Frente a los precios caros de muchos lugares en Castilla destaca este restaurante familiar de manteles de papel y camioneros donde la comida es casera, el trato agradable y no te quedas con hambre, desde las judias blancas estofadas, las legumbres, el bacalao, si no te gusta lo cambian sin duda con esa confianza y el precio irrisorio puedes comer gratamente sin sentirte estafado