las cuales se encontraba como desnuda.
Franco y su esposa, con un collar de perlas.
Algún fundamento tiene el bulo que asegura que doña Carmen visitaba joyerías importantes y después de escoger lo que le apetecía indicaba al dueño que le enviara la factura a El Pardo. Y los joyeros no se atrevían a enviarla por miedo a pasar por desagradecidos y merecer una exhaustiva inspección de Hacienda.

«No conozco a un solo ministro de Franco, de la transición de UCD y del periodo socialista que no haya recibido al salir del gobierno un cargo importante en una empresa pública o privada».
Una modalidad, especialmente repugnante, es la contraria: el cargo público favorece descaradamente a la empresa y cuando abandona su puesto en el gobierno la empresa recompensa los servicios pasados con una sinecura importante. Es lo que estamos viendo en la reciente España democrática.

Don Juan heredó 1253 millones de pesetas (7,53 millones de euros actuales)y dejó al morir 8,85 millones,profesó desde muy joven en la quevediana Orden del Caballero de la Tenaza cuyo principal estatuto obliga a guardar la mosca (o sea la bolsa) y gastar la prosa. El lema de los cofrades de tan venerable institución es «quien guarda, halla». Nadie jamás pudo saber de qué color era su billetera porque nunca echó mano de ella para pagar nada. Incluso se sospecha que no la tenía. Pasó por la vida como un ávido depredador de todo lo depredable: alcoholes de alta graduación, hoteles de lujo, mujeres, yates, cacerías… y todo le salió de balde, lo digo no como crítica sino desde la admiración más rendida.
¿Su secreto? Don Juan no hubiera podido practicar la avaricia (afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas) de manera tan admirable si no hubiera pasado la vida fingiéndose indigente para gorronear a la nobleza servil y pudiente que le financiaba los caprichos.

Matesa no vive de las ventas sino de los créditos y ayudas oficiales que obtiene falseando las cifras de telares exportados. En los almacenes de la compañía se acumula un enorme stock sin salida posible, porque solo lo adquieren sus propias empresas filiales.
Fábrica de los telares Iwer de Matesa.
Pudo ser peor. De los 11.200 millones de pesetas que Matesa adeudaba al Banco de Crédito Industrial (9800 de los créditos y 1300 de intereses) al menos se recuperaron 6.900 millones.
En circunstancias normales el escándalo se habría silenciado como se silenciaban todos los chanchullos en época de Franco. Si el caso Matesa alcanzó notoriedad fue porque el ministro que controlaba periódicos y emisoras, Fraga, le dio toda la publicidad posible para perjudicar a sus adversarios en el gobierno, los tecnócratas del Opus Dei, algunos de los cuales estaban implicados en el fraude.

Sofico (Sociedad Financiera Internacional de Construcciones) a lo que se dedicaba era a vender apartamentos playeros en régimen de multipropiedad, o sea, usted tiene unos ahorrillos que le rinden una miseria en el banco, usted ingresa como cliente de Sofico y le permitimos comprar la mitad de un apartamento, la tercera, o la quinta parte, dependiendo del desembolso que haga. El apartamento lo alquilamos nosotros a los veraneantes y le damos su participación en el beneficio, un 10 por ciento del capital invertido, y además la garantía de que le recompramos su parte si quiere venderla.
—¡Un 10 por ciento! El banco me da solo un 0,5 ¿dónde hay que firmar?
—Aquí y aquí. Enhorabuena porque acaba de hacer un buen negocio. Y sepa que incluso puede pasar en el apartamento unos días al año, para disfrutar de su multipropiedad.
Mucha gente picó. Firmaba los papeles y daba, pongo por caso, una cuarta parte del valor del apartamento. Le mostraban el apartamento (en un edificio suntuoso coronado por el caballito de Sofico silueteado en neón). Incluso le presentaban a los otros copropietarios. Lo que no sospechaban los inversores era que otros cincuenta incautos como ellos hubiesen pagado una cuarta parte del precio del mismo apartamento.

La Iglesia actúa unas veces como confesión religiosa y otras como país soberano (Estados Pontificios) según le convenga. Un tratado internacional tendrían que respetarlo los futuros gobiernos aunque (como era de temer) fueran de orientación política desfavorable a la Iglesia.
«De esta manera, se traicionó el espíritu de consenso que presidió la transición española y se clavó una espina en el corazón de la recién estrenada democracia».
Vayamos ahora al asunto que nos interesa, la pasta, el parné (en su facultad de inspirar la avaricia/codicia, tradicional pecado del clero).
Uno de los cinco acuerdos regulaba la financiación de la Iglesia por el Estado. Con singular astucia se firmó seis días después de la aprobación de la Constitución, pero obviamente se habían negociado antes.
—¡Pero España es un Estado laico! —protestó la recién estrenada Constitución.
—Te pongas como te pongas, España va a seguir siendo confesional y católica, querida —le replicaron los obispos—. En lo referente a la Iglesia lamentamos decirte que no eres más que papel mojado.
El pueblo español es pastueño, un verdadero rebaño. Repare Su Santidad en que es el único de la Europa avanzada que jamás decapitó a un rey. Al español le molesta pensar. Prefiere someterse a gobiernos que se lo dan pensado. Basta con darle su ración diaria de televisión basura o de fútbol (antes eran los toros).
—Transmita al cardenal primado mi especial bendición para que la haga extensiva al pueblo español que tan dócilmente acata a su Madre, la Iglesia.
—Así lo haré, Santidad.

En el Antiguo Régimen solo vivían bien los aristócratas y el alto clero; en democracia cualquier persona suficientemente despabilada, aunque sea de origen humilde y sin formación, puede fácilmente llegar a diputado, a senador, a ministro, a director general de la Guardia Civil, etc. Mientras que gente con título universitario sirve cervezas en un chiringuito playero, gente sin graduado escolar dirige el país. Con las listas cerradas de los partidos cualquier mindundi puede ingresar en la casta parasitaria con un puesto excelentemente remunerado.
—En España, querido amigo, siempre ha existido una casta parasitaria arrimada al trabajador como la garrapata al perro. En el Antiguo Régimen la constituían la aristocracia y la Iglesia. El que no quería trabajar se metía a fraile. Hoy, en el régimen liberal y democrático en que vivimos, el que no quiere trabajar se mete a político.
—¿Quiere usted decir que los políticos no trabajan?
—En absoluto. Hay una minoría que hace el trabajo, sin duda. El resto solo hace bulto, vota lo que se le manda, gorronea lo que puede y cobra a fin de mes.

El Estado carga con el sostenimiento de la Iglesia, como en tiempos de Franco, y los obispos perciben por distintos conductos unos once mil millones de euros anuales (más del 1 por ciento del PIB). O sea, cada españolito les aporta 240 euros al año.
No contentos con mantener la bicoca de la subvención estatal, los obispos incurren repetidamente en el pecado de avaricia/codicia cuando registran a nombre de la Iglesia la inmensa cantidad de ermitas, santuarios y edificios religiosos que existen en España sin titular definido. Con una firma y un pago simbólico, un bien público pasa a propiedad de la Iglesia sin que el ayuntamiento se entere[187].
José María Esparza, historiador y miembro de la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro, denuncia: «No exageramos si advertimos que, probablemente, nos encontremos ante la mayor apropiación indebida de la historia de Navarra, después de la propia conquista del Reino; la privatización del mayor patrimonio comunal urbano de Navarra, esto es, las iglesias y ermitas de todos los pueblos, que encierran una riqueza inmensurable en su mobiliario. La Plataforma calcula que bajo el pontificado del arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Fernando Sebastián, la iglesia navarra escrituró[…]”

A España también le cayó el maná de los fondos europeos, lo que provocó la euforia imaginable. El ingreso en la Comunidad Europea trajo a España (y, especialmente, a sus regiones más deprimidas) un verdadero maná, una lluvia de millones de euros (concretamente la impresionante cifra de 118 000 millones de euros entre 1986 y 2006) en Fondos Estructurales.
¿Nos regalaban los impuestos extirpados a los países ricos de Europa? Eso parecía, pero descuida que a la larga te lo cobrarán con intereses (o a tus hijos) cuando venga el tío Paco con las rebajas.
Durante años llovió sobre España el maná de los fondos regionales y de cohesión comunitarios, un trasvase de millones a fondo perdido de las regiones más avanzadas de Europa (Alemania, Holanda…) a las más atrasadas (España, Grecia, Portugal, etc.). Por todas partes se acometieron obras, algunas incluso necesarias, tras el cartel del FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional).
Los Fondos Europeos repercutieron favorablemente en la desmayada economía de los españoles.

Los sindicatos clásicos se mantenían con las cuotas de los trabajadores, pero los modernos se han convertido en una especie de ministerios que viven de subvenciones estatales. Eso debería bastarles, como basta a otros sindicatos de países desarrollados. Lo malo es cuando los líderes sindicalistas se dejan arrastrar por la avaricia/codicia e incurren en manejos ilegales para captar más fondos.
Insaciables como son, organizan cursillos imaginarios para formación de trabajadores inexistentes, o cursillos reales para trabajadores imaginarios, o cursillos supuestos para trabajadores reales. El caso es que cantidades millonarias se invierten en conceptos para los que no estaban destinadas, comilonas y francachelas incluidas.
Además, los más elevados cargos sindicales tienen acceso a financiaciones encubiertas, como la participación en consejos diversos de entidades públicas, o en los consejos de administración de las cajas de ahorro, con sus correspondientes retribuciones.
El escritor Francisco Núñez Roldán ha renovado la letra del himno revolucionario La Varsoviana anarquista: «Negros percebes están en el plato / rojas cigalas nos los impiden ver, / aunque el proletario no los pruebe nunca / un cargo elegido los debe comer. / ¡En pie antiguo progre, a por la bandeja, / hay que aprovecharse de la ocasión: / A las mariscadas, a las mariscadas, / por el triunfo de una buena digestión! / (bis)».

(El sindicalista nada honrado) Fernández Villa, semblante de honrado trabajador, con bigote un poco antiguo, de cuando Pablo Iglesias fundó el partido, medalla al Mérito en el Trabajo, diputado regional y senador del PSOE por Asturias, un hombre reverenciado por su abnegada dedicación a la lucha obrera.
Fernández Villa manifestó una faceta desconocida de su personalidad cuando, aprovechando la amnistía fiscal de 2012, legalizó millón y medio de euros que tenía escondidos en ese limbo indeterminado que frecuentan los banqueros y demás explotadores de la clase trabajadora. Esta vez el hombre calculó mal porque, aunque la legalización del dinero lo pone a salvo de cualquier acusación de delito fiscal, si se sospecha el origen ilícito de esa fortuna, el expediente pasa a la Fiscalía Anticorrupción que te empura por cohecho o apropiación indebida.
Penoso, ¿no? Toda una vida trincando discretamente para que un error de lo más tonto te deje con el culo al aire.

El PER (Plan de Empleo Rural) es una subvención concedida en 1986, bajo la presidencia de Felipe González, para subsidiar a trabajadores agrarios desempleados en las regiones aquejadas de paro endémico (Andalucía y Extremadura). El obrero que haya trabajado en el campo hasta 35 jornales (solo 20 a partir de 2013) tiene derecho a seis meses de subsidio.
Desde el comienzo se pensó que el PER sería provisional y así fue, pues solo tuvo una vigencia de diez años porque a partir de 1996 pasó a denominarse Plan de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) en concordancia con el espíritu lampedusiano que debe presidir estas iniciativas sociales. Demasiado fraude.

España en los tiempos de la Marbella de Jesús Gil. Hay sociedades interpuestas con nombres intercalados de testaferros, una maraña de compañías en la que es muy difícil de seguir la pista del dinero. Por un lado entra negro y, al desembocar del largo alambique lleno de desviaciones, ya está blanqueado. Restaurantes que no venden nada, librerías, talleres o lavanderías que siempre están vacías… todo sirve para blanquear el dinero. La compra de obras de arte genera grandes plusvalías. Pagan a un pintor malo cincuenta millones por una mierda de cuadro, cuatro chafarrinones que ha hecho en medio de una borrachera, y él declara que le han pagado el doble. Ya tienes ese dinero blanqueado. ¿Vale algo el cuadro? Nada, una mierda. Pero el pintor vive de eso, y el galerista, y el corredor, y los intermediarios. Una lavadora de dinero negro. España es el paraíso para el dinero negro: la opacidad de las redes financieras lo consiente y no hay vigilancia para el delincuente. Los inspectores de Hacienda y los de aduanas reclaman más medios, falta una policía fiscal como la que hay en el resto de Europa. Tenemos la administración más avanzada del mundo para vigilar al pequeño contribuyente, pero los grandes defraudadores se cuelan todos sin problema… En la Costa del Sol se blanquean decenas de millones de euros mediante la compra de viviendas de lujo, automóviles de alta gama y obras de arte. Blanqueo de capitales provenientes de toda Europa. La legislación española los ampara con el secreto profesional de bancos y notarios.

En el caso Filesa quedó acreditada la financiación irregular del PSOE nacional con más de 1200 millones de pesetas (15 millones de euros actuales) obtenidos de forma ilegal.
«El 5 de mayo de 1995, el juez instructor del “caso Filesa” dictó auto de conclusión del sumario contra 39 personas, imputadas por los presuntos delitos de falsedad ideológica en documento mercantil, fiscal, malversación de fondos públicos, apropiación indebida, falsedad en documento público, delito monetario, tráfico de influencias y asociación ilícita. De la investigación se desglosó posteriormente el Caso Ave ambos seguidos como consecuencia de la misma querella».
De las cincuenta personas imputadas doce se sentaron en el banquillo. Se dictaron ocho condenas de prisión, tres de ellas para cargos o excargos socialistas. El exresponsable de finanzas del PSOE, Guillermo Galeote, resultó ileso.

¿Pueden los banqueros estafar al prójimo, aunque sea de manera encubierta?
Natural. El medro sin demasiados escrúpulos está en su ADN. Son tiburones que, por ley natural, se alimentan de pececillos y a veces (más raramente) se devoran entre ellos.
La caída de Lehman Brothers y la crisis de las hipotecas subprime produjeron una crisis financiera (la Gran Recesión de 2008) que repercutió especialmente en España donde la euforia económica se basaba casi únicamente en la sobrevaloración del ladrillo. Los banqueros y los directivos de las cajas de ahorros necesitaban ampliar capital para cubrir los huecos que les dejaba el sector inmobiliario.
—¿Cómo ampliamos capital si los bancos internacionales en los que antes nos surtíamos están acojonados y han cerrado el grifo?
—Oye, ¿y si echamos mano de los ahorrillos de los clientes?
—¿Cómo?
—Hagamos unas preferentes de renta variable que los animen a confiarnos el dinero y así ampliamos el capital.
O sea tentemos la codicia de estos desgraciados. El recurso a la codicia, vender euros a ochenta céntimos, nunca falla.

Cuando sales sigues ganando dinero a manos llenas. Los presidentes perciben un sueldo vitalicio de 36 000 euros, más otros 90 000 euros al año «para el funcionamiento de su oficina». Además, disponen de un asesor personal, una secretaria, el escolta y coche oficial. Pero eso es el chocolate del loro. Durante tu tiempo presidencial has conocido a gente, has hecho favores a nivel estatal, has estrechado amistades poderosas con el mundo de las finanzas internaciones. Mira a Felipe González, un hombre cuya honradez casi nadie pondrá en duda. Es uno de los principales asesores de Gas Natural y tiene una próspera empresa Ialcom Consultoría entre cuyos clientes figura Carlos Slim, el magnate más rico del mundo, con sus 53 500 millones de dólares. Mira también a Aznar. Asesora a la petrolera Exxon Mobile y al grupo mediático Neocon News Corporation.

Democracia significa «gobierno del pueblo», cleptocracia significa «gobierno de los ladrones». En páginas anteriores hemos constatado que todos nuestros gobiernos de la etapa democrática (de la dictadura ni te cuento) se han pringado con prácticas delictivas: comisiones, sobornos, falsificación de documentos, cohecho, etc. Siempre relacionadas con dinero ilegítimo.
Cuando una democracia legítima cae en manos de partidos que basan su clientelismo político en la corrupción y el nepotismo podemos asegurar que tenemos una cleptocracia por mucho que cada cuatro años el ciudadano acuda a las urnas y piense que su voto garantiza la decencia del sistema.
Admitámoslo: España, que empezó su andadura democrática tan ilusionada se nos ha convertido en una cleptocracia. «Las corporaciones locales, entes regionales, televisiones públicas y demás organismos inútiles que se han creado en la hiperinflada y politizada administración española se han convertido en auténticas cuevas de ladrones donde el Alí Babá de turno entierra las fechorías de su predecesor bajo la alfombra a cambio de su silencio cómplice durante su legislatura».

This is another magnificent book by the writer from Jaén, about the deadly sins of our beloved Spain. Greed is present in our society.

Contrary to what you may think, it is not lust, my son, but avarice: the disordered desire to accumulate wealth, «he declared. There we succumb all the natives of this blessed land of Mary Most Holy, the seventeen autonomies embuchadas in the same gut, from the demagogue of Marinaleda, with his scarf-Palestinian scarf and his equine teeth, to the illiterate builder who pounds millions, passing by that we preach against that sin and then we do not apply the sermon.

Nothing as alarmist as money, especially when you have deposited it in exchange for a paper. Justice intervened the box. This is the case of Baldomera Larra, known in Madrid at the time. Dona Baldomera had fled to France with false documentation and twenty-two million reales (a fortune for the time): the savings entrusted to her by some five thousand depositors. Putting things together, justice concluded that Dona Baldomera’s miraculous business consisted simply of paying the income of the former depositors with the money that was being paid by those who, in increasing numbers, were joining. Everything went well while the volume of income exceeded that of payments, but when the number of new depositors decreased, the cash was declared in suspension of payments.
The classic pyramid scheme.

More ingenious and productive than Dona Baldomera’s pyramid scheme was the heavenly scam thanks to which the Church accumulated the greatest patrimony of Spain, bringing together in one bag the two related concepts of greed and greed.
In the 19th century, the Spanish Church was the largest owner of both urban and rustic land (almost one third of the national arable land).
This immense patrimony, accumulated over centuries, came from pious donations and, therefore, was inalienable (it could not be sold). That’s why it was called «dead hands,» because it was a stagnant wealth that barely produced anything.
How did the Church amass her immense fortune?
Through the invention of a money-making machine called purgatory, the biggest scam of all time, yes, but also the best business and the healthiest one that has ever been known in the history of Humanity.
What was purgatory? It was an intermediate place, a kind of provisional hell, in which all the souls passed a quarantine until they purged their sins.

The Marquis of Salamanca conceived a great project for Madrid. In 1863, it acquired two square kilometers of land in what is now the Salamanca district and planned the construction of two hundred blocks of modern buildings between the current streets of Serrano and Claudio Coello.
The cost of such an enormous work was excessive even for the finances of Salamanca. First he sold his securities on the stock exchange and his obligations in railroads, then his magnificent art gallery and his residences abroad, finally had to part with even his palace in the Castellana.
Ruined and abandoned by his friends of the times of prosperity, when he offered banquets of more than one hundred guests and all disputed their friendship, he died in his residence in Vista Alegre, his last possession, on January 21, 1883. In his pocket he They found a hundred pesetas bill, but owed six million reais.

«The poor peasant can not count on any institution to help or protect him, since the agricultural banks and other territorial credit establishments are completely unknown to him […], and although in Madrid, to cover the apparent face, there is a pompous Banco Hipotecario, which enjoys the greatest privileges, is not available to our modest farmers, who, for their business, to cover their daily needs, have no choice but to fall into the hands of usurers. For example, at the time of sowing, they lend them a hectoliter of candeal wheat with the condition that they return three, four and even six when they pick the harvest, which, due to such enormous burdens, ceases to be a source of joy and prosperity to become the beginning of their ruin. Needless to say, when the usurer is not the cacique himself, he will be a henchman and, whatever happens, will always win before the Administration and the courts. »
The interests, which then seemed reasonable, ranged from 12 percent a month and a daily real for a hard one. Sometimes, 80 percent of the loan was paid for a loan.
Greed / greed was nourished by the blood of the unhappy.
Society found it natural.

Alfonso XIII, I am a king unemployed!
It was unemployed, certainly, but as we said above had deposited in foreign banks the twine equivalent to 16 million euros.
In the ten years that remained of life, and without the interference of office, free as the birds (even without the uncomfortable presence of an angry wife), the Spanish monarch managed his finances with judicious relief and only spent on his person about three millions of euros per year. It is not an excessive figure when one has to move with real dignity for the most exclusive hotels and casinos. This is not the place to specify your expenses but we will say, by way of example, that you booked a suite at the Meurice hotel to receive your gala appointments properly and that you bought a Bugatti car for your constant pilgrimage from Paris to Rome, from Rome to the Riviera , from Monte Carlo to Cannes. Let’s add that the sport of hunting is expensive. Aguilized by his instinct as a hunter, Alfonso XIII frequented the most exclusive European, Asian and African game reserves in the few holiday periods allowed by the brothels of Paris and the casinos of the Riviera
Although at no time succumbed to the temptation to leave something to the heirs, the truth is that Alfonso XIII lacked life to liquidate their assets. At his death, premature, at the age of fifty-six, he still had a peak of 2,700 million pesetas of which 1,250 million (more than 7.8 million euros) corresponded to his most direct heir, don Juan, count of Barcelona.

The wise proverb said: «When a poor man eats ham, or the ham is bad or the poor person is bad».
No stage of our recent history manifested with such crudeness the greed / greed as the civil war. In the social revolution that followed the military coup, the poor assaulted the pantries of the rich, seized the hams (and everything else they found) and, finally, ate ham.
There was no cured ham for everyone, of course, but they confiscated the pigs from the field and advanced the date of the massacre (remember that it all started in July) instead of waiting to do it for San Antón (between November and December) as it was traditional. The result was that these massacres were spoiled and the disenchanted Matanzas had to throw the hams, the loins, the sausages, the blood sausages and the illusions into the stream.

Franco’s finances, Sánchez Soler estimated his real estate assets at about one thousand five hundred million pesetas of 1975, to which we should add the gifts received throughout the two thousand audiences he granted, and the jewels accumulated by the wife of the Caudillo, Doña Carmen Polo de Franco, the Lady by antonomasia, also known as the Collares for her love of pearls without which she was naked.
Franco and his wife, with a pearl necklace.
Some foundation has the loophole that ensures that Doña Carmen visited important jewelers and after choosing what she wanted indicated the owner to send the bill to El Pardo. And the jewelers did not dare to send it for fear of being ungrateful and deserving a thorough inspection of the Treasury.

«I do not know a single minister of Franco, the transition of UCD and the socialist period that has not received to leave the government an important position in a public or private company.»
One modality, especially disgusting, is the opposite: the public office shamelessly favors the company and when it leaves its position in the government the company rewards the past services with an important sinecure. It is what we are seeing in the recent democratic Spain.

Don Juan inherited 1253 million pesetas (7.53 million euros today) and left when he died 8.85 million, professed from a very young age in the Quevedian Order of the Gentleman of the Tenaza whose main statute forces to keep the fly (that is, the bag) and spend the prose. The motto of the brothers of this venerable institution is «who keeps, finds». No one could ever know what color his wallet was because he never used it to pay anything. It is even suspected that he did not have it. He went through life as an avid predator of everything depredable: high-ranking spirits, luxury hotels, women, yachts, hunting … and everything came out of the blue, I say it not as a critic but from the most surrendered admiration.
Your secret? Don Juan could not have practiced avarice (a disorganized desire to possess and acquire wealth to treasure) so admirably if he had not spent his life pretending to be destitute in order to scrounge the servile and wealthy nobility that financed his whims.

Matesa does not live on sales but on credits and official aid obtained by distorting the figures of looms exported. In the company’s warehouses, a huge stock is accumulated with no possible exit, because only its own subsidiary companies acquire it.
Factory of Matsa Iwer looms.
It could be worst. Of the 11,200 million pesetas that Matesa owed to Banco de Crédito Industrial (9800 of the loans and 1300 of interest), at least 6,900 million were recovered.
Under normal circumstances the scandal would have been silenced as all the scams in Franco’s time were silenced. If the Matesa case reached notoriety, it was because the minister who controlled newspapers and radio stations, Fraga, gave him as much publicity as possible to harm his opponents in the government, the technocrats of Opus Dei, some of whom were involved in the fraud.

Sofico (International Finance Company of Constructions) what was dedicated was to sell beach apartments on a timeshare basis, that is, you have some savings that give you a misery in the bank, you enter as a Sofico customer and we allow you to buy the half of an apartment, the third, or the fifth, depending on the outlay you make. We rent the apartment to vacationers and we give you your share in the benefit, 10 percent of the capital invested, and also the guarantee that we will buy your part if you want to sell it.
-A 10 percent! The bank gives me only 0.5, where do I have to sign?
– Here and here. Congratulations because you have just done a good business. And know that you can even spend in the apartment a few days a year, to enjoy your timeshare.
Many people stung. He signed the papers and gave, say, a quarter of the value of the apartment. They showed him the apartment (in a sumptuous building crowned by Sofico’s horse silhouetted in neon). They even introduced him to the other co-owners. What the investors did not suspect was that another fifty unsuspecting men like them would have paid a quarter of the price of the same apartment.

The Church acts sometimes as a religious confession and sometimes as a sovereign country (Pontifical States) as it suits you. An international treaty would have to be respected by future governments although (as was to be feared) they were politically unfavorable to the Church.
«In this way, the spirit of consensus that presided over the Spanish transition was betrayed and a thorn was stuck in the heart of the newly inaugurated democracy.»
Let us now turn to the subject that interests us, the pasta, the parne (in its ability to inspire the greed / greed, traditional sin of the clergy).
One of the five agreements regulated the financing of the Church by the State. With singular astuteness it was signed six days after the approval of the Constitution, but obviously they had been negotiated before.
-But Spain is a secular state! Protested the newly released Constitution.
– You put as you put yourself, Spain is going to continue being confessional and catholic, querida – the bishops retorted to him -. As far as the Church is concerned, we regret to say that you are nothing more than wet paper.
The Spanish people are pastueño, a true flock. Let His Holiness know that he is the only one in advanced Europe who has never beheaded a king. It bothers the Spanish to think. He prefers to submit to governments that think about it. It is enough to give him his daily ration of television trash or soccer (before they were the bulls).
-Transmit to the Cardinal Primate my special blessing to extend it to the Spanish people who so docilely accept their Mother, the Church.
«So I will, Holiness.

Only the aristocrats and the high clergy lived well in the Old Regime; in democracy, any person sufficiently alert, even if of humble origin and without training, can easily become a deputy, senator, minister, general director of the Civil Guard, etc. While people with a university degree serve beers in a beach bar, people without a school graduate run the country. With closed lists of matches any mindundi can enter the parasitic caste with an excellently paid position.
– In Spain, dear friend, there has always been a parasitic caste close to the worker as the tick to the dog. In the Old Regime constituted the aristocracy and the Church. He who did not want to work became a friar. Today, in the liberal and democratic regime in which we live, the one who does not want to work becomes a politician.
– Do you mean to say that politicians do not work?
-Absolutely. There is a minority that does the work, no doubt. The rest only makes a bundle, votes what is sent, scrounges what they can and charges at the end of the month.

The State carries the support of the Church, as in Franco’s time, and the bishops receive by different channels eleven billion euros per year (more than 1 percent of GDP). In other words, each little Spaniard contributes 240 euros per year.
Not satisfied with maintaining the bicoca of the state subsidy, the bishops repeatedly incur in the sin of greed / greed when they register in the name of the Church the immense amount of hermitages, sanctuaries and religious buildings that exist in Spain without a definite holder. With a signature and a symbolic payment, a public good becomes the property of the Church without the city council finding out [187].
José María Esparza, historian and member of the Platform in Defense of the Navarrese Heritage, denounces: «We do not exaggerate if we notice that, probably, we are facing the greatest misappropriation of the history of Navarre, after the very conquest of the Kingdom; the privatization of the largest urban communal patrimony of Navarre, that is, the churches and hermitages of all the peoples, which contain immeasurable wealth in their furniture. The Platform calculates that under the pontificate of the archbishop of Pamplona and Bishop of Tudela, Fernando Sebastián, the Navarrese church wrote […] »

Spain also dropped the manna of European funds, which caused the euphoria imaginable. The entry into the European Community brought Spain (and especially its most depressed regions) a real mana, a rain of millions of euros (specifically the impressive figure of 118 billion euros between 1986 and 2006) in Structural Funds.
Did they give away the excised taxes to the rich countries of Europe? That seemed, but neglect that in the long run you will be charged with interest (or your children) when Uncle Paco comes with the sales.
For years it rained on Spain the manna of regional funds and community cohesion, a transfer of millions of lost funds from the most advanced regions of Europe (Germany, Holland …) to the most backward (Spain, Greece, Portugal, etc.) . Everywhere works were undertaken, some even necessary, after the poster of the ERDF (European Regional Development Fund).
The European Funds favorably affected the failing economy of the Spaniards.

The classic unions maintained the quotas of the workers, but the modern ones have become a kind of ministries that live on state subsidies. That should be enough, as is enough for other unions in developed countries. The downside is when the union leaders allow themselves to be dragged by greed / greed and incur illegal maneuvers to attract more funds.
Insatiable as they are, they organize imaginary courses for training non-existent workers, or real courses for imaginary workers, or supposed courses for real workers. The case is that millionaire amounts are invested in concepts for which they were not intended, feasts and frills included.
In addition, the highest union positions have access to covert financing, such as participation in various boards of public entities, or in the boards of directors of savings banks, with their corresponding remuneration.
The writer Francisco Núñez Roldán has renewed the lyrics of the revolutionary anthem The Anarchist Warsaw: «Black barnacles are on the plate / red scampi prevent us from seeing, / even if the proletariat never tastes them / a chosen position should eat them. / In the old foot progress, to the tray, / we must take advantage of the occasion: / To the shellfish, to the shellfish, / for the triumph of a good digestion! / (bis) ».

(The honorable trade unionist) Fernandez Villa, face of honest worker, with a little old mustache, when Pablo Iglesias founded the party, Medal of Merit at Work, regional deputy and senator of the PSOE Asturias, a man revered by his self-sacrificing dedication to the workers’ struggle.
Fernandez Villa manifested an unknown facet of his personality when, taking advantage of the fiscal amnesty of 2012, he legalized one and a half million euros that he had hidden in that indeterminate limbo that bankers and other exploiters of the working class frequent. This time the man miscalculated because, although the legalization of money makes him safe from any accusation of fiscal offense, if the illicit origin of that fortune is suspected, the file goes to the Anti-Corruption Prosecutor who charges you for bribery or misappropriation.
Painful, is not it? A whole life lashing discreetly so that a mistake of the dumbest will leave you with your ass in the air.

The PER (Rural Employment Plan) is a subsidy granted in 1986, under the presidency of Felipe González, to subsidize unemployed agrarian workers in regions suffering from endemic unemployment (Andalusia and Extremadura). The worker who has worked in the field up to 35 days (only 20 as of 2013) is entitled to six months of subsidy.
From the beginning it was thought that the PER would be provisional and it was, because it was only valid for ten years because from 1996 it was renamed Agrarian Employment Promotion Plan (PFEA) in accordance with the Lampedusian spirit that should preside over these initiatives social. Too much fraud.

Spain in the times of the Marbella de Jesús Gil. There are companies interposed with names interspersed with figureheads, a tangle of companies in which it is very difficult to keep track of money. On the one hand it enters black and, when it comes out of the long alembic full of deviations, it is already whitened. Restaurants that do not sell anything, bookstores, workshops or laundries that are always empty … everything serves to launder money. The purchase of works of art generates large capital gains. They pay a bad painter fifty million for a picture shit, four chafarrinones that he has made in the middle of a drunkenness, and he declares that he has been paid double. You already have that money whitened. Is the picture worth anything? Nothing, shit. But the painter lives off of that, and the gallerist, and the broker, and the intermediaries. A black money washer. Spain is a paradise for black money: the opacity of financial networks allows it and there is no surveillance for the criminal. The tax inspectors and the customs ones demand more means, a fiscal police is missing like the one that there is in the rest of Europe. We have the most advanced administration in the world to monitor the small taxpayer, but the big fraudsters all slip in without problems … On the Costa del Sol tens of millions of euros are laundered by buying luxury homes, high-end cars and works of art. art. Money laundering from all over Europe. The Spanish legislation protects them with the professional secrecy of banks and notaries.

In the Filesa case, the irregular financing of the national PSOE with more than 1200 million pesetas (15 million euros) obtained illegally was accredited.
«On May 5, 1995, the investigating judge of the» Filesa case «issued an order to close the case against 39 people, charged with the alleged crimes of ideological falsehood in a commercial document, fiscal, embezzlement of public funds, misappropriation, falsehood in public document, monetary offense, influence peddling and illicit association. The case was subsequently broken down in the case Ave both followed as a consequence of the same complaint ».
Of the fifty people imputed twelve, they sat on the bench. Eight prison sentences were issued, three of them for charges or socialist exonerates. The former PSOE financier, Guillermo Galeote, was unharmed.

Can bankers cheat others, even covertly?
Natural. The money without too many scruples is in his DNA. They are sharks that, by natural law, feed on small fish and sometimes (more rarely) devour each other.
The fall of Lehman Brothers and the subprime mortgage crisis produced a financial crisis (the Great Recession of 2008) that especially affected Spain where the economic euphoria was based almost exclusively on the overvaluation of the brick. The bankers and the directors of the savings banks needed to increase capital to cover the gaps left by the real estate sector.
-How do we expand capital if the international banks in which we were previously supplied are shocked and have turned off the tap?
-Hey, what if we take the customers’ savings?
-How?
-We make a preference of variable income that encourage them to entrust us the money and thus we expand the capital.
Or let’s tempt the greed of these unfortunates. The use of greed, selling euros to eighty cents, never fails.

When you go out, you keep making money by hand. The presidents receive a lifetime salary of 36,000 euros, plus another 90,000 euros a year «for the operation of their office.» In addition, they have a personal advisor, a secretary, the escort and official car. But that’s parrot chocolate. During your presidential term you have met people, you have done favors at the state level, you have strengthened powerful friendships with the world of international finances. Look at Felipe González, a man whose honesty almost nobody will doubt. He is one of Gas Natural’s main advisors and has a thriving Ialcom Consultoría company whose clients include Carlos Slim, the richest magnate in the world, with his 53.5 billion dollars. Look also at Aznar. Advises the oil company Exxon Mobile and the media group Neocon News Corporation.

Democracy means «government of the people», kleptocracy means «government of thieves». In previous pages we have verified that all our governments of the democratic stage (of the dictatorship I do not tell you) have been pringado with criminal practices: commissions, bribes, falsification of documents, bribery, etc. Always related to illegitimate money.
When a legitimate democracy falls into the hands of parties that base their political patronage on corruption and nepotism, we can assure that we have a kleptocracy, even if every four years the citizen goes to the polls and thinks that his vote guarantees the decency of the system.
Let’s admit it: Spain, which began its democratic journey so excited, has become a kleptocracy. «The local corporations, regional entities, public televisions and other useless organisms that have been created in the hyperinflated and politicized Spanish administration have become authentic caves of thieves where the Ali Baba of turn buries the misdeeds of his predecessor under the carpet in exchange of his complicit silence during his term ».